04 Nov Una experiencia en The School of Life
Fascinante, revelador, inspirador, personal. Estas son las primeras palabras que me vienen en mente para describir el curso titulado Work al que asistí el fin de semana pasado en The School of Life, en Londres. Fueron dos días de una experiencia profunda en todos los sentidos, en los que pude conocer un grupo de personas lleno de vitalidad en busca de sentido a su vida, más allá del trabajo y la rutina diaria dentro del sistema capitalista de hoy.
El grupo estaba formado por unas 25 personas, mayoritariamente del Reino Unido, pero también incluía a participantes de Australia, EUA, Holanda, Bélgica, España, Dubai, Canadá o Polonia. Su formación y experiencia también era muy variada: desde profesionales de las artes, la publicidad o el marketing, pasando por creativos o profesores, hasta científicos.
Creo que puedo decir que todos compartimos la sensación de que alguna cosa de nuestras vidas profesionales puede mejorar o ser más gratificante y llena. Y parece que no tiene que ver con la recompensa económica del trabajo puesto que, tal y como algunos compañeros apuntaron, no por disponer de buenos sueldos, se tiene una mayor sensación de satisfacción. Podría parecer irónico en vista de lo que la mayoría de personas reconoció como uno de los objetivos primarios que dirige su elección de empleo: el dinero, pero también el estatus social.
La reflexión abierta fue promovida de forma inteligente por la líder del programa, Anne Braybon —que tiene una larga trayectoria trabajando como creativa—, a lo largo de todo el curso (si ese nombre resulta el apropiado para la experiencia que en estas líneas describo). Así, el primer día empezaba con un ejercicio titulado Explica en 2 minutos el trabajo más inusual que la persona de tu lado ha tenido, para, a continuación, exponerlo en público (¡y qué reto supuso acordarme del nombre de esa persona que justo acababa de conocer!).
El desarrollo del curso se basó en sesiones teóricas en las que se intercalaban multitud de ejercicios prácticos con sesiones de debate abierto que, sin duda y junto con las charlas informales, comidas y descansos, constituyeron la parte central de la experiencia. Todos los puntos de vista se tenían en cuenta y yo mismo tuve que romper algunas ideas preestablecidas y estereotipos generalizados. Igualmente, pude sentir cómo la famosa idea de la cross fertilization nos acompañó durante los dos días de curso e interacción. El networking surgió de forma natural.
Algunos de los conceptos que revisamos fueron: ¿qué es el trabajo?; ¿para qué trabajamos (dinero, talento, estatus, aprendizaje, propósito)?; mitos y realidades de la elección del empleo; el papel de la influencia familiar; barreras a superar. Complementariamente, algunos de los ejercicios que realizamos se podrían listar como sigue: escribe un/os titulares que describan el por qué estás aquí; dibuja tu árbol familiar del trabajo; traza tu mapa de elecciones a lo largo de tu carrera profesional, fijándote en qué momentos han tenido una mayor influencia; entrevista a tu compañero/a (elegido/a por la tutora y del que sólo sabes su ocupación) utilizando tres preguntas; describe cómo te distribuyes el tiempo a lo largo de la semana (dormir, trabajar, relajarte, socializarte con los amigos, la familia, etc.) y describe tu perfil incluyendo los motivos profesionales, pero centrándote en tus intereses personales, y observa a qué elecciones de empleo te llevarían éstos puramente (Alternative Job Centre).
En otro ejercicio visitamos el Hub, una empresa de economía social localizada a pocos minutos de la escuela en Kings Cross, y en la cual los emprendedores pueden encontrar toda una gama de servicios a su disposición a un precio razonable: desde simplemente un espacio hasta el asesoramiento de un negocio (Hub es una red internacional que se extiende por varios países, y está presente en España a través de su sede en Madrid). El ejercicio en cuestión consistía en crear una empresa de economía social en 25 minutos trabajando con otro compañero.
En el transcurso de las sesiones también contamos con las experiencias reales de dos personas, que relataron cómo habían dado un giro completo a su vida profesional. Finalmente, presenciamos una demostración de la técnica de las constelaciones, una potente herramienta que permite tener una nueva perspectiva de los conflictos personales/profesionales mediante la representación “física” de los distintos elementos implicados (por ejemplo, trabajo, pareja y objetivo personal). Aunque pueda parecer extraño, encontré esta técnica muy útil, además de sorprendente.
Algunos de los autores que nos siguieron a lo largo del curso, metafóricamente hablando, fueron Alain de Bottom, Richard Sennet, Oliver James, Adam Philips o también Theodor Zeldin. Entre los entregables del curso, encontramos extractos de los libros de los autores anteriormente citados, una lista de lecturas recomendadas, y lo que es más valioso, la lista de contactos de las personas que voluntariamente habían accedido a facilitarlos. Como entregables “inmateriales” hay que señalar la experiencia inolvidable junto con todos los compañeros, así como la fuerza y actitud necesarias para acometer los objetivos personales y profesionales de cada uno.
Personalmente, pienso que la energía y vitalidad de los compañeros y de la profesora fue lo más interesante y motivador, y como hecho remarcable, al final del curso tuvo lugar la ronda 2012 & Necesidades/Ofertas, en que expusimos nuestro objetivo para dentro de tres años y qué necesitaríamos para conseguirlo, junto con aquello que podemos ofrecer a nuestros compañeros para ayudarles a realizar sus metas. Lo que salió a relucir es la inexistencia de recetas universales y que cada uno debe perseguir y encontrar lo que le es útil. Para algunos será necesario un giro de 360 grados, mientras habrá quiénes estén satisfechos con su trabajo pero quieran explorar iniciativas complementarias que les reporten mayor sensación de plenitud.
En mi kit de herramientas ahora dispongo de un poco más de conocimientos, pero sobretodo, de más ideas, algunas de las cuales exploraré sin duda, así como de amigos dispuestos a ayudar de forma desinteresada y fuera del ambiente estrictamente de negocio. ¡Y a fecha de hoy ya se ha organizado un encuentro dentro de cuatro semanas!
Artículo de Amarant Martínez Carrió
Más sobre The School of life en el Blog de Silvia Boarini
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