Drivania, coches con chófer en los cinco continentes

Drivania, coches con chófer en los cinco continentes

Por Epi Amiguet

Capítulo extraído del libro de Infonomia Anemames 2006.

¿Cuánto cuesta una hora en Londres, Nueva York o Tokio? Sobre esta reflexión como eslogan, Drivania ofrece un servicio de coches con chófer para ejecutivos basado en la puntualidad y la discreción, con el objetivo de que puedan rentabilizar al máximo su viaje de negocios. Una empresa que dos hermanos pusieron en marcha hace seis años en un pequeño trastero y con un viejo fax y que, actualmente, desde su centro global de operaciones en Sant Cugat, coordina a más de 1.800 chóferes en 370 ciudades de 80 países.

Gracias a una rigurosa selección de su plantel de chóferes con automóviles propios en los cinco continentes y una sólida estrategia de marketing relacional, los hermanos Martret han conseguido consolidar una marca de reconocido prestigio que se dispone a abrir delegaciones en París, Madrid y posiblemente México. Todo ello, según remarcan, sin un sólo coche en propiedad ni un sólo chófer en plantilla. Tan sólo, un enfoque local para un servicio global y el lema «donde no hay dinero, hay ideas».

El concepto del servicio que ofrece Drivania consiste en que «los ejecutivos optimicen al máximo su tiempo en cualquier destino del mundo», explican los hermanos Martret. «Desde el típico traslado del aeropuerto al hotel, hasta acompañar y esperar al cliente en todos sus desplazamientos o entre varias ciudades», añaden. La confianza es la otra gran baza fundamental «porque el cliente sabe que también puede pedirle al chófer que vaya a buscarle ese maletín que se le ha olvidado en el hotel». 

Para lograr este rigor en el servicio, todos los chóferes están en un contacto permanente con la central de Sant Cugat, donde un equipo multinacional y políglota de 15 personas, seleccionadas por su capacidad de gestión, les ayuda a resolver cualquier problemática que pueda producirse durante las 24 horas del día, los 365 días del año. Se apoyan para ello en un protocolo establecido que funciona «casi igual como trabaja un médico para encontrar un diagnóstico». Al igual que los galenos, Drivania va documentando todas las posibles variantes para solucionar incidencias similares en el futuro.

Lavando coches

Como ya narra la leyenda forjada por su aparición en más de una veintena de medios de comunicación, la idea de montar Drivania se le ocurrió a Gerard Martret mientras estudiaba Turismo y trabajaba lavando coches de una agencia de chóferes barcelonesa en declive: «me di cuenta de que lo que querían los clientes era un servicio más personalizado». Vio clara la oportunidad de negocio y, tras improvisar unas tarjetas, se fue a las Vegas  y contactó, entre otros, con la agencia que cubría la entrega de los Oscars. A su regreso ya tenía un encargo para llevar la gira de Mariah Carey por España.

Era el año 2001. Gerard y su hermano Osvald recorren toda España y Portugal en un viejo Opel Corsa con el objetivo de montar una red peninsular de chóferes con coche propio, escogidos por su profesionalidad y sentido común y por hablar inglés, como mínimo. Sin embargo, el 11-S provocó que los ejecutivos anglosajones redujesen drásticamente sus viajes, «lo que nos obligó a replantearnos nuestro enfoque y a internacionalizarnos», señalan.

Fue así como los dos hermanos se dedicaron a viajar por las capitales de todo el mundo para vertebrar una red internacional orientada, sobre todo, a los ejecutivos españoles que querían encontrar en el extranjero un chofer de confianza. Los Martret inician su aventura empresarial en un trastero de 15 m2 cedido por un amigo; y con un viejo fax y un ordenador que no arrancaba. Para ahorrar costes «llegamos a dormir en hoteles del Harlem y el Bronx de los que no sabemos cómo salimos vivos», recuerdan.

Pero la calidad del servicio que presta esta pequeña empresa de Sant Cugat ha sido tan pregonada por el «boca a oreja» que, en apenas tres años, se encuentra compitiendo a nivel internacional con las grandes compañías de Londres o Nueva York. Atendiendo, incluso, las llamadas de clientes de estas dos capitales que quieren desplazarse por su propia ciudad o a cualquier otro destino de todo el mundo. Los clientes saben que, en cinco minutos, Drivania pondrá a su disposición un coche con un chofer de confianza, ya sea en Frankfurt, Moscú o Shangai.

En el año 2005, Drivania es galardonada con el Premio de la Associació Independent de Joves Empresaris de Catalunya a la mejor iniciativa empresarial del año anterior. Poco después es también nominada por la revista Emprendedores como una de las cien mejores empresas españolas. En el año 2006, con cerca de 2.000 servicios al mes, alcanzó los 2,25 millones de euros de facturación; una cifra que prevé duplicar en el 2007.

Marketing relacional

«En Drivania entendemos que la mejor publicidad es la recomendación que hace de ti un cliente satisfecho,  por lo que nuestra política de marketing ha ido siempre orientada a fidelizar a nuestro target mediante la calidad de nuestro servicio y el mantenimiento del contacto para convertirnos en sus asesores», afirma Gerard. La contratación de este tipo de servicio la realizan normalmente secretarias de dirección y agencias de viajes que asumen esta responsabilidad ante sus jefes y clientes más cercanos; y la puntualidad y la rapidez priman por encima de unos costes, que no son asumidos como tales sino como una inversión en tiempo y seguridad.

Por ello, los comerciales de Drivania mantienen una estrecha relación personal con sus clientes. Por ejemplo, se les avisa de la disponibilidad y tarifas de la flota de automóviles tres meses antes de cualquier evento en el que pudieran estar interesados. Sus acciones de marketing se concentran en ciudades con aeropuerto internacional y sus acciones locales tienen una visión global, a través de visitas personalizadas a su target potencial. Un modelo de marketing relacional en el que «nuestros comerciales tienen como premisa que no se trata de cerrar una venta sino de que siempre puedan confiar en ti», asevera.

Software puntero

En la línea de su actual estrategia de crecimiento, Drivania ha llegado a un acuerdo con una firma de software irlandesa para la implementación de una solución informática,   única a nivel internacional en el sector, que le permitirá multiplicar por cuatro su actual volumen de operaciones, según revela Gerard Martret. «Será parecido a cualquiera de los websites de las aerolíneas, que te dan en tiempo real el precio y la disponibilidad de plazas en sus vuelos», apunta. «Además, nuestros clientes podrán hacer sus consultas directamente y nos permitirá agilizar extraordinariamente nuestro sistema de reservas, reduciendo aún más nuestro tiempo de respuesta».

En este contexto, durante el 2006, Osvald y Gerard decidieron convencer a su hermano Igor para que se incorporase a la empresa. Con 34 años, el mediano de los Martret ha desempeñado durante la última década cargos directivos en diferentes multinacionales como Holmes Place o Virgin y su incorporación a Drivania como responsable de operaciones y recursos humanos ha permitido triplicar la plantilla.

Cuestionar por sistema

En opinión de los dos jóvenes cofundadores de Drivania, para triunfar con un perfil emprendedor e innovador como el suyo «aunque todavía con algunas carencias», hay que saber rodearse de un buen equipo de personas con experiencia y establecer unos procedimientos de trabajo. Por otro lado, «prácticamente todo lo que hacemos es nuevo cada día porque no hay casi experiencias similares en nuestro sector, así que nuestra filosofía es la cuestionarnos constantemente todo lo que estamos haciendo y aprender de nuestros errores», comentan.

«Lo único que echamos en falta es que desde las administraciones y la banca no se apoye más la cultura de la emprendeduría como hemos visto, por ejemplo, en Estados Unidos. Algo que se debería enseñar en las escuelas», añaden.

A pesar de sus perspectivas de crecimiento a nivel global, tienen clara su vinculación con Sant Cugat: «Es un enclave situado estratégicamente entre las principales vías de comunicaciones y con todo lo que necesitamos en servicios, por eso, seguiremos aquí con nuestro nuevo centro de operaciones de 650 m2», concluyen.

Ideas fuerza

Los hermanos Martret han conseguido consolidar una marca de reconocido prestigio gracias a una rigurosa selección de su plantel de chóferes con automóviles propios en los cinco continentes, la metodología y el equipo humano del centro global de reservas en Sant Cugat y una sólida estrategia de marketing relacional.

Drivania no tiene un sólo coche en propiedad ni un sólo chófer en plantilla; tan sólo un enfoque local para un servicio global, y el lema «donde no hay dinero, hay ideas».

Drivania ha llegado a un acuerdo con una firma de software irlandesa para la implementación de una solución informática de control de reservas, única a nivel internacional en el sector, que le permitirá multiplicar por cuatro su actual volumen de operaciones

Ficha técnica

Website: http://www.drivania.com/
Sector: Servicios
Número de empleados: 15
Ingresos en 2006: 2.2 millones de euros
Año de fundación: 2001
Teléfono 93 675 69 76

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