Ke!721 Qué hemos aprendido en comercio electrónico, según The Economist

Ke!721 Qué hemos aprendido en comercio electrónico, según The Economist

The Economist publicaba un interesante dossier sobre el estado del comercio electrónico en el mundo, en él sintetiza lo que hemos aprendido y lo compara con lo que en su momento imaginamos…

(Tiempo estimado de lectura: 4 minutos)

En el número del 15 de mayo de 2004, The Economist publicaba un interesante dossier sobre el estado del comercio electrónico en el mundo ( http://www.economist.com/printedition/index.cfm?d=20040515).

La verdad, la lectura de este breve informe me ha resultado de gran utilidad, por cuanto sintetiza lo que hemos aprendido (qué funciona, y por qué), y lo compara con lo que en su momento imaginamos.

Así, para empezar, señala que los 55.000 millones de dólares que se vendieron online en los Estados Unidos en 2003 (cifras del Departamento de Comercio), y que representan sólo el 1,6% de total de las ventas por el canal minorista, no incluyen muchos de los productos o servicios más vendidos por la Red, como los servicios de turismo (sólo en Expedia.com y hotels.com, las ventas conjuntas fueron de 10.000 millones de dólares), el porno mueve unos 2000 millones, y el juego unos 6.000 millones.

Tampoco se incluye en esa cifra la cantidad de ventas entre individuos realizadas a través de espacios como eBay (unos 24.000 millones de dólares, nada menos).

Total, que la relación comercial online entre individuos, y entre empresas e individuos ya representan un volumen económico muy significativo.

Algunos datos más:

La mitad de los 60 millones de internautas en Europa compraron en 2003 después de hacer una consulta online.

De hecho, se comprueba que las fases en todo proceso de compra acostumbran a ser tres:

• Buscarel producto, online
• Tocar el producto, offline
• Comparar los precios, online

Así, no es extraño que algunos fabricantes, aquellos que tienen más claro que el posible comprador acabará acudiendo a tiendas online para comparar el precio y encontrar la mejor opción (como Apple o Sony), estén pasando de disponer tiendas a disponer showrooms: la función de éstos no es mostrar el producto para venderlo allí (stock and sale) sino facilitar al posible comprador una experiencia gratificante que le seduzca. En el showroom el cliente decide que quiere comprar el producto, pero no lo compra allí. El bazar online es más atractivo cuando se trata de estrujar los precios de la oferta.

A pesar de eso, la comodidad es una de las principales razones para comprar online para muchos de los consumidores. Pero eso implica un alto nivel de usabilidad, navegabilidad, y servicio al cliente. Y no todos pueden darlo.

Es por ello que no es extraño que el informe señale que las ventas se concentran en un número muy pequeño de sitios (Amazon, etc.). Se confirma aquí, pues, la idea de que en Internet, como en la mayoría de redes “reales”, unos pocos nodos concentran la mayoría de enlaces (ventas) (o sea, Internet se comporta como una “red libre de escala”, ver http://www.instituteofnext.com/leyes/index.asp?id=redeslibres).

También me ha sorprendido leer el detalle de los productos que más se venden en la Red:

Así, las pasadas Navidades, las ventas por canal minorista que más facturaron en Internet se produjeron en ropa.

Me sorprende menos que la venta de viajes (y turismo en general) tenga tanto éxito en la Red.

Pero nadie hubiera dicho en su momento que en eBay lo que más se venderá este año son coches (y piezas de coche) de segunda mano, por un valor total de 8.000 millones de dólares.

(De hecho, miento un poco, porque en algún mensaje anterior, muy anterior, del principio de la revolución Internet, allá en 1995 o 1996, comentamos que veíamos difícil que se vendieran coches nuevos por la red (aunque la gente la usaría para comparar vehículos), pero que la Red podía aportar algo de eficiencia en el problema de buscar y localizar automóviles de segunda mano).

Tres notas finales:

• Lo que nadie duda que funciona tremendamente bien en Internet (al menos, por ahora) son los anuncios de pago colocados en los buscadores (estar dónde la gente busca es una muy buena estrategia de comunicación, como Google y otros han descubierto).

• La banda ancha parece altamente correlacionada con el éxito del comercio electrónico: el crecimiento en los Estados Unidos de las ventas online se considera relacionado con el aumento del número de hogares con acceso de alta velocidad (ya son unos 50 millones de hogares).

• La percepción de seguridad en las transacciones online, por parte de los consumidores, continúa siendo la gran asignatura pendiente.

Así pues, algo de razón teníamos al meternos en este campo, ¿no?

Alfons Cornella
Infonomia.com

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