Ke!836 Soberanía del tiempo

06 Feb Ke!836 Soberanía del tiempo

Ser dueño de tu tiempo es el mayor de los lujos. Es ya el culmen del lujo. Tengas o no dinero. Poder decidir a qué dedicas el día, ser soberano de tu tiempo.

Tener tiempo libre entre semana, para montar en bicicleta y pasear cerca del mar. Poder hacer vacaciones cuando quieras. No gastar tu tiempo en las colas de las autopistas. Poder aprender lo que desees sin tener que conformarte con arrinconar la idea hasta que te jubiles, momento en el quizás ya no seas capaz de hacerlo.

Tener silencio. Poder leer con tranquilidad. Jugar.

El lujo del movimiento lento1 en el que el tiempo gotea y te sientes parte de un universo que sigue su curso, y no te absorbe una cuenta de resultados que acelera vidas que no saben dónde van. Ciudades que, con su lentitud bien cuidada, certifican que vivirás tu vida con gusto, en lugar de simplemente consumirla.

El tiempo se está instaurando como el verdadero lujo en un mundo de prisa y trivialidad.

Hasta el punto que los ricos comprarán tiempo. Calma. Tranquilidad. Silencio. No fiestas glamourosas, ni aceleración.

Porque cuando algo se hace inaccesible se convierte en un lujo: eso es ya el tiempo.

Y como la paciencia se está convirtiendo en un recurso escaso, quien sepa decirte lo que se debe hacer en la mejor relación idea/tiempo, ganará tu aprecio.

Y por esto este mensaje es tan corto…

1 Las slow cities italianas (città slow) (www.cittaslow.stratos.it).