Ke!847 La sabiduría de la multitud

Ke!847 La sabiduría de la multitud

En el fantástico e instructivo The Wisdom of Crowds[1], James Surowiecki explica que bajo determinadas circunstancias los grupos grandes son notablemente inteligentes, de hecho más inteligentes que las personas más inteligentes del grupo. O sea, la agregación de la inteligencia de la multitud genera una inteligencia colectiva excelente. Así, Surowiecki sugiere que en lugar de ir buscando siempre un experto en el grupo, al más inteligente y que tiene la solución para un determinado problema, quizás sería mejor, simplemente, preguntar a la multitud.

 

Este autor avisa, sin embargo, de que para que una multitud sea inteligente, es preciso que se cumplan unas ciertas condiciones. Según él, cuatro:

 

diversidad: el grupo de personas debe ser suficientemente diverso, para que todo el espectro de posibles opiniones esté representado; independencia: cada persona debe decidir basándose en la información individual que tiene, y no en el comportamiento de los demás; descentralización: las personas del grupo deben tener un cierto grado de especialización en su área de conocimiento (o sea, hay experiencia distribuida); y agregación: hay algún tipo de mecanismo para recabar la opinión de los individuos con el fin de derivar una decisión colectiva.

 

Hay un fantástico ejemplo de cómo las decisiones colectivas son excelentes cuando se cumplen estas condiciones: el mecanismo de Pagerank de Google, en el que se cuentan cuántos enlaces tiene una página desde otra página. Una página vota, en la práctica, la relevancia de otra poniéndole un enlace. Así, al sumar los votos que las otras páginas dan a una página determinada se mide la relevancia de esta última (que no su visibilidad). Las votaciones son realizadas por una diversidad de millones de páginas de temas increíblemente diversos, detrás de las cuales hay personas que han puesto los enlaces a otras páginas con gran independencia[2].

 

Volviendo al tema de las cuatro condiciones, me da la impresión de que empiezan a aparecer algunas paradojas. Así, éste es un momento de la historia en el que prácticamente las cuatro condiciones citadas se podrían cumplir cada día. Hay, en principio, acceso a tanta información como se quiera, cada cual puede especializarse en lo que prefiera, hay mecanismos novedosos para recabar las opiniones, etc. Pero, curiosamente, es también el momento en que estamos, quizás, más desinformados, y en el que somos más susceptibles de ser manipulados, en masa. O sea, es más difícil en la práctica asegurar que las personas son informacionalmente independientes[3].

 


[1] Traducido al castellano por Cien mejor que uno.

[2] Aunque aquí quizás deberíamos discutir un poco más… porque hay algunas páginas que se convierten en referentes de facto sin que la gente ni siquiera las conozca bien, caso de los periódicos.

[3] Ver IdeaFuerza Dedicarse a una cosa.

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