Enric Rovira, el genio del chocolate o la innovación más dulce

Enric Rovira, el genio del chocolate o la innovación más dulce

por Epi Amiguet
 
Proyecto patrocinado por el Ajuntament de Manresa    

Autor de audaces creaciones como las inspiradas en la obra de Gaudí, el Imagine de Lennon o el film de Kubrick 2001 a Space Odyssey, Enric Rovira está considerado como uno de los mejores artistas del chocolate del mundo gracias a haber sabido innovar tanto en el diseño de las formas y presentación de este dulce producto como con insospechadas combinaciones de sus texturas y sabores.

 

?Simplemente me puse en el papel del cliente al que le gusta el chocolate y quiere probar cosas nuevas porque considera anticuado regalar cajas de grandes lazos o está cansado de los bombones de toda la vida? apunta Enric Rovira. ?Siempre digo que si hubiese nacido en una familia de vendedores de muebles, diseñaría muebles, porque a mi lo que me gusta es el trabajo creativo e innovar y eso es lo que hago con el chocolate?.

 

 

 

 

Nacido en el seno de una familia de pasteleros artesanos de Barcelona, tras aprender el oficio de la mano de su padre y en cursos de maestros franceses, en 1993, decide romper definitivamente con la tradición y, junto su primo Francesc Forrellat, monta Enric Rovira SL., en la localidad de Castellbell i el Vilar, comarca del Bages. Un obrador que comienza siendo básicamente un laboratorio de I+D, pero ya con la firme filosofía de crear productos de alta calidad e innovadores.

 

La nueva marca se va caracterizar rápidamente por un diseño y una presentación absolutamente vanguardistas aunque sus raíces sean típicamente barcelonesas, hendidas profundamente en la herencia cultural protagonizada por Gaudí y el modernismo y la tradición chocolatera de turrones y monas de Pascua.

 

En la actualidad, aquellas modestas instalaciones ??Empezamos de cero, apunta Rovira-, se han consolidado como una factoría semindustrial dotada con las últimas tecnologías y una plantilla de 25 empleados repartidos entre los diferentes departamentos como logística, administración y el de exportación, éste último imprescindible para satisfacer la demanda de las mejores tiendas especializadas de una veintena de países de todo el mundo. Facturación del último ejercicio: más de 2 millones de euros en el marco de un promedio en ventas que supone un incremento anual del 50%.

 

 

Las claves: calidad e innovación

 

 

La fórmula de su éxito: ?Un producto de alta calidad tanto por su utilización de la mejores materias primas como por su originalidad e innovación en toda su concepción desde los sabores hasta el packaging? señala. Fórmula que se ve complementada por ?una distribución en los mejores puntos de venta internacionales garantizada por la demanda directa de un público que reclama un producto que quiere probar por las recomendaciones de amigos y la crítica especializada, o lo ha probado ya y le ha satisfecho plenamente?.

?El caso es que hasta ahora no hemos tenido necesidad de realizar ninguna campaña publicitaria o de marketing planificada?, asegura.

 

 

Planificar la distribución

 

 

Sin embargo, los inicios no fueron fáciles: ?El público estaba preparado para nuevas tendencias y propuestas gastronómicas, pero el canal de ventas, las pastelerías y los pequeños comercios del sector, no querían arriesgarse. Tuvimos que esperar hasta que hace cuatro o cinco años, las publicaciones de más prestigio y los medios de comunicación, en general, empezaron a hablar de nuestros productos, como La Vuelta al Mundo en Chocolate, el Planetarium o El Trencadís, al tiempo que logramos el reconocimiento del consumidor más exigente?.

 

?Creo que el gran huérfano del mundo del chocolate en nuestro país es la distribución. En los dos últimos años se han abierto tiendas especializadas como Chocolat Factory o Cacao Sampaka, pero son cadenas que venden productos de una misma marca y faltan grandes comercios, como en París o Bruselas que tengan una selección del catálogo de las mejores firmas internacionales?, afirma.

 

Con respecto al tema del canal distribución, resume: ?Desde el principio tenía muy claro dónde debían estar nuestra marca para llegar a nuestro público e inicié personalmente los contactos con los puntos de venta escogidos. Por eso, sobre todo al comienzo, si todavía no los conocía, como en Nueva York, pedía referencias y me pateaba toda la ciudad hasta saber cuáles eran los más idóneos.

 

No fue nada fácil porque los suizos o los belgas tienen detrás una tradición de siglos, con un mercado y unas firmas muy consolidadas. Pero, nosotros éramos totalmente innovadores en diseño y sabores y al final se impuso la propia calidad del producto.

 

Ahora, puedes encontrar productos Enric Rovira en las mejores tiendas desde Noruega o Nueva Zelanda a Hong Kong?, sentencia.

 

 

Colecciones bien diferenciadas

 

 

Uno de los elementos diferenciadores de la marca Enric Rovira es que desde el principio se crearon gamas limitadas a uno o dos años. Hasta hace poco se renovaban incluso dos veces al año, ?como los diseñadores de ropa?, señala, una por Navidad y otra por Pascua. En la actualidad, cada dos años se convoca a los medios de comunicación para presentar las nuevas gamas de las firma, aunque prácticamente cada año vayan saliendo nuevos productos. Con el paso del tiempo, algunos productos se han convertido ya en ?clásicos? del catálogo, otros se han eliminado, y el resto han evolucionado.

 

El actual catálogo de chocolates Enric Rovira se ha ido configurando a base de cuatro colecciones bien diferenciadas:

 

? La Gastronómica: en la que lo que destaca es la combinación de sabores ya sean clásicos o innovadores.
? La Barcelonesa: inspirada en elementos arquitectónicos de Barcelona, como Les Rajoles del Eixample o el Trencadís de Gaudí, ?que acerca la alta gastronomía a todos los públicos, como la infancia?.
? La Conceptual: en el que el concepto de la creación está por encima del propio contenido.
? La Artística: creada por reconocidos artistas y diseñadores, empezando por el propio Enric Rovira.

 

Producción semiindustrial: estandarizar la calidad

 

 

Otras de las claves del éxito de sus creaciones, según subraya este genio del chocolate, es la estandarización de los procesos de calidad a través de la producción semiindustriales de su factoría, en la que se han incorporado las últimas innovaciones tecnológicas del sector como la Oneshot: una maquina que, como su nombre indica en inglés, es capaz de elaborar la capa exterior y el relleno de cada bombón en cada disparo que realiza.

 

De hecho, al igual que laureado Ferran Adrià, -con el que ha colaborado ideando algunas creaciones para su restaurante El Bulli y sus caterings-, en muchas ocasiones, Enric Rovira prefiere diseñar él mismo la máquina necesaria para un determinada proceso. Como el de crear unas bolas de chocolate, a petición de la diseñadora Anna Mir, que debían ensamblarse en el borde de las copas de cava. ?Creando tú mismo la maquinaria te aseguras de que sea más difícil todavía imitarte? apunta.

 

?Soy un firme defensor de la implementación de las nuevas tecnologías en el sector de la gastronomía, porque en muchos casos el calificativo artesano no es sinónimo necesariamente de calidad?, añade.

 

 

Asesor de la industria chocolatera

 

 

En esa línea, Enric Rovira también tiene en común con Ferran Adrià el intentar llevar la innovación culinaria desde la alta gastronomía a la industria alimentaria colaborando con ella y ha asesorado a la industria chocolatera desarrollando un producto alternativo a la Caja Roja de Nestlé o los bombones Ferrero Roché.

 

 

?Se trata de crear una marca asequible para un amplio público pero de gran calidad y originalidad, que no defraude como ahora pasa con algunos productos que crean unas expectativas de glamour en su publicidad que luego distan mucho de cumplir en la realidad?.

 

 

El futuro: experimentación continua

 

 

Enric Rovira se muestra cauto al hablar de sus proyectos de futuro ?porque luego me dicen en la empresa que doy demasiadas pistas a la competencia? ironiza. Pero tienen claro que la tendencia actual, compartida por las grandes firmas y maestros chocolateros, es la de potenciar el sabor cacao por encima del de los chocolates tradicionales en los que imperaba, el azucaramiento y las especias como la canela o la vainilla.

 

?Siempre habrá que seguir innovando y experimentado con todas las formas, texturas, gustos y combinaciones posibles pero sin olvidar que el sabor final ha de ser el de un cacao, ya sea americano o africano, de exquisita calidad? sentencia.

 

Epi Amiguet

 

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