Gnuine

Gnuine

Por Ramon Bori

A Josep Gubau le gusta presentarse como hombre de pueblo –de Argentona– pero con mundo. Y fue en Mataró donde fundó gnuine, una empresa intensiva en software libre. Ésta es una pequeña historia que ilustra el negocio del software libre.


La cuna tecnológica

Josep Gubau creció en medio de aparatos, ordenadores y máquinas calculadoras. La memoria de su infancia nos lleva a Ivrea. Esta pequeña ciudad industrial del Piamonte es la sede fundacional, y actual, de Olivetti. Allí se había trasladado la familia siguiendo al padre, que detentaba un cargo de ingeniero directivo en la multinacional italiana.

«De pequeño iba a esperar a mi padre al trabajo y, mientras hacía tiempo, me dejaban jugar con algún prototipo de máquina para que me entretuviera», recuerda Josep Gubau. Así fue creciendo y descubriendo, de forma espontánea, en contacto con el amplio abanico de las tecnologías de la empresa que había fundado Samuel David Camillo Ollivetti, el patriarca de la familia.


Teoría de juegos

Josep Gubau vivió en este entorno, el de «una empresa industrial paternalista que cubría muchas de las necesidades sociales de los empleados», durante la infancia y buena parte de la adolescencia. Pero a los dieciséis años llegó el momento de hacer las maletas: la familia se instaló en el Maresme, Josep acabó el bachillerato y empezó Económicas en Barcelona.

En esta época de estudiante, encontramos a Josep Gubau como becario de «Teoría de juegos» en el Departamento de Matemáticas de la Facultad de Económicas.

Calculando minimaxs, maximins, modelando «dilemas del prisionero», leyendo a von Neumann, le llegaron a oídos las primeras noticias sobre unos programas para los que no había que pagar licencia y que, además, «eran muy robustos». ¡Estamos en 1994 y es el primer contacto con Linux, que acababa de nacer justo tres años antes!

Finaliza los estudios y se plantea la gran pregunta: «Y ahora ¿qué?» Pues… a volar y arriesgarse, «porque la cultura paternalista que conocí de pequeño en Olivetti hoy ya no existe».


Levantamos una empresa tecnológica

La decisión era lo bastante racional y coherente. Con empuje familiar, padre e hijo fundan «International Design S.L.», una empresa especializada en «servicios de ingeniería industrial y diseño de productos».

Poco a poco, Josep Gubau va adentrándose profesionalmente en el mundo de las tecnologías de la información, va tejiendo contactos y, a partir del 2003, la empresa perfila su configuración actual bajo la marca de gnuine.

Gnuine, el negocio del software libre

Gnuine es un ejemplo de cómo se pueden generar ingresos a partir del software libre. Como siempre recuerda Jordi Mas, de Ximian, «no hay que confundir el software libre con el software gratuito».

La core competence de gnuine es todo el entorno del software libre: desarrollo, implementación y servicios de consultoría en las empresas que quieren hacer la migración hacia Linux. «Somos una empresa de servicios», reconoce su fundador.

Gnuine ha acompañado ayuntamientos, grandes instituciones, grupos mediáticos como PRISA, un diario digital como VilaWeb, grandes aseguradoras como Mondial Assistance y empresas industriales como el Gruppo GD en su migración desde plataformas propietarias hacia el software libre, sin contratiempos.

Hay casos, como en el del diario VilaWeb, en que se migran los sistemas de publicación propietarios, basados en costosos hardware y software como Solaris y Oracle, a sistemas libres GNU/Linux y PostreSQL sobre servidores de consumo. Los resultados son claros: eficiencia, estandarización y coste de licencias cero.

Hoy en día, gnuine emplea unos quince ingenieros y tiene dos sedes, una en Mataró y la otra en el edificio Nexus-I de la UPC, en Barcelona. Su ubicación es sintomática de una empresa tecnológica: «Buscar buenos profesionales es todavía un drama», nos explica este espíritu emprendedor. «Títulos aparte, soy muy crítico con la ‘titulitis’; lo que queremos es personal capaz de gestionar las tecnologías, y eso es más fácil de encontrar en Barcelona.»

Conocimiento y confianza

El secreto de gnuine ha sido, explica Josep Gubau, «el hecho de saber vender tecnología y generar confianza. Nuestro cliente compra confianza porque sabe que no le fallaremos en el timing, no le dejaremos colgado en el servicio.»

Y resume su filosofía empresarial: «Las empresas son personas, relaciones de confianza, especialmente en un mundo de pymes como el nuestro.»


Volver al Maresme, pasear y tomar un helado

Josep Gubau vive en Argentona y trabaja con un pie en Mataró y otro en Barcelona; pero su intención, como nos confiesa, es «volver paulatinamente a Mataró».

Las razones son de peso: «El Maresme está abierto al litoral, tiene mucha calidad de vida. Me gusta pasear por la Rambla de Mataró, ir a tomar un helado en Casa Graupera, encontrarme por la calle a la maestra de mi hija y poder hablar de cómo le van los estudios. ¡Tener hijos humaniza mucho!»

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