03 Jul Pujol Muntalá. Metodología para potenciar la innovación
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Los orígenes de la compañía se remontan al 1940, al taller del abuelo del actual presidente de la empresa, Òscar Pujol. Pero realmente la empresa se constituyó con el padre, Manel Pujol, que en aquella época comenzó a fabricar engranajes y otras piezas de recambio para la floreciente industria textil. ?Desde entonces Pujol Muntalà ha sido una empresa innovadora que comenzó a crear producto propio. Surgió de un fabricante de recambios y comenzó a fabricar los primeros reductores de velocidad industriales?, explica Venanci Pellicer, actual director general de Pujol Muntalà.
La empresa pasó muchos años fabricando reductores de velocidad para aplicaciones industriales, en general. Pero a Manel Pujol se le ocurrió que éstos podían tener una aplicación no muy extendida pero sí comercial. A finales de los años 50 comenzaban a haber coches en España así que Pujol ideó servirse de un motorreductor para levantar la persiana de un garaje. ?Se hizo el primer elevador o automatismo de puerta que permitía abrir y cerrar las puertas de los garajes. Es decir, viniendo de una aplicación muy industrial fue hacia una aplicación más doméstica?, subraya Pellicer. A partir de ese momento, a finales de los 70, se comenzó a crear una nueva línea de negocio, la de los automatismos de puerta de garaje, con la introducción también en el mundo de la electrónica.
La diversificación vendría a comienzos de la década de los 90 con la adquisición de Campabadal, dedicada a la fabricación de multiplicadores y reductores especiales. De esta compra surgió otra área de negocio para Pujol Muntalà: los multiplicadores para energía eólica. ?De la mano de Ecotecnia, una compañía de energía eólica de Barcelona, comenzamos a entrar en este nuevo mercado. Conjuntamente se han ido desarrollando nuevos multiplicadores de potencia y hemos pasado de los de 600 kilovatios (kW) a los 1.600 kW actuales?. Según explica Pellicer, estos sistemas permiten generar 1.600 kW de corriente eléctrica a partir de las 20 vueltas que da la pala del aerogenerador. ?Es la parte más compleja que hay en estos sistemas y además tienen que durar 20 años, que es el tiempo al que se hace el cálculo de retorno de la energía eólica?. La compra de la empresa sirvió a Pujol Muntalà para constatar que se podía hacer un producto, y el desarrollo de la tecnología vino después. ?Estamos haciendo diseños de una máquina de 2.500 kW que se espera que esté lista para dentro de un par de años. Ahora estamos preparando una de 1.500 kW para la India y otra de 2.000 kW para Portugal, pero son ajustes de la máquina actual?. Una de las características de que hace gala la empresa es de la capacidad de que, partiendo de una necesidad o de una personalización para un cliente, puede identificar la existencia de un nicho de mercado que puede llevar a requerir ese producto.
Nuevos productos
En cuanto a innovación de productos, Pujol Muntalà tiene en marcha tres proyectos en automatismos de puertas y está desarrollando una empresa de fabricación de puertas de garaje, con la que espera poder innovar en aspectos de seguridad y de protección. Se decidió que al reductor hacía falta darle inteligencia y se creó la marca comercial Intellipower para poner en marcha una línea de producto de mecatrónica y ya cuentan con tres: un convertidor de frecuencia, un arrancador a distancia y un control de un eje. Y a parte, se está creando la capacidad de generar software para determinadas aplicaciones.
Sobre las energías alternativas, la estrategia de producto pasa por desarrollar un producto que sea el estándar de mercado a través de Wind Power Transmissions, empresa nacida en 2004. En esta área incluyen otro producto: el heliostato, un soporte para los espejos de los campos de energía solar, que además, los orienta siguiendo el sol.
No sólo personas
?La innovación en nuestra organización es bastante débil?, reconoce el director general. Por ello desde hace un año Pujol Muntalà ha estado definiendo junto con el Centro Tecnológico de Manresa (CTM) el proceso de innovación dentro de la compañía. ?Creo que hasta ahora la innovación era más bien fruto de ideas de ciertas personas que, por su capacidad e influencia en la organización, las sacaban adelante, y no como consecuencia de un proceso organizado dentro de la compañía. Esto quiere decir que hay una persona que en su día fue propietaria y que tenía una gran capacidad de generar ideas, procesos y cosas nuevas: la empresa era innovadora porque contaba con esta persona, no porque la empresa fuera innovadora por sí misma?, resume el también presidente del Comité Ejecutivo del CMT. Según Pellicer, desde la institución se ha detectado que tanto la investigación y el desarrollo como la gestión de la innovación son aspectos que no están bien interiorizados en las organizaciones de las empresas. ?En cambio Pujol Muntalà es una empresa con producto propio que durante muchos años ha tenido investigación y desarrollo. Esto es un hecho diferencial importante comparativamente con otras empresas quizás de mayor tamaño?. Sin embargo, remarca, ?como la mayoría de empresas que tiene producto propio y son innovadoras, no lo tienen interiorizado?.
Establecer el proceso
?Y ahora estamos dando este paso?. Para Pellicer el problema radica en la vinculación de la innovación a las personas y en la asociación de innovación y creatividad. Las empresas han de tener una forma de canalizar estos temas. ?A eso se denomina proceso de gestión de la innovación que conduce a que la empresa no dependa de la persona sino que la organización sea capaz de generar por sí sola ideas innovadoras y llevarlas a la práctica?. El CTM utiliza una metodología que no es propia pero colabora en la implementación en las empresas manresanas que requieren su asesoramiento. Esta metodología consiste en crear dentro de las empresas un proceso de gestión de la innovación por el que todas las ideas innovadoras se puedan analizar, discutir y decidir si se afrontan o no. En el año que Pujol Muntalà lleva trabajando con el CTM ha identificado ya todo el proceso. También se han reconocido una serie de personas importantes en este procedimiento para crear unos órganos de decisión donde se puedan plantear todos los procesos o productos innovadores que surjan. Siguiendo esta metodología se ha seleccionado, para cada una de las áreas, una persona responsable de coordinar todas las ideas generadas. Así se hace un primer filtrado y los resultados se trasladan a una parte del Comité de Dirección, que es, a su vez, el Comité de Innovación, en el que se valora si realmente las ideas tienen sentido y entidad para sacarlas adelante e invertir o no.
Generar ideas
Por el CTM han pasado unas 15 personas de Pujol Muntalà y en el proyecto de momento se han integrado en el primer y segundo nivel de la organización, aparte del departamento de ingeniería. ?Una vez dominemos el proceso lo haremos extensivo a otras partes de la empresa, siendo el área comercial una de las primeras. Por el momento todas las áreas están representadas mediante algunas personas?. Según Pellicer, se espera tener la capacidad de generar, conducir y evaluar muchas ideas que se generan para traducirlas en una mejora de servicio o en un producto innovador en el mercado. ?Creo que a veces la innovación se orienta mucho a producto sobre todo cuando se habla de una empresa industrial. Y necesariamente no tiene que ser un producto sino que se puede innovar un servicio, una forma de hacer un negocio?. Así lo importante es ver una forma distinta de hacer las cosas: desde el propio producto hasta la forma de acercarse al mercado.
?El método enseña a gestionar y se incluye un análisis del funcionamiento de las áreas de la empresa y también se identifican quiénes son los generadores de ideas más importantes de la empresa. Después se hacen números y en función de ellos se define un producto, se nombra un jefe de proyecto y se tira adelante?. Fruto de esta metodología ya se ha producido una idea novedosa en cuanto a automatismos de puertas a través de este proceso que se lanzará en breve. ?Las expectativas son que se generen muchas ideas. La única duda que tenemos es la capacidad de gestionarlas. Los recursos son limitados por lo que tendremos que ser selectivos con las ideas. A veces habrá que decir que no, pero eso no debería conducir a la frustración o al abandono?, avisa.
El director general de Pujol Muntalà tiene claro que también es importante conducir correctamente la innovación pues ésta podría no hacerse bien y llevar a la empresa a la quiebra. Por ello, remarca, es importante que la innovación y las ideas se lleven a cabo en el momento adecuado. ?Algunas grandes innovaciones han sido desastres económicos importantes porque han llevado su idea al mercado diez o veinticinco años antes de que el mercado estuviera preparado?, avisa.
Mejora continua
Según su director general, el éxito de Pujol Muntalà se basa en producir y comercializar una gama amplia de productos, diseñados por personal propio, sometidos a estrictos controles de calidad, y montados y expedidos de forma personalizada. La obtención del certificado ISO 9001 en 1994 respaldó su política de buscar la máxima calidad final. ?El sistema de calidad y la ISO 9001 del año 2000 han demostrado que apostamos por la mejora continua. En todas las áreas definimos cuáles son los objetivos cualitativos y cuantitativos de la empresa y todos ellos se siguen de forma organizada?. Este plan de mejora se crea, se aprueba, se sigue durante el año y se cierra final del ejercicio. ?De la misma manera hay un sistema de sugerencias de mejora y luego se analiza su viabilidad para llevarlas a la práctica?.
Perfil de las personas
A pesar de metodologías y procesos, evidentemente todo deriva de las personas. ?Son lo principal: todo comienza por la selección y el desarrollo de las propias personas?. Por ello, dentro del proyecto iniciado hay una parte dedicada a la formación y en concreto a poner de relieve cómo se puede plasmar una idea, desde que se ve algo que se podría hacer de forma distinta hasta realmente poder convertirla en una idea innovadora dentro de la empresa. ?Muchas veces tenemos ideas pero no siempre sabemos generarlas y explicitarlas?. Según Pellicer, para innovar se ha tener un perfil especial. ?Se ha de ser un poco creativo y ésta es una capacidad casi innata. Si a las personas les falta un mínimo de creatividad, les falta innovación?. Por tanto el perfil de las personas y su inteligencia emocional tienen mucho que ver con la capacidad de innovación. ?No queremos personas que no tengan esa chispa para innovar. Por ello, dentro de nuestro proceso de selección hemos establecido una serie de parámetros un poco diferentes de los que teníamos hasta ahora y también en el proceso de desarrollo de personas?. La compañía ha marcado unas variables que han de facilitar que las personas que se incorporen nuevas tengan, de entrada, la semilla, ?es decir, que tengan el perfil adecuado para que se puedan integrar en este proceso de innovación?. Durante muchos años se ha dado muchaimportancia al expediente académico pero, según Pellicer, cada vez más se tienen en cuenta otros aspectos como la iniciativa y la entrevista vuelve a ser un elemento decisorio. ?Incluso hay empresas que valoran lo que se ha hecho antes de entrar en la universidad, porque en esa edad es cuando se forma el carácter?, explica. La compañía está intentando integrar estas tendencias en su proceso de selección, y ya han detectado una serie de valores que deberían reunir los candidatos.
Hacer crecer
Con la cuidada selección del perfil no acaba la tarea porque después la organización también tiene que ayudarles a crecer. ?Debemos ayudar a crecer a nuestros trabajadores a nivel personal, de forma de gestión y de comunicación interna, además de en temas técnicos?.
La filosofía de la empresa es tener las mejores personas que se pueda en función del tamaño de la compañía, para seguir haciendo crecer Pujol Muntalà. ?Somos una empresa catalana y queremos seguir siéndolo, con nuestro centro de decisiones aquí, liderando ciertos sectores del mercado, tanto en España como en otros países. Necesitamos hacer una transformación de la parte manufacturera de la empresa para poder seguir existiendo, lo que significa que nos veremos obligados a deslocalizar fabricación?. El objetivo de Pujol Muntalà es continuar invirtiendo cada vez más en el área de ingeniería y en I+D, considerados valores fundamentales. En este sentido la compañía cuenta con alianzas con empresas de Brasil y de la India para fabricar, comercializar y hacer transferencia de tecnología y también con una empresa rusa. No descarta hacerlo en otros mercados donde observa un potencial de crecimiento también a nivel comercial.
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