La sabiduría de la multitud

La sabiduría de la multitud


© Ruca

 

En un fantástico e instructivo libro, The Wisdom of Crowds, traducido al castellano por ?Cien mejor que uno?, James Surowiecki nos explica que ?bajo determinadas circunstancias? los grupos grandes (o sea, las multitudes) son notablemente inteligentes, de hecho más inteligentes que las personas más inteligentes del grupo.

O sea, la agregación de la inteligencia de la multitud genera una inteligencia colectiva excelente. Así, Surowiecki sugiere que en lugar de ir buscando siempre un ?experto? como aquel que es más inteligente y tiene la solución para un determinado problema, quizás fuera mejor, simplemente, ?preguntar a la multitud?.

 

Este autor avisa, sin embargo, de que, para que una multitud sea inteligente, es preciso que se cumplan unas ciertas condiciones. Según él, cuatro:

1) diversidad: el grupo de personas debe ser suficientemente diverso, para que todo el espectro de posibles opiniones esté representado

2) independencia: cada persona decide basándose en la información individual que tiene, y no en el comportamiento de los demás

3) descentralización: las personas del grupo tienen un cierto grado de especialización en su área de conocimiento local (o sea, hay experiencia distribuida), y

4) agregación: hay algún tipo de mecanismo para recabar la opinión de los individuos con el fin de derivar una decisión colectiva

Hay un fantástico ejemplo, creo, de cómo las decisiones colectivas son excelentes cuando se cumplen estas condiciones: el mecanismo de pagerank de Google. En Google se cuentan cuantos links tiene una página desde otra página. Una página ?vota? por la relevancia de otra poniéndole un link. Así, al sumar los ?votos? que las demás páginas dan a una página determinada se mide la relevancia de esta última (que no su visibilidad, o sea, lo que la gente la visita).

Las ?votaciones? son realizadas por millones de páginas (detrás de las cuales hay personas que las han hecho), de temas increíblemente diversos, y han puesto los links a otras páginas con gran independencia (aunque aquí quizás deberíamos discutir un poco más? porque hay algunas páginas que se convierten en referentes de facto sin que la gente ni siquiera las conozca bien, caso de los periódicos?)

Volviendo al tema de las cuatro condiciones, me da la impresión de que empiezan a aparecer algunas paradojas. Así, este es un momento de la historia en la que prácticamente las cuatro condiciones se podrían cumplir cada día. Hay, en principio, acceso a tanta información como se quiera, cada cual puede especializarse en lo que prefiera, hay mecanismos novedosos para recabar las opiniones, etc.

Pero, curiosamente, es también el momento en que estamos, quizás, más desinformados, y en el que seamos más susceptibles de ser manipulados, en masa. O sea, es más difícil en la práctica asegurar que las personas son informacionalmente independientes.

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