Ke!669 Un método para innovar sistemáticamente

Ke!669 Un método para innovar sistemáticamente

Un teclado para zurdos
( http://www.thelefthand.com/lefwinkey.html)

¿Cómo conseguir que tu gente innove? ¿Y cómo conseguir que tu innovación sintonice con el mercado?

Es frecuente que nos digan que la mejor forma de innovar consiste en observar y escuchar a los clientes. Pero el problema es que, frecuentemente, los clientes no pueden imaginar más que variaciones (innovaciones incrementales) de los productos (o servicios) que ya conocen…

PARA PENSAR:

(Tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

Ya nadie duda de que innovar es la única forma de sobrevivir en mercados, como los occidentales, en los que la oferta supera a la demanda. El problema es, claro está, cómo innovar. Cómo conseguir que tu gente innove. Y cómo conseguir que tu innovación sintonice con el mercado.

Pues bien, en la sección «tool kit» de la Harvard Business Review de Marzo 2003 (p120, http://harvardbusinessonline.hbsp.harvard.edu/b01/en/common/item_detail.jhtml; jsessionid=HODJA1XQYW4JOCTEQENB5VQKMSARWIPS?id=R0303J), se presenta un «método sistemático» que me parece muy útil, y que paso a comentar. Se trata del artículo «Finding your innovation sweet spot», de Jacob Goldenberg et al, una colaboración entre profesores de la Hebrew University of Jerusalem, y la empresa israelí Systematic Inventive Thinking ( http://www.sitsite.com).

Es frecuente que nos digan que la mejor forma de innovar consiste en observar y escuchar a los clientes. Cierto. Pero el problema es que, frecuentemente, los clientes no pueden imaginar más que variaciones (innovaciones incrementales) de los productos (o servicios) que ya conocen. Otros apuestan por un método más radical, el «thinking out of the box», o sea, por realizar un brainstorming atrevido, con el objetivo de inventar nuevos conceptos. El problema es aquí como poner de acuerdo la «creatividad» desarrollada por el grupo de trabajo con las posibilidades reales de la empresa y con las necesidades del mercado.

Frente a estos dos métodos «tradicionales», los autores del artículo citado proponen un método más en la línea del «thinking inside the box»: se trata de observar el producto, descomponerlo en partes (físicas y atributos), y jugar con ellas diseñando nuevos productos, «recombinando» sus partes.

De hecho, proponen cinco formas sistemáticas de idear innovaciones de un producto:

1) SUSTRACCION: se trata de listar las «partes» de un producto, y eliminar algunas de ellas, incluso las más esenciales. De ello resultan posibles «productos virtuales», con posibilidades nuevas. Los autores proponen tres ejemplos, para que el concepto se entienda: el café descafeinado (se ha sacado un componente esencial del café, la cafeína), los refrescos sin azúcar (también podríamos decir «el azúcar sin azúcar», los edulcorantes), o la silla sin patas que algunos padres reconocen como instrumento esencial para dar la comida al bebé durante algunos meses de sus primeros años. Otros ejemplos que se me ocurren: las gafas sin montura (en las que el cristal sirve de montura), o un banco que no da servicios, sino sólo da intereses (ING).

La «silla sin patas» ( http://www.jane.es)

2) MULTIPLICACION: se trata de multiplicar algunas de las partes del producto. El ejemplo más claro aquí es el de la maquinilla de afeitar de doble hoja. De hecho, Gillette ya vende maquinillas de triple hoja.

Gillette Mach 3 ( http://www.mach3.com)

3) DIVISION: se trata de descomponer un producto en partes, y hacer de cada una de ellas un producto separado. Un ejemplo que dan los autores es el de los equipos estereofónicos, que antes se vendían integrados, se pasaron a vender por partes, y ahora se vuelven a vender integrados. Un segundo ejemplo lo encontramos en la radio del coche, en la que la parte frontal se separa para impedir que te la roben. A mí se me ocurre el ejemplo del mando a distancia del televisor: mientras que algunas marcas apuestan por hacerlo cada vez más complicado, otras apuestan por darle sólo la funcionalidad más elemental: pasar al canal siguiente o anterior, y aumentar o disminuir el volumen. Otro es el del horno de cocina, que en muchos casos ya es un electrodoméstico aparte de la cocina en sí, o el congelador, que también puedes tener aparte.

El mando a distancia simplificado RM-V1T de Sony

4) UNIFICACION DE TAREAS: se trata de asignar una nueva tarea a un componente del producto o de su entorno, unificando así dos tareas en un único componente. Los autores ponen como ejemplo el hilo anticongelante del parabrisas posterior de un automóvil, que también se utiliza en algunos como antena de radio. O, mejor aún, la maleta con ruedas, un gran invento para los que viajan. O las cajas de algún producto, que son usadas simultáneamente como manual de instrucciones (éstas se imprimen directamente en la caja). A mi se me ocurren más ejemplos, algunos de los cuales los hemos comentado ya en Infonomía: el marco de fotos que muestra fotos procedentes de un servidor ( http://www.ceiva.com), las libretas con hojas perforadas (de manera que no tienes que hacer los agujeros), la tarjeta VISA con foto incorporada (no tienes que mostrar tu identificación), la pantalla del iMac que era a la vez el soporte de la unidad de proceso, el reloj como instrumento de pago en SpeedPass ( http://www.timex.com/speedpass/). O la tarjeta para abrir la habitación del hotel que sirve a mismo tiempo como sistema desconectador de la electricidad de la misma. O el teléfono móvil con cámara incorporada. O la grapadora que lleva una plantilla para hacer los agujeros a diferentes tipos de papel. 

El receptor de fotos digital de Ceiva ( http://www.ceiva.com)

5) CAMBIO DE LOS ATRIBUTOS DE DEPENDENCIA: se trata aquí de cambiar los atributos de dependencia entre el producto o sus componentes y su entorno inmediato, buscando nuevas dependencias, o dependencias con nuevos elementos. Un ejemplo, la maquinilla de afeitar para mujeres. O las herramientas sólo para zurdos, como una tijeras (o cámaras de fotos, teclados de ordenador, etc; véase http://www.thelefthand.com). O las gafas que se oscurecen con el sol. O los remontes de esquí utilizados para el excursionismo en verano. O el uso de las escuelas para actividades no docentes por las tardes y noches. O los museos como salas de actos. O los enchufes como conexiones de una red de área local. O el tono diferenciado del teléfono para indicar personas concretas con las que siempre nos interesa hablar.

Tijeras para zurdos ( http://www.thelefthand.com/leffisscisfo.html)

En fin, habría muchísimos más ejemplos. Propongo al autor que mire a partir de ahora su entorno con un ojo de innovación sistemática. Si bien es probablemente cierto que muchos de los productos que hemos presentado no se innovaron de forma sistemática (y quizás son más resultado de la intuición que del análisis (véase el Principio del Capitán Kirk, http://www.instituteofnext.com/leyes/capitankirk.asp), los autores del artículo citado señalan que bien podrían haberse hecho así…

Por cierto, si eres un innovador de verdad en el campo digital, presenta tu candidatura a los premios del IGC2003: http://www.igc2003.net/premios/

Alfons Cornella
Infonomia.com

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