Ke! 785 Power Paper

Ke! 785 Power Paper

El pronóstico del fin del papel ha sido uno de los más erróneos de la historia. Tenía toda la lógica: las pantallas convertirían los soportes físicos en obsoletos. Pero la realidad ha sido otra: gastamos más papel que nunca. La razón es que se ha demostrado que el papel es una interfaz genial. Un soporte de ideas y datos, fácil de usar, versátil (puedes escribir dónde sea), y duradero.1 Es además muy humano: nuestra historia corre paralela al papel.

Pero que el papel siga estando aquí no significa necesariamente que no cambie. Por el contrario, es posible que veamos innovaciones interesantes y útiles en este campo. Así, por ejemplo, Toshiba propuso un sistema de impresora o fotocopia que permitía la reutilización del papel: la tinta azul (de aquí el nombre del producto: e-blue) se volvía invisible gracias a un tratamiento térmico, lo que permitía reusarlo hasta cinco veces.

En otra línea, la compañía israelí PowerPaper2 ha lanzado el papel con energía incorporada, o visto desde el otro extremo de la cuestión, ha inventado las baterías que se pueden imprimir, tan finas como un papel. Se trata de un papel en el que las diferentes tintas hacen la función de un ánodo y un cátodo y, por tanto, se comportan como una batería. Son muchas las aplicaciones que se pueden imaginar con este material:

microbaterías flexibles y planas (ecológicas) para pequeños objetos

parches cosméticos que estimulan la piel mediante electricidad

relojes de papel, de duración limitada (para promociones comerciales)

blocs de notas de papel, con una calculadora incorporada

tarjetas personales que emiten sonidos o con imágenes móviles

anuncios impresos que ejecutan acciones

etiquetas de radiofrecuencia activas, o sea, que no esperan a recibir una señal del emisor para responder3

papel que transforma lo que escribes en un texto digital directamente4 y, ¿por qué no?, juguetes de papel eléctricos (¿electropapiroflexia u origami electrónico?)

Los productos de PowerPaper evidencian una tendencia hacia las «cosas» con autonomía energética, capaces de indicar dónde están y cuál es su estado. Tienen energía «a bordo», a bajo coste y de duración prolongada.5

Se trata de un claro ejemplo de tecnología disruptiva, una base sobre la que la imaginación deberá construir tantos servicios como sea capaz.

1 Se ha propuesto que los documentos esenciales de los últimos cincuenta años, que están en formato digital, sean impresos en papel para que se conserven durante milenios. La actualización constante de formatos digitales (diskette, cinta, CD, DVD, etc) hace pensar en que mucha de la información almacenada no será accesible en el futuro. Paradójicamente, la información de la era de la información puede que acabe evaporándose.

2 Ver www.powerpaper.com

3 Ver el ejemplo de Power-id (www.power-id.com)

4 Ver PaperPc en www.clairefontaine-paperpc.com

5 Más detalles sobre esta tecnología en www.powerpaper.com /3technology/1main.htm.

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