16 Mar Ke!841 Precio dinámico
Uno de los juegos más intrigantes para el futuro presente, quizás uno de los más innovadores y excitantes, es el del precio dinámico: un modelo de mercado en el que las cosas no tienen un precio fijo en el tiempo, sino que el precio es determinado por el mercado instantáneo, más exactamente, por lo que el cliente esté dispuesto a pagar en cada momento, o por el precio que se indique de acuerdo con las circunstancias. Se dirá que el mercado define el precio, pero aquí la idea es que un mismo producto puede tener distinto precio según cuál sea el mercado instantáneo, y según el individuo y la situación de éste en un momento determinado, incluso en qué sitio está exactamente. O sea, cada persona es un mercado diferente en cada sitio y momento. El precio iría en función del espacio y del tiempo: p=p(x,t).
Alguien ha argumentado que la idea del precio fijo es un invento del siglo XX. Antes, cuando querías un vestido negociabas su precio con el sastre. Lo mismo en la mayoría de transacciones que implicaban dinero. El mercado era más un bazar que un supermercado donde las cosas tienen un precio en la etiqueta.
El modelo de precio dinámico tiene mucho que ver con la idea de subasta. Y sabemos que ha tenido un gran éxito en webs de mercados entre individuos como eBay, donde te puedes deshacer de cualquier cachivache al precio que el mercado determine. Este modelo se cree que se extenderá, en especial, a todos aquellos mercados en los que el producto se quede obsoleto rápidamente, y haya necesidad de deshacerse de inventario con velocidad.
Lo veremos incluso en el supermercado: los yogures se renuevan ya cada día en los supermercados de Japón y al final del día tienden a saldarse, a bajo precio. Incluso se usan ya tecnologías de pantallas baratas para poder variar ágilmente el precio de los productos a cada minuto si así se desea1. Las tecnologías de tinta digital o e-ink2, o de Electro Liquid Powder3 así lo permitirán. Se trata de la posibilidad de cambiar “en pleno vuelo” el precio de los productos, de forma centralizada, desde el puesto de mando del supermercado, o a través de la etiqueta de radiofrecuencia que todos los productos llevarán pegada o impresa.
Y quizás también lo veremos en las máquinas de vending de refrescos, cuyos chips decidirán si la alta temperatura y la elevada demanda en un determinado momento aconsejan subir el precio de las latas, o todo lo contrario. Literalmente, te podrás encontrar un precio ahora y otro bastante diferente dentro de unos minutos, porque las circunstancias ambientales (temperatura y demanda) habrán cambiado. Faltará ver si esto gustará o no.
1 Ver www.itworld.com/Comp/3825/ 020320nanotechdisplay/?idgnet.
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