Ke!673 Productividad, transparencia y democracia: los retos de la administración pública

Ke!673 Productividad, transparencia y democracia: los retos de la administración pública

CDROM con la captura de contenidos
de la Jornada Internet & City

El pasado día 21 de marzo tuvo lugar en Barcelona la Jornada «Internet & City», organizada por el Ayuntamiento de Barcelona con la participación de Erkki Liikanen, Comisario Europeo de Empresa y Sociedad de Información, Geoff Mulgan, Director de la Unidad de Estrategia del Primer Ministro británico, Pekka Himanen, Director del Centro de Berkeley para la Sociedad de la Información, o Manuel Castells, del IN3 de la Universitat Oberta de Catalunya.

La Jornada giró alrededor de la dinámica «productividad-transparencia». Más servicios a los ciudadanos pero con menores costes de las administraciones, pero, al mismo tiempo, más canales de participación de la gente, más transparencia y, en definitiva, más democracia. El ciudadano en el centro del discurso de las actividades de la administración. Un esquema de democracia mejorada, contínua, innovadora. Algo sin duda especialmente necesario en momentos como los que nos ha tocado vivir. 

PARA PENSAR:

(Tiempo estimado de lectura: 7 minutos)

El pasado día 21 de marzo tuvo lugar en Barcelona la Jornada «Internet & City», organizada por el Ayuntamiento de Barcelona. El objetivo era debatir el presente y futuro próximo de la administración digital local (la relación entre administración local y ciudadano a distancia, a través de algún canal digital, en especial Internet). En el transcurso de la Jornada, expertos como Erkki Liikanen, Comisario Europeo de Empresa y Sociedad de Información, Geoff Mulgan, Director de la Unidad de Estrategia del Primer Ministro británico, Pekka Himanen, Director del Centro de Berkeley para la Sociedad de la Información, o Manuel Castells, del IN3 de la Universitat Oberta de Catalunya, así como los responsables de algunas de las experiencias más interesantes del mundo en administración local digital (e-local government), presentaron el estado actual de la cuestión, y lanzaron algunos retos a satisfacer en el futuro.

La primera idea a destacar de las distintas intervenciones fue la importancia de la administración local digital como estimuladora de la sociedad de la información. La experiencia de los ciudadanos con la administración local digital se centra en actos prácticos, del día a día, en el ámbito de la proximidad. Una experiencia satisfactoria del ciudadano con esta «internet de proximidad» puede fomentar un uso posterior de la Red en otro tipo de actividades, por ejemplo, el comercio electrónico. El intercambio de informaciones, comunicación y transacciones entre administración y administrados, de verdadera utilidad práctica, persiguiendo el aumento de la satisfacción del ciudadano, por un lado, y el aumento de la productividad por parte de las administraciones, son una buena forma de convencer a la ciudadanía de la utilidad de los canales digitales de relación.

Cómo moverse en bicicleta por Barcelona…

El término «productividad» fue uno de los más escuchados durante la Jornada. Fueron varios los ponentes que sintetizaron la importancia de conseguir un aumento de productividad en la administración como un factor esencial para hacer frente a los retos del futuro más cercano. Se trata, dijeron, de dar al ciudadano «más por menos», más servicios y satisfacción pero con menores costes. Las razones que van a obligar a este aumento de la productividad son varias. Pekka Himanen señaló, por ejemplo, que el aumento de la edad media, y más aún, el envejecimiento de la población occidental, va a representar una disminución de la capacidad recaudatoria de las administraciones, al tiempo que puede que deba aumentar la cantidad de prestaciones a dar al ciudadano. Pero mostró como, mientras que en la última década se han conseguido aumentos espectaculares en la productividad en sectores industriales como la industria de telecomunicaciones, el aumento conseguido en el promedio de las administraciones públicas es prácticamente nulo.

Comparación entre la evolución del aumento de la productividad en el sector de la industria de las telecomunicaciones y en el sector público, según Pekka Himanen.

Por tanto, afirmó que hay un gran «filón de aumento de la productividad» posible en las administraciones, un elevado margen de transformación hacia una mayor eficiencia. Las condiciones económicas restrictivas de los próximos años no darán más alternativa que explotar ese filón, y dar, en efecto, «más por menos» a los ciudadanos. En esta dirección puede que tenga un protagonismo relevante el uso de programas de código abierto, que permita a las administraciones centrar su inversión en la creación de contenidos y servicios de verdadera utilidad al ciudadano en lugar de dedicar los recursos simplemente a pagar licencias a los fabricantes de programas.

La necesidad de aumentar la productividad fue de nuevo recordada al finalizar el acto por el propio Alcalde de Barcelona, Joan Clos, cuando advirtió que la capacidad de endeudamiento de las administraciones locales se verá reducida en el próximo futuro por ley, de manera que la única forma de mantener el actual nivel de inversiones (por cierto, un elemento multiplicador esencial de la economía de los municipios) consistirá en reducir el gasto corriente de las mismas. O sea, no habrá más remedio que aumentar la productividad. De hecho, la intervención que cerró la Jornada, a cargo de Manuel Castells y Esteve Ollé, presentó la experiencia de la ciudad de Barcelona en el uso de las tecnologías de la información para la atención al ciudadano durante la última década, y en concreto, mostró como la apuesta por la digitalización de los canales de atención al ciudadano surgieron como respuesta a una necesidad de orden económico, de reducción de gastos.

Fue también unánime la idea que este aumento de la productividad de las administraciones locales no puede conseguirse sin una reorganización notable de sus propios procedimientos y procesos. No se puede simplemente pasar a automatizar procesos que se revelan ineficientes. Hay que aprovechar la digitalización de servicios al ciudadano para poner en cuestión la forma de los procedimientos, los flujos de trabajo de los procesos. Por tanto, es importante que se permita innovar a las diferentes unidades de la administración. Es cierto que puede estar muy establecida en las administraciones la inercia al cambio, por la comodidad de mantener la situación establecida, o por falta de estímulo a la transformación en aras de mayor eficiencia. Distintos ponentes vieron en esta estimulación de la innovación en las administraciones uno de los retos críticos para los próximos años. Habrá que buscar mecanismos de estímulo, reconocimiento e incluso remuneración de los innovadores, con el fin de buscar formas de aumentar la eficiencia, y conseguir así ese necesario aumento de la productividad. Y en este campo será necesario encontrar plataformas que permitan a las diferentes administraciones de las ciudades del mundo intercambiar sus experiencias, sus mejores prácticas, con el fin de aprender rápidamente de los éxitos y fracasos de los demás, y avanzar así más eficazmente en ese camino de innovación permanente en el servicio de las administraciones públicas al ciudadano.

Pero también fueron unánimes los ponentes al reconocer que el aumento de la eficiencia debe venir acompañada por otro motor importante de transformación: la participación de los ciudadanos. Los mecanismos de relación digital como Internet permiten hoy un nivel de participación impensable hace pocos años. Los ciudadanos pueden opinar, aportar sugerencias, vehicular sus quejas, hacer preguntas, con un dinamismo que puede resultar de gran utilidad tanto al administrado como a las administraciones. Para poner un ejemplo, el ciudadano puede aportar información muy afinada, y totalmente actualizada, sobre el estado de un determinado punto de la geografía de la ciudad («en este calle hay un bache», «los contenedores de reciclado de plástico están llenos), etc), El salto desde las webs que informan al ciudadano, hacia estos «sistemas públicos de información geográfica» (el ciudadano como informador a la comunidad), son sólo un ejemplo del aumento de la participación útil del ciudadano en la gestión de su ciudad. Cierto que, para que este sea así, es preciso también entrar en el debate sobre la necesidad de mejorar las infraestructuras digitales, y, más en concreto, de disponer de canales con el suficiente ancho de banda para que es relación pueda ser fluida, sin impedimentos de tipo meramente técnicos.

Finalmente, también se evidenció que el mejor servicio al ciudadano pasa por ofrecerle, en muchas ocasiones, una «ventanilla única», un único lugar en el que realizar sus trámites, comunicarse con la administración y pedirle información. Ello implica el reto de la coordinación de los sistemas de información entre las administraciones. Las experiencias llevadas a cabo en algunos países confirman que es este uno de los temas esenciales para el futuro.

Así pues, la Jornada giró alrededor de la dinámica «productividad-transparencia». Más servicios a los ciudadanos pero con menores costes de las administraciones, pero, al mismo tiempo, más canales de participación de la gente, más transparencia y, en definitiva, más democracia. El ciudadano en el centro del discurso de las actividades de la administración. Un esquema de democracia mejorada, contínua, innovadora. Algo sin duda especialmente necesario en momentos como los que nos ha tocado vivir.

Alfons Cornella
Infonomia.com

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.