CRYSTAX: De la selva… a la bolsa?

CRYSTAX: De la selva… a la bolsa?

Por Maria Sanz

Crystax es la primera empresa española de biotecnología dedicada al descubrimiento de nuevos fármacos a partir de la obtención de la estructura tridimensional de las moléculas. Es una de las cinco empresas del mundo que utilizó esta técnica para conseguir un diseño de fármacos racional. Toda esta aventura empezó cuando a principios del 2002 los investigadores Miquel Coll y Joan Aymamí descubrieron los valores curativos contra el cáncer de una sustancia que se encuentra en una liana africana. Pero vayamos por partes de la mano de Joan Aymamí.



La selva

La liana Cryptolesis sangrienta, a pesar de su siniestro nombre, suministra la cryptoletina, un alcaloide utilizado por la medicina tradicional africana para combatir la malaria, que causa alrededor de 2.7 millones de muertes al año. Miquel Coll y Joan Aymamí la fueron a buscar a las selvas del África Occidental y, a raíz de su investigación, descubrieron que también era eficaz contra las células cancerígenas, incluso contra las más resistentes a los fármacos habituales. La razón es que este principio activo es el único que se conoce que tiene la particularidad de situarse entre bases iguales de ADN, cuando la mayoría de moléculas similares lo hacen entre bases diferentes y de manera mucho menos específica. ?Es por esta razón que los anticancerígenos son tan agresivos y tienen tantos efectos secundarios, porque son poco específicos y porque la diferencia genética entre una célula normal y una cancerígena es mínima, de manera que matan las células enfermas pero al mismo tiempo también las sanas?, explica Aymamí, ?Con este nuevo principio se ha abierto la puerta para diseñar moléculas que interactúen con secuencias más específicas de ADN, es decir, más eficaces y mucho menos agresivas?. Su investigación ha aparecido en las prestigiosas revistas The Lancet y Nature. Pero también se ha abierto otra puerta, la de Crystax.

Crystax

Miquel Coll es profesor de investigación del CSIC e hizo dos estancias posdoctorales, una en el MIT y otra en el Max Planck Institute de Munich bajo la dirección del premio Nobel Huber. Joan Aymamí es investigador en la UPC y también realizó dos estancias posdoctorales en Cambridge y en el MIT, respectivamente. Entre los dos cuentan con una experiencia investigadora de más de 20 años y Crystax es su primera aventura empresarial.

Crystax ha pasado de los 4 empleados con los que empezó en 2002, a los 25 con los que acabó en 2005; en mayo de 2004 cerró una ampliación de capital de hasta 2,1 millones de ?, cubiertos por Najeti Capital S.C.R, sociedad francesa de capital riesgo; Invertec y Barcelona Empren S.C.R. Actualmente, sus clientes más importantes son Uriach, Esteve i Almirall, las tres farmacéuticas más importantes del país y de las pocas que tienen capacidad para utilizar una tecnología tan cara.



Diseño racional de fármacos

¿En qué consiste esta tecnología? El diseño clásico de fármacos se realiza por aproximación, al azar o teniendo en cuenta los efectos secundarios. Por ejemplo, el efecto secundario de los antihistamínicos es la somnolencia.  Entonces, se diseñan moléculas parecidas para comprobar si pueden provocar más sueño y así crear un somnífero.

Todos los fármacos actúan en dianas en nuestro cuerpo, que acostumbra a ser el ADN o las proteínas, dependiendo de la enfermedad. Generalmente, actúan sobre una proteína ya que son moléculas funcionales de los organismos vivos. Teniendo en cuenta este mecanismo natural, ?se está pasando poco a poco a un método más racional a la hora de diseñar fármacos, que consiste en conocer primero la estructura de las proteínas, detectar correctamente las dianas y, a continuación, diseñar fármacos que encajen perfectamente con ellas. Este diseño racional permite acortar hasta 4 años el tiempo de desarrollo de un medicamento, lo que permite reducir la inversión o dedicarla a apuestas más seguras?, afirma Aymamí.

La clave tecnológica es la visión tridimensional de la estructura de las proteínas para la que Crystax utiliza una plataforma propia. ?El proceso consiste en clonar, producir y purificar una proteína hasta que alcanza las condiciones adecuadas para crear cristales de 0,1 mm en 3D. Una vez se han obtenido los cristales se congelan en nitrógeno líquido y se someten a rayos x en el sincrotón (acelerador de partículas). Los rayos se difractan al atravesar los cristales y, a partir de la información obtenida de todas las difracciones, se puede obtener la imagen de las moléculas dentro del cristal 3D. No es una observación directa, como la de un telescopio, sino que hay todo un proceso de cálculos por computación hasta tener las estructuras y ver la diana. Y a partir de aquí puedes diseñar la molécula adecuada para tu objetivo?, aclara Joan Aymamí.

De momento, han de recurrir al sincrotón de Grenoble, pero cuando el del Vallés esté listo ?probablemente en el 2008- Crystax será uno de sus principales clientes. ?Nosotros fuimos los primeros en manifestar públicamente que lo utilizaríamos y unos de los principales impulsores del proyecto. Será la instalación científica más grande del país?, afirma Aymamí.  El sincrotón permite ver las moléculas y los principios activos con una capacidad de aumento 10 veces superior a la de un microscopio electrónico. Se llega a la precisión de 1 ángstrom, la diezmilésima parte de un micrómetro. 



Modelo de negocio

Crystax tiene dos líneas de negocio: además de desarrollar su propia investigación sobre moléculas anticancerígenas y otras, también ofrece servicios basados en su capacidad de proyectar estructuras tridimensionales de dianas farmacológicas. ?Una empresa biotecnológica como la nuestra, en el extranjero sería 5 veces más grande y sólo investigaría, no ofrecería servicios. Aquí de momento, tenemos que jugar a dos bandas?, reconoce Aymamí.

A Crystax, tanto pueden desarrollar las primeras fases de creación de nuevos fármacos para vender después de los derechos o establecer una alianza para su comercialización o establecer alianzas estratégicas y desarrollar fármacos conjuntamente, como el proyecto Neurocure con las empresas catalanas Oryzon Genomics, Advancell, Crystax y Laboratorios Esteve. El objetivo de esta investigación conjunta, por la que se ha creado un consorcio, es la obtención de un fármaco que frene los síntomas de la Demencia con cuerpos de Lewy (DCL), la demencia más frecuente después del Alzheimer. Neurocure cuenta con ayudas de la Conselleria de Treball i Indústria de la Generalitat y con un presupuesto de 600.000 euros en tres años. Este es un proyecto de alto riesgo, con un largo camino por delante pero que demuestra, quizás, que una nueva cultura respecto a la innovación se está instalando en el país. ?Las perspectivas son buenas, porque el capital se está animando y al fin hay una conciencia de que hay que conseguir resultados de toda la inversión que se hace en ciencia. En Barcelona tenemos una masa científica importante, pero de los centros de investigación de la universidad todavía no ha salido ningún fármaco al mercado, a pesar de que las industrias farmacéuticas están ahí. Por eso está claro que se tiene que poner dinero en serio?, afirma Aymamí.

Académicos vs. Empresarios

Este año, dos artículos de prensa especializada en biotecnología, concretamente uno en Nature Biotechnology en marzo y otro en Drug Discovery Today en agosto, certifican la buena salud de la investigación científica en España y muy concretamente la existencia de un sector pionero de empresas de biotecnología. Asimismo, señalan varios factores poco favorables: el comportamiento conservador de los inversores que prefieren sectores más tradicionales y menos arriesgados; la tendencia del mundo investigador de dar prioridad a la publicación de sus investigaciones en lugar de a su comercialización; y las dificultades para que un investigador empleado por el gobierno tenga la propiedad intelectual completa de sus descubrimientos.
 
?Durante muchos años, el mundo académico siempre había considerado el mundo empresarial como  una traición a la causa. Cuando, por el contrario, todos los grandes centros de investigación en el extranjero están rodeados de empresas de biotecnología. En EE.UU. no hace falta ni decirlo, pero también en Inglaterra, Alemania, Francia…?, certifica Aymamí. ?Por fin nos ha tocado a nosotros y ha habido un cambio cultural tanto por parte de la Academia como por la de la Administración. Pero si hubiéramos tenido que intentar crear Crystax hace 10 años, muy probablemente hubiera sido imposible. Por otro lado, las empresas nunca iban a la Universidad para desarrollar sus proyectos porque no se fiaban con respecto a los plazos de entrega, la confidencialidad, etc.?.

La bolsa

Crystax incorporó en enero de 2005 a Claas Junghans como Director General. Doctorado en biología molecular y abogado de patentes, fue responsable de operaciones de la empresa biotecnológica alemana Mologen, y uno de los artífices de su salida a bolsa en junio de 98. ?Nosotros somos académicos, no ejecutivos?, constata Aymamí. ?Zeltia es la única empresa biotecnológica española que ha salido a bolsa. Nosotros tenemos la previsión de hacerlo en 5 o 7 años?.

 

Ideas fuerza:

Crystax es la primera empresa española de biotecnología dedicada al descubrimiento de nuevos fármacos a partir de la obtención de la estructura tridimensional de las moléculas.

Con este nuevo principio se ha abierto la puerta para diseñar moléculas que interactúen con secuencias más específicas de ADN, es decir, más eficaces y mucho menos agresivas.

El diseño racional de medicamentos permite acortar hasta 4 años el tiempo de desarrollo de un medicamento, lo que permite reducir la inversión o dedicarla a apuestas más seguras.

Crystax tiene dos líneas de negocio: además de desarrollar su propia investigación sobre moléculas anticancerígenas y otras, también ofrece servicios basados en su capacidad de proyectar estructuras tridimensionales de dianas farmacológicas.

En Barcelona tenemos una masa científica importante, pero de los centros de investigación de la universidad todavía no ha salido ningún fármaco al mercado, a pesar de que las industrias farmacéuticas están ahí. Por eso está claro que se tiene que poner dinero en serio.

Crystax Pharmaceuticals S.L.
Parc Científic de Barcelona
Josep Samitier 1-5
08028, Barcelona
www.crystax.com

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