Laboratorios Sanifit. Transferencia tecnológica para prevenir los cálculos renales

Laboratorios Sanifit. Transferencia tecnológica para prevenir los cálculos renales

Por Fernando L- Mompó

Capítulo extraído del libro de Infonomia 25 empresas de futuro


Sanifit, ubicada en la isla de Mallorca, ejemplifica un tipo de iniciativa empresarial todavía demasiado poco frecuente en España por operar en un terreno en apariencia exclusivo de los grandes grupos farmacológicos: El de la transferencia tecnológica en el ámbito del desarrollo de medicamentos. Todo ello, además, a partir del conocimiento obtenido desde un entorno de investigación universitaria.

 

Los fundadores de Sanifit, Joan Perelló y Bernat Isern, cuentan, no por casualidad, con un origen profesional común. Ambos se licenciaron en la facultad de Química de la Universitat de les Illes Balears y ambos entraron a formar parte del LILR (Laboratorio de Investigación en Litiasis Renal), un equipo fundado en el seno de esta Universidad que lleva 20 años investigando sobre la formación de cálculos renales y la manera de prevenirlos. En este contexto, el LILR ha dedicado especial atención al estudio de las propiedades de un componente denominado «fitato», que ofrece poderosas capacidades inhibidoras de la cristalización de las coloquialmente llamadas «piedras» de riñón, es decir, de los cálculos renales cálcicos, que suponen más del 80 % del total.

 

El fitato se encuentra de manera natural en cereales, legumbres y frutos secos, alimentos cuya presencia en nuestros platos resulta cada vez más escasa debido a los actuales malos hábitos dietéticos. Diferentes estudios han confirmado un notable descenso de este componente en nuestro organismo paralelo a un creciente aumento de la incidencia de la formación de cálculos renales cálcicos. Mientras la investigación médica de los últimos años ha logrado importantes avances en las técnicas utilizadas para su eliminación, poco se ha hecho al respecto en el campo de la prevención. La formación de cálculos renales depende de varios factores. Sin embargo, en muchas ocasiones, corrigiendo tan sólo uno de ellos podría evitarse y disminuir su incidencia de forma drástica. Por ejemplo, aumentando la presencia en el organismo de un inhibidor de su cristalización como el fitato.

 

 

Mejor por vía tópica

 

El grupo de investigación del LILR experimentó un espectacular avance al descubrir que el fitato también se absorbe de forma muy efectiva a través de la piel cuando se aplica tópicamente, circunstancia que la propia estructura de su molécula no hace fácilmente evidente en primera instancia. El descubrimiento fue patentado y se empezó a considerar la idea de que, tras este avance, naciera una empresa con la misión de convertirlo en un beneficio accesible al conjunto de la sociedad.

 

Diferentes estudios han demostrado que los tratamientos preventivos de las «piedras» de riñón que utilizan píldoras terminan, al cabo de un año, en una pérdida de seguimiento muy significativa (hasta el 70 %). La formación de cálculos resulta una enfermedad que no suele producir dolor alguno hasta que se presenta con una crisis en forma de cólico nefrítico. Además, su incidencia en las personas proclives a su formación conduce a un tratamiento preventivo que debe mantenerse durante el resto de la vida. Ambas circunstancias hacen pensar que una forma de prevención más cómoda y sencilla, como la utilización de un parche transdérmico utilizable durante varios días o semanas, podría reducir fácilmente los índices de abandono del tratamiento.

 

Sanifit fue creada en el 2004 como una spin-off de la Universitat de les Illes Balears. Poco después, la perentoria primera necesidad de capital sería cubierta por Invenzia, una empresa ubicada también en las Islas Baleares y especializada en el acceso a la financiación de empresas con alto potencial de crecimiento, así como en el desarrollo de los planes de negocio y estratégicos para conseguirlo. Sanifit ha podido contar, junto con la financiación aportada por Caixa Capital Risc, con capital de Genoma España -una empresa que promueve el desarrollo de la investigación en el sector biotecnológico- y un crédito Neotec por parte del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI).

 

 

Otras aplicaciones

 

Con este capital, Sanifit ha podido iniciar durante el año 2007 las pruebas necesarias para convertir en fármaco su conocimiento sobre el fitato y su forma de aplicación tópica. En este sentido, la joven empresa desarrolla diferentes líneas de investigación.

 

Además de estudios sobre la litiasis renal, el LILR ha realizado junto a Sanifit otras investigaciones que le llevaron a concluir que el fitato puede actuar también como un poderoso inhibidor del desarrollo de calcificaciones cardiovasculares. Estas calcificaciones, que se van generando con el paso de los años, conducen a un aumento de la rigidez de venas y arterias que facilita el padecimiento de enfermedades cardiovasculares. Por ello, su prevención puede llevar a una importante reducción de este tipo de dolencias.

 

Por otra parte, el fitato puede suponer también una solución a la formación del sarro dental, que no deja de estar formado del mismo modo por un tipo de fosfato cálcico presente en ciertas litiasis y otros tipos de calcificaciones. Durante las últimas décadas, gran parte de la investigación para el control de placa dental se ha desarrollado desde un enfoque antibacteriano. Como consecuencia, han aparecido en el mercado numerosos productos antisépticos que han demostrado distinto grado de eficacia. Pero no se ha utilizado ninguna sustancia que prevenga la formación y el crecimiento de las incrustaciones cálcicas.

 

Por ultimo, se ha demostrado también que el fitato puede ser empleado en productos de aplicación industrial para la prevención de la formación de cal en tuberías y en aparatos en los que la calcificación pueda suponer un problema. La empresa está desarrollando también pruebas en este terreno y ha protegido este tipo de aplicación con una patente propia.

 

 

Subcontratación que acelera el time-to-market

 

Sanifit desarrolla distintas estrategias para el desarrollo de cada producto. Las relativas a la prevención de la litiasis renal y las calcificaciones cardiovasculares resultan, lógicamente, las más complejas. El desarrollo de un fármaco requiere de numerosas y extensas pruebas clínicas sometidas a una estricta legislación internacional, muy exigente en cuanto a las condiciones, el entorno de trabajo, etc. de su realización. Sanifit ha optado en estos casos por la subcontratación de diferentes empresas especializadas. Esta subcontratación resulta prácticamente una obligación para una empresa del tamaño de Sanifit pero es, además, la opción lógica desde un punto de vista presupuestario y, sobre todo, de reducción del time-to-market, ya de por sí extenso en el caso del desarrollo de un medicamento.

 

La solución para la prevención del sarro dental es la línea de Sanifit más próxima a llegar al mercado. Al no estar considerada como fármaco, el LILR y Sanifit han asumido el desarrollo de las pruebas clínicas para su formulación en forma de enjuague bucal. Estas pruebas han demostrado ya que la utilización de este enjuague de forma continuada reducía notablemente la formación de placas dentales calcificadas en personas proclives a sufrir este problema. Será el primer producto en el mercado de esta joven empresa y la primera materialización, de las muchas que Sanifit quiere hacer realidad, de la transferencia tecnológica del conocimiento desarrollado durante los últimos años en este campo por la Universitat de les Illes Balears.

 

Ideas Fuerza

 

–          Mientras la investigación médica de los últimos años ha logrado

importantes avances en las técnicas utilizadas para la eliminación de los

cálculos renales, poco se ha hecho al respecto en el campo de la prevención.

 

–          El grupo de investigación del LILR alcanzó un avance espectacular

al descubrir que el fitato también se absorbe de forma muy efectiva a través

de la piel cuando se aplica tópicamente, circunstancia que la propia

estructura de su molécula no hace fácilmente evidente en primera instancia.

 

–          El desarrollo de un fármaco requiere numerosas y extensas

pruebas clínicas sometidas a una estricta legislación internacional. Su

subcontratación resulta prácticamente una obligación para una empresa del

tamaño de Sanifit, pero es además la opción lógica desde un punto de vista

presupuestario y, sobre todo, de reducción del time-to-market.

 

–          La solución para la prevención del sarro dental es la línea de

Sanifit más próxima a llegar al mercado. Al no estar considerada como

fármaco, el LILR y Sanifit han asumido el desarrollo de las pruebas clínicas

para su formulación en forma de enjuague bucal.

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