15 Sep Ke!804 Productividad personal, innovación organizacional
Dos de las palabras clave para las empresas son productividad e innovación. Hay que ser eficiente (productividad)1 y hay que ser diferente (innovación). Y ambas cosas deben ocurrir simultáneamente, porque aunque es imprescindible ser eficiente ya no es suficiente. Esta dualidad se multiplica con otra, si cabe, más importante: que las empresas tienen una doble escala de funcionamiento, la individual (están hechas de personas) y la organizativa (están hechas de grupos de personas). Cuando combinamos todas estas variables se nos muestra con viveza los grandes retos que tendrán las organizaciones en el futuro (ver diagrama superior).
Lo que hoy sabemos de productividad es básicamente a nivel organizacional. Hemos conseguido grandes resultados cuando se trata de pensar la empresa como un proceso, como una máquina que debe estar bien engrasada. Sabemos hacer funcionar una empresa como una cadena de producción (se lo debemos a Henry Ford, entre otros), pero en una economía cada vez menos industrial y más de servicios la gente trabaja con símbolos, ideas y conocimientos. Entonces lo que necesitamos no es sólo que la organización como un todo sea más productiva sino que cada persona sea más productiva, incrementar la productividad individual de los trabajadores del conocimiento. La clave está en aportar tecnologías a los miembros de una empresa que les permitan ser más productivos, con sus manos y con sus cerebros,2 multiplicar la capacidad de los individuos mediante tecnologías de la información, con herramientas de productividad informacional.
Cuando hablamos de innovación estamos anclados en la idea de que se trata de creatividad personal, de invención aislada. Y, en cambio, lo que necesitamos es innovación sistemática, en equipo, metódica. Hay que pasar de la innovación como cosa personal a la innovación como tarea organizacional. Es preciso que seamos capaces de pensar de forma innovadora.
El reto está en conseguir las dos cosas a la vez, que las mentas creativas de la organización (que deberían ser todas las que hay en ella) sepan aprovechar las herramientas tecnológicas para innovar mejor siendo al mismo tiempo muy eficientes. Ello implica una organización abierta a leer las posibilidades de las tecnologías, y dispuesta a dejar pensar, probar, prototipar, a su gente. Porque está demostrado que sólo cuando las tecnologías de la información se acoplan con cambios en la forma de trabajar en las organizaciones se consiguen mejoras en productividad e innovación.3 Hay que ponerse ya a multiplicar individuos por organizaciones, productividad e innovación.
1 Se define la productividad como el cociente entre lo que generamos y los recursos que precisamos para conseguirlo.
2 Ver la IdeaFuerza Gold-collar worker.
3 Ver los estudios sobre productividad de McKinsey y los de Eric Brynjolfsson en el MIT.
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