Ke! 734 La dialéctica entre explotar ideas maduras y explorar ideas nuevas

Ke! 734 La dialéctica entre explotar ideas maduras y explorar ideas nuevas

Hace unos días visité una de las que posiblemente es una de las mejores empresas del país. Y me sorprendió que una de las plantas de su sede corporativa estaba compartida por el departamento de Eficencia y el departamento de Innovación..

(Tiempo estimado de lectura: 4 minutos)

Hace unos días visité una de las que posiblemente es una de las mejores empresas del país. Y me sorprendió que una de las plantas de su sede corporativa estaba compartida por el departamento de EFICIENCIA y el departamento de INNOVACION.

No quiero hacer comentarios al respecto. Simplemente diré que me pregunté si era lógico que justamente esos dos departamentos compartieran la planta.

Este hecho coincidía con el final de la lectura de un interesante libro. Se trata del texto Weird ideas that work (ideas raras que funcionan), de Robert I. Sutton ( http://www.amazon.com/gp/reader/0743212126/002-6959623-9362415), un conocido profesor de Stanford.

Antes de entrar en la presentación y (brillante, en mi opinión) comentario de 11 (y media) prácticas raras que pueden ayudar a innovar mejor, Sutton hilvana un interesante capítulo introductorio sobre qué es la innovación, cómo se consigue innovar, y por qué estas 11 (y media) prácticas pueden ayudar.

Y es aquí donde presenta una idea que me ha parecido útil comentar.

La idea principal es que la empresa “moderna” vive una dialéctica profunda entre dos necesidades diferentes, casi contradictorias. Por un lado, para poder “vivir hoy” (o sea, para poder hacer dinero ahora), la empresa debe EXPLOTAR las ideas que desarrolló hace tiempo, y que ha sabido convertir en productos y servicios. Pero, por otro, para poder “vivir mañana” (o sea, para hacer dinero en el futuro), la empresa debe EXPLORAR nuevas ideas, nuevas oportunidades.

En el manejo de la tensión entre EXPLOTAR y EXPLORAR, en la combinación de estrategias, recursos, procesos y personas en las dos direcciones, está el truco para poder sobrevivir en un entorno competitivo que exige ser simultáneamente EFICIENTE (productivo) y DIFERENTE (innovador).

Cuando digo que es una tensión, y que hay una dialéctica entre la explotación de ideas maduras y la exploración de nuevas ideas, lo digo porque las características que hacen que se funcione bien en una y otra son muy diferentes.

En la EXPLOTACIÓN se persigue funcionar de manera rutinaria con error cero. O sea, se busca que todos los procedimientos y procesos estén perfectamente definidos, de manera que todo el mundo haga bien su trabajo. Es el reino de la calidad total. Equivocarse está mal visto. Se evalúa a la gente por los resultados económicos que se consiguen haciendo bien (= perfectamente) las cosas.

En la EXLORACIÓN hay que buscar la generación libre de nuevas ideas. Como dijo Linus Pauling, la única forma de tener buenas ideas es tener muchas ideas. En el libro citado, la empresa IDEO comenta que un porcentaje típico de ideas que acaban finalmente funcionando, de las muchas que se proponen, es sólo del 0,3%. La innovación es una actitud de experimentar sin fin. Es una aventura por descubrir. Es una pasión.

Los explotadores trabajan con una focalización completa en la cuenta de resultados a corto plazo. Los exploradores, con una focalización en descubrir, sin que puedan asegurar que eso acabará afectando la cuenta de resultados del futuro.

Para decirlo de una manera simplista pero gráfica, los que explotan las ideas están con los pies en el suelo. Los exploradores están en las nubes.

el primer servidor de Google, expuesto en Stanford una idea loca (exploración) que hoy es un negocio sólido (explotación)

La dialéctica entre estos “extremos” es compleja, porque la empresa los necesita a ambos. De hecho, si ahora podemos decir que entramos en una “economía de la innovación” (el número del Business Week dedicado a su 75 aniversario tiene por portada el lema “The Innovation Economy”), es porque, claramente, hoy no se puede sobrevivir en el tiempo si a la eficacia de la explotación de ideas maduras no se une la atrevida generación de nuevas ideas, conceptos, productos, industrias, que permitan sobrevivir en un entorno de copia acelerada, global.

La empresa necesita a ambos polos. Pero ambos polos son tremendamente distintos. Lo son las personas que trabajan en ellos. Lo son las motivaciones que les mueven. Lo son las formas de evaluar el “éxito” (resultados económicos en uno, ideas rompedoras en el otro).

Quizás en conseguir un balance equilibrado, una buena relación, entre ambos extremos estará la principal función del principal directivo de una empresa. El directivo debe hacer entender a ambas partes que son las dos caras de una misma moneda: que se necesitan mutuamente. Que una sin la otra no pueden existir.

Esa es exactamente la situación actual: ser eficiente es una condición necesaria para funcionar, pero sin la diferencia que se consigue con la innovación no se va a ningún lado.

Apple, explorador y explotador de ideas (su show room en San Francisco)

Finalmente, las empresas tendrán que gestionar muy bien a las personas de la empresa que están simultáneamente en ambos polos: en el del negocio presente y en el del negocio futuro. Quizás tendrá que conseguir que cada persona sea al mismo tiempo, en distintos momentos de su jornada, explotador de ideas maduras y explorador de ideas nuevas.

Pero todo parece indicar hoy que se precisa una doble innostructura (infrastructura de innovación): una laboratorio de ideas (ideaLab), con gente loca a la que se deje experimentar, probar y equivocarse una y otra vez, y una red de ideas (ideaNet), de la mejor gente del negocio “tradicional”, que pueda aportar ideas y experiencias sobre lo que ve “estando en la trincheras” (donde se genera el cash-flow que permite pagar los salarios), y que puede matizar con su realismo lo que el IdeaLab en libre vuelo haya generado.

Nada nuevo bajo el Sol. Esto es, en el fondo, lo mismo que comentamos en su día cuando presentamos el dipolo esencial entre el “espacio negro” (cash-flow oriented) y el “espacio blanco” (idea oriented) de las organizaciones (ver http://www.instituteofnext.com/extranet/index.asp?idm=1&idrev=1&num=575).

Alfons Cornella
Infonomia.com

Aportaciones de los lectores

Juanfran Vega
1605: Cervantes escribe «El Quijote», en el que se mezcla el hombre explorador, don Quijote el soñador de aventuras imaginarias, con el explotador, Sancho Panza el fiel escudero que guarda la comida y la cama. ¿Reescribiremos 400 años después, en el 2005, esta historia adaptada para el mundo empresarial? ¿Tendremos en nuestras empresas auténticos Quijotes? ¿No nos hacen falta ya de una vez Infoquijotes? ¿Los permitirán las empresas? ¿Se fomentará gubernamentalmente?

Marc Bernet
No se si lo hace que no soy muy ducho en estos temas pero me gustan algunas definiciones sobre explotar y explorar. Me gusta de veras.

Lola Vicente
Uno de los campos de la inteligencia artificial es el Aprendizaje por Refuerzo. Uno de sus retos es el intercambio entre exploración y explotación. El agente ha de explotar lo que ya sabe para obtener una recompensa, pero también debe explorar para poder seleccionar la mejor acción en el futuro. El dilema es que ni la explotación ni la exploración se puede seguir sin fallar en la tarea. Se deben intentar varias acciones y progresivamente favorecer aquéllas que sean las mejores.

Puedes encontrar este artículo en: http://www.instituteofnext.com/extranet/index.asp?idm=1&idrev=1&num=734

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.