Samcla

Samcla

Por Ramon Bori

Jordi Samon y Manel Claus son dos ingenieros de Mataró que en otoño de 2002 fusionaron apellidos y conocimientos para fundar SAMCLA, una empresa de ingeniería, que fundamenta su actividad en el área de los equipos electrónicos de control.


Jordi Samon y Manel Claus son dos ingenieros de Mataró que en otoño de 2002 fusionaron apellidos, conocimientos y experiencias en SAMCLA, una firma de ingeniería, que fundamenta su actividad en el área de los equipos electrónicos de control y que tiene su punto fuerte en los sistemas basados en microcontroladores y software de control a medida para sus clientes.

Transcurridos dos años y medio, hoy SAMCLA cuenta con 4 trabajadores, pero la empresa ya ha registrado 2 patentes. Se trata de un buen indicador del énfasis que estos dos emprendedores ponen en el conocimiento – y su protección- como estrategia para conseguir lo que el profesor Porter denomina el monopolio temporal del mercado.

Productos y Soluciones

«Diseñamos, fabricamos, vendemos e instalamos nuestros equipos electrónicos de control» -explica Jordi Samon, socio fundador e ingeniero superior de telecomunicaciones.

«Diseñamos y desarrollamos proyectos enteros –llaves en mano– y también colaboramos en partes de proyectos que, por su envergadura, algunas empresas no pueden asumir en su totalidad. Sea cual sea el proyecto, acostumbramos a partir de las especificaciones del cliente. Por ejemplo, hemos desarrollado una solución para el sistema de control de apertura de cajas de seguridad, sistemas de control del hormigonado de las cajas de caudales, controladores inteligentes de elevadores industriales o un sistema de control para la recarga de abono en máquinas de ‘empeñarse’.»

SAMCLA ha desarrollado productos propios para sectores tan diversos como el agrícola, el industrial y el deportivo, con clientes en el Maresme, Cataluña, Madrid y Centroeuropa.

Repasamos alguno de sus productos estrella:

Sistema de riego instantáneo inteligente para pistas de tenis de tierra: Soluciona dos necesidades básicas que se plantean en los clubes de tenis: proporcionar a los usuarios de las instalaciones un mejor servicio, que les permita controlar de forma muy sencilla el grado de humedad de la pista, y facilitar la tarea de los responsables del mantenimiento de las pistas mediante un sistema de riego, que les proporcione calidad, comodidad y ahorro de tiempo.

Detector de lluvia con sensibilidad configurable: SAMCLA ha desarrollado 2 configuraciones de detector de lluvia. Una es de de alta sensibilidad, capaz de detectar pocas gotas de agua y apta para las aplicaciones más críticas, como el control de ventanas de invernadero o el riego de instalaciones deportivas. La otra es una configuración de sensibilidad media, que detecta lluvia más consistente. Es apta para aplicaciones menos exigentes, como los riegos de jardín. Los aparatos se activan automáticamente mediante una célula detectora de agua y el usuario final no necesita actuar sobre el aparato.


Controlador por sistema de Mist con sensibilidad regulable: El equipo, diseñado y fabricado por SAMCLA, permite variar el nivel de humedad deseado para la hoja de la planta. El controlador se situa sobre la mesa del plantel, lo que permite aproximar su funcionamiento al comportamiento del agua de riego sobre las hojas de las plantas.

Controlador de carros de riego: Sistema basado en microcontrolador, capaz de gestionar el motor que hace adelantar el carro de riego dentro del invernadero, así como el sistema hidráulico que éste incorpora. Regula la velocidad del carro, el número de pasadas, la forma de aplicar el riego sobre el plantel, etc.

Controlador automático para la apertura y el cierre de ventanas de invernaderos basado en un anemómetro: Su funcionamiento es muy sencillo: sólo hay que ajustar con el potenciómetro la consigna de velocidad del viento a partir de la cual queremos que se cierren las ventanas del invernadero. Cuando el viento alcanza la consigna prefijada, se cierran las ventanas del invernadero, evitando que puedan ser arrancadas. El propio sistema gestiona automáticamente los golpes de viento, por lo que evita que las ventanas se abran y se cierren de forma continuada.

Historia de 2 amigos y una empresa

Jordi Samon, ingeniero superior de telecomunicaciones, y Manel Claves, ingeniero superior industrial, se conocieron en un lugar y unas circunstancias un poco peculiares para establecer lazos emprendedores: en la cima de la Colina del Hombre, haciendo la mili.

A 1707 metros sobre el nivel del mar, entre guardia y guardia, estos dos jóvenes de Mataró fueron descubriendo sus afinidades y forjando lo que sería el principio de una larga amistad.


  Turó de l’home

Afortunadamente, el período guerrero duró poco y ambos reanudaron su trayectoria profesional. Jordi, en una empresa de fabricación de maquinaria textil y más tarde en otra de diseño y fabricación de televisores. Manel, en una empresa de servicios para la horticultura.

Pasaron unos años y los dos amigos se reencontraron en el laboratorio de I+D de una empresa de fabricación de maquinaria textil del área de Barcelona. Pronto observaron cómo esta firma no alcanzaba las expectativas iniciales y cómo el departamento de investigación caía en picado.

«En aquellos años, mientras trabajábamos juntos, empezamos a hacer inventos como hobby» -recuerda Manel Claus. «Fuera del horario laboral, empezamos a diseñar y desarrollar equipos de control y aplicaciones para la agricultura.»

La empresa donde trabajaban entró en crisis. Finalmente, decidieron dar el salto del emprendedor. Se presentaron a la segunda edición (2002) de los premios Cre@tic, que convoca el Instituto Municipal de Promoción Económica de Mataró (IMPEM) y ganaron el primer premio.

Los 6.000? del galardón les proporcionaron motivación adicional y les ayudaron a poner en marcha esta iniciativa empresarial. En aquel momento, la empresa ya llevaba unas semanas instalada en un local del vivero de empresas de Mataró.

«El vivero es un espacio Plug & Work. La ventaja es que no tienes que preocuparte de ninguna instalación, ni del ADSL» –destaca Jordi Samon.

«Aunque se trata de una opción limitada en el tiempo –a tres años–, no la agotamos. Al cabo de un año y pico, nos juntamos con otras empresas para compartir los costes comunes del espacio que ocupamos hoy.»

El laberinto del emprendedor

«Nosotros empezamos con mucha ilusión y fuerza» -señala Jordi Samon. «Diseñamos, fabricamos y vendemos nuestros equipos, pero los comienzos siempre son complicados, porque todavía no puedes pedir un trato de empresa adulta.»

En este sentido, Jordi Samon explica las dificultades que han encontrado en el mercado a la hora de subcontratar proveedores y obtener pre-series y/o prototipos, a un precio razonable. Esta circunstancia finalmente los ha obligado a asumir algunas infraestructuras costosas para continuar produciendo los equipos SAMCLA.

Manel Clavos destaca «la distancia que hay entre la teoría que leemos en los libros de empresa y la complejidad de las experiencias de cada día».

Y concluye, «en un momento en el que las opiniones son excesivamente gratuitas y en el que todo el mundo se ve capaz de encontrar la solución a cualquier problemática, a menudo se escuchan consignas que tienen poco que ver con la realidad de las pequeñas empresas y que están basadas en tópicos. Por eso, no aportan mucho valor añadido al panorama empresarial en general y al del emprendedor, en particular».

«A menudo, incluso sirven para que la gente que está intentando hacer crecer una idea de empresa, tenga la sensación de vivir en una realidad diferente, que funciona también a una velocidad diferente».

Mataró, una locomotora del siglo XXI

Tanto Manel como Jordi, me confiesan su entusiasmo por el proyecto del tecnocampus. Esperan que esta fusión de universidad, empresa y tejido industrial actúe como la locomotora de Mataró en los nuevos sectores económicos y tecnológicos, alternativos al textil de toda la vida.

SAMCLA es el ejemplo de cómo dos jóvenes ingenieros de Mataró han optado por desarrollar su actividad empresarial al lado de casa.

«No obstante, hace falta que las buenas voluntades se conviertan en realidades, que la gente se lo crea de verdad y que Mataró se acabe consolidando como un referente en la promoción de los emprendedores y vuelva a funcionar como locomotora y capital de la comarca», puntualizan.

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