Seguridad móvil

Seguridad móvil

La mayoría de teléfonos móviles ya tienen cámara. Y en el futuro tal cosa será un estándar. Pero quedan por inventar muchos usos de esta nueva “infraestructura personal”. Y no serán los fabricantes quienes lo hagan, sino la propia gente. Porque en este tipo de tecnologías, es el usuario el que innova, el que encuentra un uso, probablemente insospechado para el fabricante, del producto que este ha desarrollado. Así, es innovación lo que el mercado absorbe y metaboliza, aplicando las propuestas que recibe a nuevos usos.

Por ejemplo, se dice que los jóvenes usan sus móviles en los conciertos para “emitirlos” hacia sus amigos en casa (algo que será aún más fácil con la UMTS). Puedo imaginarme también una clase phone-casted (emitida por teléfono), ya sea por el mismo profesor, o por alumnos presenciales que la reenvían a aquellos que no han podido o querido venir.

Como siempre, lo imaginable supera a la realidad actual. Pero el problema sigue siendo el precio. Si la comunicación inalámbrica fuese más barata, estaríamos haciendo ya cosas que serán estándar en 10 años. Y así ocurrirá, porque uno puede imaginar que el coste de las telecomunicaciones caerá y caerá hasta hacerse virtualmente gratuita. Más aún, puede que el acceso a la Red, desde cualquier punto de la geografía, y desde cualquier tipo de máquina móvil, sea considerado en el futuro un derecho del ciudadano (un derecho de tercera generación).

Algunos ejemplos más de usos personales “innovadores” de las cámaras:

1) Mi lavadora no funciona: envío una foto al reparador para que vea qué le ocurre

2) Bomberos que envían fotos de heridos al hospital para que las unidades de urgencia puedan preparase adecuadamente

3) Lectores de periódicos que envían al instante sus propias fotos sobre eventos de actualidad, como accidentes o catástrofes (“cada lector, un reportero”)

Pero hay usos de las cámaras que nos dan algo de miedo (las dos caras de la moneda tecnológica). Así, la empresa RealSafe, presta el siguiente servicio: le envías las fotos que tomas con tu cámara ante una situación que intuyes que puede acabar mal. La foto es recibida en RealSafe, y es registrada con la hora y minuto de llegada, de tal forma que, dice la compañía, “la principal arma del agresor o delincuente, la anonimicidad, queda eliminada” (una especie de MinorityReport en real). Hay una aplicación específica de esta tecnología para APIs (agentes de la propiedad inmobiliaria), un colectivo que tiene que vérselas cada día con decenas de personas que no conocen. Antes de empezar la visita de las casas, piden a los clientes hacerles una foto con el móvil.

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