Ke!1017 El mito del garaje

Ke!1017 El mito del garaje

Uno de los mitos más bien establecidos sobre emprendedores es que muchas grandes empresas nacieron de jóvenes inexpertos, pero brillantes, trabajando sin descanso en un garaje, prueba que prueba (es la leyenda de HP, Apple, Netscape, y otros muchos). Pero la realidad parece mostrar, más bien, que las nuevas empresas surgen con frecuencia de la hibridación de talentos especiales que han ido madurando previamente en trabajos anteriores, en empresas maduras y establecidas.i

Algunos estudios muestranii que muchas nuevas empresas son, en realidad, “productos organizacionales”, o sea, son constituidas por profesionales con larga experiencia en una organización, que conocen muy bien un campo, en especial sus debilidades e ineficiencias, y, gracias a ese conocimiento, deciden lanzarse a crear una empresa para aprovechar la oportunidad.

La leyenda del emprendedor en el garaje es muy atractiva, épica, pero no responde, parece ser, a la realidad, y puede confundir a los emprendedores en potencia. En particular, el mito quita relevancia a la imprescindible socialización organizacional del innovador anterior a la maduración de su idea. La conclusión es muy clara: si quieres crear una empresa, más que buscar un garaje, busca un empleo en una empresa en la que desarrollar tus habilidades, hasta encontrar allí aquella idea que acabe derivando en tu propia empresa.

Un estudio realizado por encargo de compañías de inversión de capital riesgo indicó que el 91% de las empresas participadas por este tipo de inversores estaban relacionadas con la experiencia profesional previa de sus fundadores.iii Es en empresas “convencionales” donde los futuros emprendedores “adquieren la confianza, conocimientos de negocio, y conexiones sociales necesarias” para llevar adelante su proyecto.

Así pues, “las empresas no nacen en garajes, sino que nacen en otras empresas”.

Entenderlo tiene ahora una importancia crucial. Porque en estos momentos en los que tenemos imaginación con gran potencial económico, pero inmersa en un entorno poco dispuesto a invertir en lo nuevo, las empresas “sólidas” ya existentes podrían contribuir al desarrollo de nueva riqueza albergando a empresas emergentes que les aportaran la “visión” que a menudo les falta. Sería la visión multiplicada por la solidez, y a la inversa. Algo que comentamos en la idea-fuerza Middleground.

Lo ideal sería, pues, que los innovadores en las empresas no estuvieran asqueados por las limitaciones de la “forma convencional de trabajar” (es impresionante ver la cantidad de profesionales que consideran que en la empresa que les emplea no pueden hacer nada innovador) sino que sus empresas les ofrecieran la posibilidad de innovar desde dentro. Para que, quizás, acabarán convirtiéndose en intraprendedores (innovación en la empresa) o en emprendedores (creación de una nueva empresa, vinculada, o no, a la primera).

i Ver el artículo The myth about creation myths , en Fast Company de diciembre 2007, (http://www.fastcompany.com/magazine/113/column-made-to-stick.html)

ii Ver: A garage and an idea:  What more does an entrepreneur need?, California Management Review.  Vol. 48. No. 1. 6-28.

iii Ver nota 1 de este artículo.

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