08 Feb Las bicicletas eléctricas, ¿el medio de transporte del siglo XXI?
A las bicicletas convencionales, los automóviles y las motocicletas le ha salido un fuerte competidor que está redefiniendo los medios de transporte habituales y que está cambiando la manera de concebir ciertos vehículos en las áreas urbanas: las bicicletas eléctricas pisan fuerte.
De algunos millares de ejemplares en los años 90 a 120 millones de modelos en circulación en la actualidad, las bicicletas eléctricas se han convertido en un auténtico fenómeno en la China y su industria se ha vuelto tan poderosa que las ventas de estos vehículos han crecido enormemente en la India, Europa y Estados Unidos. China está exportando varios modelos producidos a nivel nacional y los mercados occidentales han decidido imitar esta tendencia de producción local. De prácticamente no existir hace una década a ser una industria que genera 11 billones de dólares. Y lo mismo sucede en la India, que ha pasado de no vender ni un solo ejemplar en los dos últimos años a tener un potente mercado que en 2011 podría llegar a eclipsar Europa. Y si no, basta fijarse en las cifras de Hero Electric, una división del mayor productor de bicicletas y motos indio, que de vender 100.000 unidades en 2009, tiene una previsión de venta de 250.000 en 2012. Los datos hablan por sí solos.
Aunque Asia es el principal consumidor de este nuevo medio de transporte, Estados Unidos y Europa también se perfilan como mercados potenciales que harán crecer las ventas de este artículo. Por ejemplo, el año pasado en Holanda un tercio del presupuesto dedicado a la producción de bicicletas se destinó a la fabricación de bicicletas eléctricas y se prevén pautas de consumo similares en Alemania, Francia e Italia. EE.UU. también confirma esta tendencia de consumo a la alza con cerca de 200.000 unidades vendidas el año pasado, aunque no llega a las cifras de los mercados asiáticos.
A medida que está creciendo este mercado, se están desarrollando dos tipos de bicicleta. El primero es similar al clásico ciclo con pedales, pero tiene un motor eléctrico que se activa cuando el ciclista selecciona esta función o cuando pedalea. Este tipo de bicicletas son más típicas de Estados Unidos y de Europa, donde mucha gente usa el motor eléctrico principalmente para ayudarse si hay viento o si tiene que subir cuestas. El segundo tipo de bicicleta ha triunfado en Asia y consiste en bicicletas más grandes que se parecen a las Vespa scooter. Tienen varios pedales pequeños que la mayoría de ciclistas no utilizan ya que funcionan exclusivamente con baterías. Estas bicicletas pueden llegar a los 48 km/h y hasta a los 80km/h si las baterías están completamente cargadas.
¿Pero, cuáles son las claves del éxito de las bicicletas eléctricas? ¿Qué son fáciles de usar? ¿Qué son baratas? ¿Qué respetan el medio ambiente? Investigadores chinos y americanos señalan que la gente usa más las bicicletas por la comodidad y el ahorro de tiempo que representan que por el hecho de ser un vehículo no contaminante. Las mejoras tecnológicas y el diseño ligero son otro de los atractivos de este vehículo, especialmente entre la tercera edad. Aunque lo usan principalmente jóvenes y público adulto, cada vez más gente mayor se anima a utilizarlo, especialmente en algunos países europeos como Francia, Italia o Alemania, y también en Estados Unidos, donde empieza a usarse como medio de transporte diario para desplazarse hasta el lugar de trabajo.
Como todo vehículo, las bicicletas eléctricas tienen sus pros y sus contras. Por cada kilómetro recorrido, este medio de transporte produce menos emisiones de gases contaminantes que los automóviles. Sin embargo, las bicicletas eléctricas chinas usan cinco baterías de plomo en su ciclo de vida, cada una de las cuales contiene entre 20 y 30 libras de plomo. Esto obliga a llevar a cabo estrictos programas de reciclaje para evitar una alta contaminación.
Además, en China, los ciudadanos que usan este tipo de vehículo a menudo invaden los carriles para bicis, donde se mezclan con las bicicletas convencionales y peatones, aumentando el riesgo potencial de accidentes. Esto plantea serios problemas de regulación del tráfico a las autoridades, que en algunos casos han optado por prohibir la circulación de las bicis por estos carriles, como en Toronto, o bien por las calles, como en Nueva York. Otras ciudades americanas están estudiando un proyecto de ley para limitar la velocidad de estos vehículos.
Otro inconveniente de las bicis eléctricas es que, como es obvio, en caso de colisión los ciclistas son más vulnerables que los conductores de los turismos y que las baterías deben recargarse cada cierto tiempo, hecho que quizás abra la puerta a la producción de estaciones de recarga solares, tal como está haciendo Toyota con el coche eléctrico en Japón. El uso de las bicis eléctricas como medio de transporte alternativo al automóvil o la motocicleta también se ve frenado en Europa y en Estados Unidos por la falta de cultura ciclista. En ambos sitios se usa la bicicleta, pero ésta no se concibe como un medio de transporte, sino más bien como un instrumento para hacer deporte o pasear.
Aunque hay algunos aspectos que podrían mejorarse y aún debe superar ciertos obstáculos, la industria de las bicicletas eléctricas se está destacando como un sector muy potente que está revolucionando el mercado de los medios de locomoción en Asia. ¿Seguirán esta tendencia Europa y Estados Unidos? ¿Se transformarán también sus industrias?
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