Ke!835 Anti-nano

Ke!835 Anti-nano

La nanotecnología ya está aquí. La manipulación de materiales a escala molecular o atómica va a revolucionar campos enteros de la industria, desde la informática a la siderurgia, pasando por el tratamiento de superficies, los lubricantes o la medicina. La idea es fabricar en-muy-pequeño, la miniaturización a gran escala, aplicada a lo insospechado: desde mejores y más eficientes placas solares de transformación directa de los fotones en electricidad, hasta sistemas más simples y baratos para desalar o potabilizar agua. En el extremo, y ya casi en los dominios de la ciencia ficción, nanorobots invisibles que hacen cosas, incluso dentro de nuestro cuerpo1.

Uno puede imaginarse incluso nanomáquinas que se replican a si mismas, a partir de materiales que encuentran en su entorno, constituyendo una forma de vida artificial. Quien crea que esto está aún muy lejos, puede sorprenderse viendo el vídeo del primer sistema robótico que se replica a si mismo, experimento llevado a cabo en la Universidad de Cornell2.

Ya sea desde la realidad imaginable y plausible, o desde la ciencia-ficción más radical, lo cierto es que la nanotecnología puede traernos nuevos problemas. Se cumpliría así, una vez más, la máxima de que todo avance científico y tecnológico conlleva a la vez un cierto retroceso, o de que la bondad tecnología trae consigo también algunos inconvenientes3.

En el caso de la nanotecnología, una de las preocupaciones crecientes es la potencial toxicidad de las nanopartículas. Literalmente, puede que esas partículas que generemos “jugando con los átomos” acaben perturbando nuestras vías respiratorias. Más aún, pueden acabar penetrando en nuestras células y “evadir nuestro sistema inmunológico”. Hay ya algunos informes al respecto, en los que se advierte de los peligros de una industria de la nanotecnología que no tome precauciones. Es como si de pronto fuera a aparecer una nueva rama de la contaminación industrial, más sutil y tóxica, en especial porque sería invisible para nosotros: la nanopolución4.

Más atrevido aún. Volviendo al caso de las máquinas que se replican, ¿no podría ocurrir que estas nuevas vidas se replicaran sin control hasta convertirse en una plaga? ¿Cómo nos afectaría esto como especie? ¿Cómo controlar la reproducción de las máquinas? Incluso, ¿tendríamos derecho a hacerlo? ¿Quién diseñará la nueva ética de un mundo compartido entre máquinas y robots?5

Los activistas medioambientales tienen que poner su atención en una nueva dirección, como si no tuvieran ya suficiente trabajo…

1 Es una sutil paradoja que las empresas que están inventando la industria de lo muy pequeño pueden acabar siendo las megacorporaciones del año 2050: los gigantes de lo enano.

2 Puede verse en www.nature.com/news/2005/050509/multimedia/050509-6-m1.html.

3 Ver IdeaFuerza Segunda derivada de la tecnología.

4 Ya hay algunos grupos anti-nano organizados, como ETC (Action Group on Erosion, Technology and Concentration), www.etcgroup.org, que piden una moratoria en el uso de nanopartículas hasta que se aclare su potencial toxicidad.

5 Recuérdense, al efecto, las Leyes de la Robótica de Asimov.

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