30 Abr High Line: un parque elevado que reutiliza la vía de tren
High Line es un parque creado sobre la antigua vía elevada de trenes de mercancías que fue construida en 1930 para alejar el tráfico de éstos en las calles neoyorquinas y evitar así accidentes. A finales del siglo XX, y gracias al empeño de una asociación de vecinos tras conocer la amenaza de demolición de la vía y al papel activo del ayuntamiento de Nueva York, High Line es hoy un parque único que se eleva en una ciudad que no dispone de mucho espacio donde proyectar nuevas zonas verdes.
El parque está unos 9 metros por encima de las calles que unen Chelsea con el Meatpacking district (West Village), uno de los barrios de moda de Manhattan, y tiene una longitud de 2,33 km. La primera parte del parque se abrió al público en junio del 2009, mientras el resto espera abrir sus puertas en 2011. El diseño corrió a cargo de James Corner Field Operation y Diller Scofidio + Renfro, mientras que el mobiliario fue ideado por la paisajista Lisa Switkin. Destacan los bancos de madera, las zonas para estirarse o el “anfiteatro”, que permite sentarse al estilo de los míticos edificios griegos (o estadios deportivos) mientras el tráfico de automóviles fluye bajo los “espectadores”. Cabe también señalar el carácter del parque como espacio de los neoyorquinos, que pueden hacer donaciones para ayudar al mantenimiento del High Line, o comprar productos en su tienda on line.
El parque ha sido diseñado para dejar ver las vías del tren sobre el suelo, siendo una especie de monumento al paso del tiempo y un ejemplo de reinvención del espacio en una ciudad que no deja de marcar nuevas tendencias; esta vez, gracias al empeño de un grupo de vecinos. El original parque ha rejuvenecido el barrio, atrayendo progresivamente turistas que descubren nuevas vistas del río Hudson y pasean sobre uno de los barrios artísticos de Nueva York, olvidándose del caos por unos momentos.
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