Tecnologías conversacionales (I)

Tecnologías conversacionales (I)

COENO: un desktop para el trabajo de grupo

Por Carlos Scolari

Según las conocidas teorías del chileno Fernando Flores, las organizaciones pueden ser consideradas una «red de conversaciones», un espacio discursivo donde diferentes sujetos interactúan y negocian el sentido de las acciones que realizan. Pasemos brevemente revista a la actividad de un manager empresarial: buena parte de su jornada la dedicará a leer/responder emails, leer textos (online o impresos), hacer/recibir llamadas telefónicas, escribir documentos, coordinar grupos de discusión, interactuar con otros sujetos, etc. Lo mismo puede decirse de un profesor universitario: su jornada laboral se divide entre corregir exámenes, hablar/escuchar a sus alumnos, escribir informes, preparar exámenes, intercambiar ideas con sus colegas, leer textos, etc. En ambos casos nos encontramos con una actividad exquisitamente lingüísico-conversacional.

Pero no sólo las actividades «intelectuales» se pueden encuadrar dentro de este paradigma: también las actividades fabriles -me refiero, por ejemplo, a la gestión de una línea de producción- se pueden analizar desde esta perspectiva. Mientras que el trabajo manual tiende a reducirse a su mínima expresión, dentro de los establecimientos industriales crecen las actividades conversacionales: los obreros del siglo XXI manipulan interfaces, intercambian información con otros colegas, elaboran/interpretan informes sobre la producción, etc. El italiano Franco «Bifo» Berardi se ha dedicado precisamente a reflexionar sobre el desarrollo del «lavoro cognitivo» y de las prácticas comunicativo- relacionales que caracterizan al postfordismo, el cual ha terminado por generar una nueva clase social: el «cognitariato».

Desde esta perspectiva las tecnologías, tal como expresó el mismo Fernando Flores en el clásico Understanding Computers and Cognition: A New Foundation for Design escrito con Terry Winograd allá por 1986 (ed. cast.: Hacia la Comprensión de la Información y la Cognición, Barcelona, 1989), deben fortalecer esas conversaciones. Más que desarrollar una «inteligencia artificial», los ingenieros y diseñadores deberían orientar sus esfuerzos a la creación de dispositivos que generen, favorezcan y aumenten nuestras conversaciones.

En esta sección nos ocuparemos de tecnologías conversacionales o, en otras palabras, dispositivos que facilitan o extienden las charlas y los intercambios de información que cotidianamente llevamos a cabo en nuestros ámbitos de producción.
Entendemos a las tecnologías conversacionales de manera flexible, cubriendo un espectro muy amplio de dispositivos que va desde la búsqueda individual de información producida por otros (google), pasa por el intercambio epistolar (e-mail) hasta llegar al llamado software social, o sea sistemas que expresan enorme potencial del trabajo cooperativo distribuido.

Veamos una tecnología conversacional todavía desarrollada por un grupo de estudiantes de la Media Technology and Design FHS Hagenberg (Austria). Se llama Coeno y se presenta como un sistema para el trabajo en grupo. Imaginemos una situación normal de trabajo: un conjunto de personas se reune alrededor de una mesa para debatir un tema, compartir sus análisis e ideas, algunas de la cuales terminan sobre la superficie de la mesa bajo forma de documentos. No faltará quien retome esos documentos, los modifique con su bolígrafo y vuelva a proponerlos para su discusión …

Coeno -un sistema que integra videoproyectores, computadoras portátiles y dispositivos de tracking- digitaliza totalmente la situación que acabamos de describir. Gracias a Coeno se pueden compartir documentos simplemente haciéndolos pasar de nuestra computadora a la superficie de la mesa con un simple movimiento del ratón. Estos documentos pueden ser recuperados por cualquiera de los participantes, modificados y vueltos a colocar sobre la mesa. El sistema se enriquece con un dispositivo de tracking óptico que convierte a la mesa en un inmenso touch-screen donde los usuarios pueden «meter mano» a los documentos que allí se proyectan.

El proyecto Coeno tiene algún punto en común con Mind’Space, uno de los trabajos comisionados para la muestra «Workspheres» organizada por el MOMA en el 2001. Este «concept desk», si bien no incluía las funciones conversacionales de Coeno, proponía un desktop extralarge enmarcado por un diseño digno del MOMA.  Para terminar, recordemos que Coeno ha sido seleccionado como finalista en una de las categorías del Top Talent Award, uno de los más importantes concursos de multimedia europeos.


Links

Fernando Flores Software social Franco «Bifo» Berardi Lavoro cognitivo – cognitariato Coeno Media Technology and Design FHS Hagenberg (Austria). Workspheres Mind Space Top Talent Award

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