Gentonomía: la gente como alternativa a Google

Gentonomía: la gente como alternativa a Google


© Ruca

 

 

En los ?orígenes? de Internet, la idea de los ?locos? de Yahoo era indizar toda la Web, o, al menos, las páginas más interesantes, en un árbol de categorías (una taxonomía) que un humano (más o menos normal) pudiera entender (cosa difícil de principio, tanto lo de encontrar un humano ?normal? como lo de hacer ?fácil de entender? algo como la selva de enlaces). La idea de que alguien ?organizara? el caos creciente de páginas fue bienvenida. Fue tan bienvenida que otros muchos siguieron: Altavista (os acordáis?), Excite, etc, muchos de los cuales, por cierto, todavía existen.

Pero la indización de base humana fue superada por la potencia de navegación sistemática de Google, que con su algoritmo de determinación de relevancia PageRank (en la que los resultados de una búsqueda aparecen ordenados de acuerdo con la ?popularidad? de una página en términos de cuántas veces otras páginas enlazan hacia ella) hizo un paso histórico en la carrera humana por encontrar información cuando se necesita.

Internet es hoy Google y al revés, en el sentido de que es ya impensable la Red sin un motor que te ayude a localizar cosas. Google es, como mostraba una de las portadas del Technology Review de 2005, el nuevo dios digital.

Bien, quizás le esté surgiendo ahora un potencial competidor. Y curiosamente, esta propuesta vuelve un poco a los orígenes: a los humanos que identifican la relevancia de las páginas para ayudar a sus congéneres a no perderse. Pero con una diferencia sustancial: no se trata de una ?redacción? (a sueldo, por ejemplo) que va haciendo su trabajo de hormiguita digital organizando páginas, sino que se trata de que todos los humanos que navegan se conviertan en determinadores de relevancia durante su navegación.

 

La idea es, pues, la categorización colaborativa, mediante el uso de etiquetas (tags) con palabras claves libres. Es el ?social bookmarking?. Parece que la categorización de una pieza informacional funciona tanto mejor cuanto más gente la describe (o sea, la ?sabiduría de la multitud?). Hay una explicación de este nuevo fenómeno, que en sajón recibe el nombre de Folksonomy o Tagging, justamente en Wikipedia, que es, claro está, una enciclopedia construida colaborativamente.

Yo me permito traducirlo libremente por gentonomía.

Algunos ?buscadores? basados en la gentonomía: del.icio.us, Tagbert o Technorati.

No tengo ni idea de si esto funcionará. Tengo mis dudas. Quizás la principal es el ?no acuerdo? que varias personas pueden tener sobre qué es una cosa: le damos distintos nombres a lo mismo. Otra es que en este sistema no hay enlaces sinonímicos entre las palabras (términos) usados.

La cuestión no es trivial, porque en el fondo de la cuestión está el dilema entre la exhaustividad (todo lo que hay sobre), y la relevancia (lo más útil sobre). El mundo googlelizado en un mundo de la exhaustividad. Pero el mundo de los humanos, al menos mientras no consigamos reemplazar nuestro cerebro por algo mejor, es un mundo de proceso limitado de información (no podemos aumentar nuestras horas de vigilia), y para sobrevivir informacionalmente, la relevancia es crítica.

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