Ke!758 Hacia la gentonomía? (tagging o folksonomy)

Ke!758 Hacia la gentonomía? (tagging o folksonomy)

http://atomiq.org/images/folksonomy_space.gif

Uno, que ya tiene unos años (digitales), ha visto muchas cosas. Todavía se acuerda, como quien dice, de la primera portada de Yahoo… era algo como esto (que he conseguido en Archive, http://www.archive.org).

La idea de los “locos” de Yahoo era indizar toda la Web, o, al menos, las páginas más interesantes, en un árbol de categorías (una taxonomía) que un humano (más o menos normal) pudiera entender (cosa difícil de principio, tanto lo de encontrar un humano “normal” como lo de hacer “fácil de entender” algo como la selva de enlaces). La idea de que alguien “organizara” el caos creciente de páginas fue bienvenida. Fue tan bienvenida que otros muchos siguieron: Altavista (os acordáis?), Excite, etc, muchos de los cuales, por cierto, todavía existen.

Pero la indización de base humana fue superada por la potencia de navegación sistemática de Google, que con su algoritmo de determinación de relevancia PageRank (en la que los resultados de una búsqueda aparecen ordenados de acuerdo con la “popularidad” de una página en términos de cuántas veces otras páginas enlazan hacia ella) hizo un paso histórico en la carrera humana por encontrar información cuando se necesita.

Soy de los que piensa que, dentro de unas décadas, el PageRank se recordará como una de las mejores contribuciones al progreso humano. De hecho, en algún texto que hemos comentado ya aquí, sobre la evolución de la sociedad a partir de los pioneros, se ha utilizado justamente el título “from the steam engine to the search engine” (del motor de vapor al motor de búsqueda), poniendo así en el mismo nivel dos de los instrumentos que han cambiado definitivamente nuestra forma de vida.

Internet es hoy Google y al revés, en el sentido de que es ya impensable la Red sin un motor que te ayude a localizar cosas. Google es, como mostraba una de las portadas del Technology Review de 2005, el nuevo dios digital. No en vano sus acciones van como van.

Aunque también advertía que “por cuanto tiempo?”.

Bien, quizás le esté surgiendo ahora un potencial competidor. Y curiosamente, esta propuesta vuelve un poco a los orígenes: a los humanos que identifican la relevancia de las páginas para ayudar a sus congéneres a no perderse. Pero con una diferencia sustancial: no se trata de una “redacción” (a sueldo, por ejemplo) que va haciendo su trabajo de hormiguita digital organizando páginas, sino que se trata de que todos los humanos que navegan se conviertan en determinadores de relevancia durante su navegación.

La idea es, pues, la categorización colaborativa, mediante el uso de etiquetas (tags) con palabras claves libres. Es el “social bookmarking”. Parece que la categorización de una pieza informacional funciona tanto mejor cuanto más gente la describe (o sea, la “sabiduría de la multitud”). Hay una explicación de este nuevo fenómeno, que en sajón recibe el nombre de Folksonomy o Tagging, justamente en Wikipedia, que es, claro está, una enciclopedia construida colaborativamente (http://en.wikipedia.org/wiki/Folksonomy). Yo me permito traducirlo libremente por gentonomía.

Algunos “buscadores” basados en la gentonomía: del.icio.us (http://del.icio.us/), Tagbert (http://tagbert.com/) o Technorati (http://www.technorati.com/).

Justamente en Del.icio.us (que parece ser el fundador del concepto, en 2004), se explica cómo funciona: “Once you’ve registered for the service, you add a simple bookmarklet to your browser. When you find a web page you’d like to add to your list, you simply select the del.icio.us bookmarklet, and you’ll be asked for information about the page. You can add descriptive terms to group similar links together and add notes for yourself or for others.”

No tengo ni idea de si esto funcionará. Tengo mis dudas. Quizás la principal es el “no acuerdo” que varias personas pueden tener sobre qué es una cosa: le damos distintos nombres a lo mismo. Otra es que en este sistema no hay enlaces sinonímicos entre las palabras (términos) usados. Otra es, como me comentó el otro día un criptógrafo, que este tipo de sistemas colaborativos, como Wikipedia, tienen un techo: llega un punto en el que no crecen, quizás porque las personas voluntariamente colaborativas constituyen un número finito, mientras las páginas en Internet parecen reproducirse más allá de lo humano (cosa que ocurrirá literalmente cuando cada objeto en el mundo esté identificado mediante una etiqueta y sea localizable en la Red). Gente muy lista, como Clay Shirky, también muestra sus dudas (http://www.corante.com/many/archives/2004/08/25/folksonomy.php). Aunque también advierten sobre su potencial interés de futuro.

La cuestión no es trivial, porque en el fondo de la cuestión está el dilema entre la exhaustividad (todo lo que hay sobre), y la relevancia (lo más útil sobre). El mundo googlelizado en un mundo de la exhaustividad. Pero el mundo de los humanos, al menos mientras no consigamos reemplazar nuestro cerebro por algo mejor, es un mundo de proceso limitado de información (no podemos aumentar nuestras horas de vigilia), y para sobrevivir informacionalmente, la relevancia es crítica.

El tagging promete un cambio en nuestro acceso a información relevante, hecha por personas para personas. Quizás sea por esto que Amazon ha invertido en 43things (http://www.43things.com/), un espacio basado en gentonomía para compartir proyectos de vida, y Yahoo lo ha hecho en Flickr, un espacio para compartir fotos, que se organizan por, claro está, también por un sistema de gentonomía (tagging).

Claramente, se trata de otra forma de buscar. Pero además, se trata de una forma de relación social. La verdad es que cuando buscas algo “de verdad” lo haces así: para encontrar un buen libro sobre gestión del conocimiento uno puede acudir a Google o Amazon. Pero lo más “práctico” para encontrar un libro verdaderamente relevante, es acudir a un experto que haya leído muchos y te pueda aconsejar el mejor (el más relevante). O un experto que ya haya “etiquetado” unos cuantos en un espacio de marcaje colaborativo.

La clave está en que todos podamos etiquetar fácilmente con esta especie de post-its digitales lo que vamos viendo en la red, mientras navegamos. Y, en mi opinión, que lo podamos valorar con algún tipo de peso. Millones de personas haciendo eso, más un sistema que lo estructurara de alguna forma, podría convertirse en la revolución de conocimiento que sustituya a la granja de servidores de Google.

Lo veremos…

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.