23 Ene Repartir ilusión por internet
Llega un e-mail con el título “El Gordo se vende aquí”. El producto se llama “El Saco de Oro”, cuesta 100 euros y consiste en un paquete de participaciones en 400 décimos diferentes de la lotería nacional. La oferta corresponde a Lotonet, proveedor de apuestas on line de una pequeña administración, en un pequeño pueblo de 1.500 habitantes en el Pirineo catalán. ¿Les suena… La Bruja de Oro?
Bueno, hablamos de una administración pequeña únicamente en metros cuadrados, porque es la que más vende en España con diferencia, más que todas las Islas Canarias, Galicia, o la Rioja, Navarra y Cantabria juntas. Su facturación en 2008 superó los 110 millones de euros, más del el 85% de los cuales se venden por internet. A pesar de ser un negocio con más de 10 millones de clientes, La Bruixa d’Or –nombre original, en catalán– invierte año tras año en el mundo virtual para seguir siendo líder no sólo de las apuestas en Europa, sino en el mercado del comercio electrónico mundial.
A pesar de volar por la red a ritmos inalcanzables para cualquier competidor, cuando Xavier Gabriel, propietario y fundador, abre el establecimiento cada día a las nueve y media de la mañana, ya le está esperando una larga cola de clientes. Acuden a este pueblo como auténticos peregrinos a la búsqueda de la suerte, aunque Gabriel prefiere decir que lo que vende es “ilusión y optimismo”. Efectivamente: la ventanilla de la administración reparte ilusión y optimismo a 20 euros el décimo, a unos clientes que no sólo compran para ellos, sino para multitud de amigos, familiares, vecinos y conocidos. ¡Más de cinco millones de décimos cada año! Sort está lejos de casi todo el mundo, y vale la pena aprovechar el viaje de alguien de confianza para encargarle una dosis de fortuna. En un día normal, pueden pasar por la administración de Sort –curiosamente en el número 13 de la Avenida Generalitat– un millar de personas.
Evidentemente, durante los fines de semana de noviembre y diciembre, la media se triplica. Xavier Gabriel se muestra satisfecho del triunfo de su negocio en internet, pero también orgulloso de que, a pesar de lo fácil que es comprar a distancia, cada día se acumulen mayores colas en su único establecimiento físico, a tres horas en coche desde Barcelona o Zaragoza.
Cuatro personas despachan de cara al cliente a un ritmo vertiginoso, sin descanso, aunque para cantidades importantes los ingresos llegan directamente por la red a traves de los bancos. De todos modos, a los conocidos de reservas importantes se les invita a pasar y a ser atendidos personalmente por Xavier o por su esposa, Rosa Galí, que es a la vez la titular del negocio. “¡La cola real, es muy real! Y los que compran en la red”, bromea Xavier Gabriel, “¡serían la muralla perfecta para que nadie cruzara el Pirineo!”.
Lo que sin duda no pueden hacer los clientes on line es el ritual más sagrado en Sort: frotar sus décimos en la nariz de la estatua de la bruja que preside el comercio.
El lotero más famoso del mundo insiste en que “las colas delante de la administración son marketing sin coste alguno. Está claro que agradecemos enormemente a todo el que hace un esfuerzo para acercarse hasta Sort, porque, gracias a eso, los futuros clientes entran en un mundo de magia, ilusión y alegría. Es fantástico ver amigos y clientes esperando su momento para comprar su décimo con una actitud positiva, incluso tras la espera con un bocadillo en las manos, para no perder su turno, y lo mismo se contempla en las mesas de los restaurantes, que se turnan para acudir a la compra de loterías para los suyos, para sus comercios o para sus empresas”.
La ilusión, o la suerte, no se vende únicamente en forma de décimo. En la web de la Bruja de Oro, podemos encontrar combinaciones personalizadas, modernas, adaptadas a todos los bolsillos y gustos. Puestos a crear historias de las que ilusionan al cliente, los otros juegos de la Lotería Nacional están tutelados por los padres de la Bruja. Incluso tenemos la posibilidad de bajarnos, de forma totalmente gratuita, todas las ofertas y novedades de la web, entre ellas innovadores salvapantallas, fondos y mp3 para ordenador y móvil. El objetivo de este merchandising virtual es el de llevar la marca de La Bruja a todos los rincones, y para eso no hay nada mejor que ocupar todas las pantallas del mundo.
Fruto del camino recorrido en materia de comercio electrónico, La Bruixa d’Or (La Bruja de Oro) ha repartido grandes premios por la red, algunos de ellos vendidos íntegramente on line. De hecho, ya se cuentan por centenares los millones de euros repartidos gracias a su división on line. Según Xavier Gabriel, el reparto de grandes premios a través de la red “nos ha permitido mostrar cómo la Bruja vuela por los aires, cómo está en internet para estar contigo siempre que tú quieras. A la vez, la red te permite, sin molestarte, adquirir tu décimo de uno en uno o de mil en mil las doce horas del día… Y las doce de la noche”.
Esta flexibilidad, evidentemente, contribuye a incrementar incesablemente clientes y número de ventas on line. Todavía existe una cierta reticencia del usuario a pagar virtualmente, pero “la fama, notoriedad y prestigio de La Bruja de Oro salva este obstáculo natural”, según su propietario. “Si alguien quiere tener nuestros décimos en las manos, basta con que juegue un mínimo de 100 euros para que al día siguiente pueda tener sus décimos al otro extremo de España”, asegura Gabriel. Por eso se ha convertido en el principal cliente de Seur en España.
Del fenómeno virtual de La Bruja de Oro hablan medios todo el mundo, acrecentando la repercusión y la dimensión de la base de datos de esta empresa, que, a pesar de mantener su naturaleza familiar, se codea con grandes empresas y multinacionales –bancos, compañías energéticas, cadenas comerciales– en acuerdos de colaboración sobre importantes promociones.
La Bruixa d’Or ha sido pionera en el mundo virtual. En 1994, colgó su primera web, y desde entonces ha sido la primera tienda virtual en lo que a apuestas se refiere. También en la web, comercializa merchandising a través de la tienda de su Fundación. La Fundación de la Bruja de Oro, involucrada en la ayuda a niños con síndrome de Down y enfermedades inusuales de baja prevalencia, recibe cantidades importantes gracias a las ventas de cualquier artículo –120 referencias de joyería, ropa, comestibles y juguetes–, así como el beneficio íntegro de los libros de Xavier Gabriel, el último “Las 13 claves de la suerte” (Now Books).
Igualmente, en la web podemos obtener el único producto que, según los expertos, nunca pierde valor: un lingote de oro de diferentes pesos pero, siempre, de 24 quilates de pureza y certificados por joyeros de prestigo nacional.
Pero la carrera tecnológica no acaba aquí. Xavier Gabriel quiere “estar siempre a la última, conocer lo mejor y las novedades más atractivas para el cliente o el usuario”. Xavier y La Bruja tienen un canal propio en Youtube con más de treinta vídeos de producción propia, su grupo en FaceBook, sus álbumes de Flickr y sus espacios en la Wikipedia y en MySpace, además de innumerables animaciones de La Bruja de Oro circulando por el ciberespacio. La intención de la firma es seguir aumentando la notoriedad de marca y el máximo de visitas y registros en su web, y por eso fomentan la aparición en redes sociales desde las cuales el usuario se vea invitado a visitar su página.
El mismo motivo ha llevado Xavier Gabriel a convertirse en uno de los personajes más mediáticos del Estado, con aparición –hasta el momento– en más de 5.300 entrevistas a medios interesados en el triunfo de este innovador emprendedor, siempre pendiente de “pensar en lo último para ser el primero”. Y es que, antes de ser lotero, implantó los deportes de aventura en España, como el rafting y una docena más, a la vez de producir dos series documentales en pleno Amazonas, Neblina y Ventana al Cielo, adquiridas por televisiones europeas, suramericanas, japonesas y americanas.
Su nueva aventura será el viaje espacial a bordo de una nave de Virgin Galactic –propiedad de Richard Branson. Dentro de muy pocos meses, Gabriel se convertirá en el primer turista espacial español, y el primer catalán en pisar el espacio, una auténtica campaña de marketing que él mismo califica como “la mejor después de Cristóbal Colón”.
Desde este pueblo cuyo nombre, Sort, él mismo tradujo al castellano como “suerte”, La Bruja de Oro ha repartido cerca de treinta grandes premios de la Lotería Nacional. Y eso, sin contar situaciones como la del sorteo de Navidad de 2007, cuando –además de dar el Gordo– más de la mitad de los décimos cobraron algún reintegro gracias un gran riesgo aceptado por Xavier Gabriel: confiar en que el Gordo acabaría en uno y adquirir la mitad de las series en esta terminación. En casos como éste, el lotero deja de lado toda ciencia o tecnología para sentenciar: “La Bruja me hizo caso”.
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