Ignacio Cirac, vida de físico

Ignacio Cirac, vida de físico

Premio Príncipe de Asturias de Investigación

 

 Científica y Técnica 2006

 

 

Doctor en Física. Director del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica en Garching, Baviera. Centro donde también investiga Theodor W. Hänsch, premio Nobel de física 2005 .

 

 

 

 

 

 

Asesor científico y profesor visitante permanente en el Instituto de Ciencias Fotónicas de la Universitat Politècnica de Catalunya Uno de los máximos expertos mundiales en computación cuántica.

 

Finalista 2005 del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.

 

 

 

 

En el número 37 de la revista If  ya publicamos una extensa entrevista con el doctor Cirac que nos introducía en el elegante y fascinante universo de la computación  cuántica.

 

Lo que sigue son algunas reflexiones profesionales sobre la vida de un físico y sobre el estado de la investigación en  Estados Unidos, Alemania y España,  que en su momento –por falta de espacio — no vieron a luz.

 

 

Vocación internacional.- Soy catalán, nací en Manresa, estuve nueve años viviendo por aquí. A los diez años me fui a Madrid, estudié física en la Universidad Complutense y después de hacer el doctorado me fui a Estados Unidos año y medio. Al mismo tiempo, obtuve  plaza de profesor titular en la Universidad de Castilla-La Mancha. Estuve allí hasta 1996. Durante todo este tiempo trabajé en áreas relacionadas con la física atómica, láseres, mecánica cuántica, enfriamiento de átomos.

 

Cuando estaba en Estados Unidos me encontré con el comienzo de la revolución de la información cuántica, la computación cuántica.

 

En 1996 salió en la Universidad de Innsbruck  una plaza muy apetecible de catedrático. En aquella universidad está uno de los mejores grupos mundiales [de mi especialidad], la saqué y me quedé en Innsbruck. En el 2001 salió la plaza de director de un Instituto Max-Planck en Alemania (Max-Planck-Institut für Quantenoptik, MPQ ), y desde entonces estoy allí.

 

 

Al mismo tiempo que estudiaba físicas, hice tres años de ingeniería. En realidad, empecé de ingeniero aeronáutico, fui cinco días a clase y me pasé a físicas. Decían que lo importante era resolver problemas y más problemas. Lo importante era el número al final, no tanto entender los fenómenos.

 

Mis padres me decían, si haces físicas, no tienes el porvenir demasiado claro, así que a la vez estudiaba ingeniería. Cuando hacía el doctorado, ya vi que quería dedicarme a la física y dejé la ingeniería.

 

En España hay una muy buena formación en física, sobre todo teórica, luego no somos más tontos que los demás. Hay gente muy buena, lo que pasa es que no hay tanta tradición en muchos temas de investigación, y la política tampoco ayuda. Esto es por lo que estamos detrás de otros países.

Como en todo, hay gente muy buena, que a lo mejor destacan en algunos temas y están a nivel mundial. No es que en todos los temas estemos entre los mejores –como pasa en otros países–, pero tiene una explicación muy clara: tradición, política y  financiación.

 

 

 

 

<Video> Schrödinger cat state

Visual Quantum Mechanics  by Bernd Thaller at University of Graz

[Agradezco este link al Profesor Rainer Blatt de la Universidad de Innsbruck]

 

 

 

 

La endogamia ha existido siempre en España. A lo mejor en algunos grupos no existe. Hay gente muy abierta, que se va al extranjero, aprende, vuelve, pero típicamente lo que pasa es que la gente hace la tesis en un sitio y se queda ahí  para siempre. Esto es algo que está prohibido en Estados Unidos, Alemania y otros países.

 

El problema que veo aquí –con excepciones–es, ¿no sé si la gente está interesada en que los mejores vengan a su universidad? En otros países, sí. Cuando he participado en un comité para escoger a profesores, lo que quieres es a coger al mejor. Sea de donde sea.

 

Por supuesto, siempre hay intereses. Este puede ser más amigo, pero la idea fundamental es vamos a intentar traer a los mejores. Y en España –en algunos sitios– no sé si pasa esto o más bien dicen «nos quedamos aquí, con los que tenemos».

 

Estados Unidos es muy diferente a Alemania porque el sistema alemán es muy jerárquico. Está el catedrático, y los de abajo. Se invierte mucho dinero, pero no se dan posibilidades a los jóvenes. Los jóvenes están encuadrados en su sitio, pueden desarrollar su ideas pero siempre bajo la supervisión del jefe, mientras que en Estados Unidos se apuesta mucho por los jóvenes.

 

 

 

En Estados Unidos si un señor mayor, tiene mucha fama, pero no tiene un proyecto bueno pues no se lleva el dinero, se lo puede llevar un investigador joven. Esto es imposible en otros países.

 

A lo mejor en Estados Unidos no se puede llevar una investigación durante diez o veinte años porque hay modas. En Alemania, sí. Te pueden prometer investigación por doce años, aunque, a lo mejor, al principio no haya resultados. Cada situación tiene sus ventajas y desventajas.

 

En nuestro instituto — en Alemania– estamos ahora promoviendo traer a unos pocos jóvenes, realmente buenos, para darles mucho dinero y dejarles que hagan investigación completamente independiente. En Alemania también es posible, pero no es la regla.

 

 

Lo primero realmente chocante, y cuando lo explicas a la gente a lo mejor no se da cuenta,es que la mecánica cuántica te está diciendo que cuando no miras al sol, a lo mejor no está. Sólo cuando observas, defines las propiedades. Tiene implicaciones filosóficas, y hay gente que lo estudia.

 

 

Paradoja de Schrödinger

 

Esta es una visión del siglo XX que Einstein no creía, que mucha gente no creía, pero que en los años ochenta se hicieron muchos experimentos que demostraron que la naturaleza –queramos o no –es así. Las cosas no están determinadas, no están definidas hasta que no las observamos

 

 

 

Artículos relacionados en Infonomia:

 

Ramon Bori, Ignacio Cirac. Computación Cuántica,

 If, nº 37, oct. 05.

 

 

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