El Impacto del Software en el Tercer Mundo

El Impacto del Software en el Tercer Mundo

Por Adrián F. Ruffinatti

El Nuevo Interrogante por Responder

En una serie de interesantes papers, Ashish Arora (de la Carnegie Mellon University, Pittsburgh, Estados Unidos) y Alfonso Gambardella (de la Sant? Anna School of Advanced Studies, Pisa, Italia) han retratado con gran claridad cuál es la contribución de la industria del software al crecimiento económico global, a la vez que, expresaron los distintos casos de éxito internacionales, en particular el de las 3I?s (Irlanda, India e Israel) como exportadores netos de software. Como afirman Arora y Gambardella, en el modelo neoclásico tradicional los países con abundancia relativa en mano de obra podían fácilmente especializarse en sector intensivos en mano de obra, mientras que aquellos con capital más asequible, lo podían hacer en sectores intensivos en capital. Ahora, el gran interrogante para plantearse es si el software, debido a su fuerte dependencia del capital humano y la baja intensidad en utilización de capital físico, podría convertirse en el sector de especialización ideal para los países con mano de obra abundante en el siglo XXI, aprovechando una nueva división internacional del trabajo y, beneficiando a las regiones más desfavorecidas del planeta.

Las Ventajas

Arora y Gambardella sostienen que entre las principales ventajas de contar con una industria de software local se cuentan las siguientes:

Posibilidad de generar un rápido ajuste del software a los requerimientos locales a un costo más bajo del que implicaría un servicio tercerizado en otro país.

La mayor parte de las contribuciones son de origen indirecto. Una industria del software exitosa podría actuar como ejemplo para el resto de la economía: un modelo empresarial donde organizaciones de estructura horizontal, incentivos individuales, la mayor competencia y la orientación a las exportaciones, puedan guiar a más emprendedores a seguir el mismo camino. Tal es el caso de Irlanda, donde el éxito del software impregnó un shock de confianza en muchos profesionales respecto a que las firmas de alta tecnología irlandesas podían competir con prácticamente cualquier empresa de cualquier país del mundo. Un fenómeno similar ha ocurrido en la India.

Otro efecto indirecto potencial pasa por los enlaces con otros sectores industriales. Algunos autores argumentan que el software es a la economía del conocimiento lo que los bienes de capital lo eran para las manufacturas, es decir, apuntan a que el software es el elemento crucial para elevar la PTF (Productividad Total de los Factores), fomentando la innovación y la creatividad; y, el crecimiento económico, resultaría de las externalidades producidas por el propio software a lo largo de todos los sectores involucrados que lo emplean como un ?input?.

Las Desventajas

Al mismo tiempo, las desventajas en impulsar un fuerte sector local de software son:

El software, y en particular los servicios informáticos, le permiten a un país participar en el sector de la alta tecnología con una infraestructura física muy limitada. Sin embargo, aún las exitosas industrias del software representan una mínima proporción del PBI, por lo cual el impacto directo sobre el crecimiento económico suele ser pequeño. Por ejemplo, en los países centrales, la industria representa tan solo el 2% del PBI en los Estados Unidos y Japón, contra el 2,2% en Alemania. Si observamos el caso de las 3I?s tenemos que en la India alcanza alrededor del 2,5%, en Israel el 3,7% y el mayor valor se da en Irlanda con el 11,4%.

Arora y Gambardella ponen en duda el argumento del efecto indirecto de una industria de software local sobre otros sectores de la economía. Afirman que esta interesante tesis adolece de una gran falla y es que la mayor parte del software producido en las 3I?s es exportado: o sea, la producción interna de software termina beneficiando a empresas de otros países. Aún si aquella lógica, insisten, se aplicara a países como Brasil y China, con grandes mercados internos de software pero bajas cuotas de exportaciones; ¿no podrían acaso ellos beneficiarse del software importado?

Plantean la necesidad de sopesar el efecto negativo en cuanto a la posible más baja eficiencia de desarrollar software en el país, siempre hablando de ineficiencia en términos relativos.

El software es una actividad intensiva en mano de obra, pero requiere de trabajadores fuertemente calificados y capacitados, lo cual contrasta con otros sectores intensivos en mano de obra; lo cual no es común de encontrar en nuestras naciones subdesarrolladas, donde abundan personas con bajas calificaciones y empleadas en actividades de bajo valor agregado. El software beneficiaría a un pequeño segmento de la población de estos países, pero dejaría al resto sin variación. Incluso, requeriría ingenieros desde otros sectores, lo cual no solo podría generar mayor inequidad social, sino también aumentar las ineficiencias y reducir la producción.

Conclusiones

El efecto neto de todos estos factores, sugieren Arora y Gambardella, es que una industria propia sólo proporcionaría una modesta contribución al crecimiento general de la economía, aún considerando los potenciales efectos positivos sobre las empresas nacionales de otros sectores. El emblemático caso de Irlanda, que pasó de tener uno de los ingresos per cápita más bajos de la Europa de los años ?80 al actual nivel increíblemente alto no hace más que reforzar la tesis de la importancia de una industria local de software como decisivo impulsor del crecimiento económico. No obstante, debemos ser lo suficientemente objetivos como no perder de vista todas las señales.

Referencias

The Globalization of the Software Industry: Perspectives and Opportunities for Developed and Developing Countries. Ashish Arora, Alfonso Gambardella, Mayo 2004.

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