Carlota Riera, la aplicación de las TIC en el ámbito de la salud

Carlota Riera, la aplicación de las TIC en el ámbito de la salud

 


  Espacio patrocinado por el Ajuntament de Manresa

 Por Toñi Herrero Alcántara

Nacida en Manresa en 1977, Carlota Riera se licenció en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y con los años se ha especializado en temas de promoción de la salud, especialmente relacionados con los jóvenes. En el año 2000 comenzó una investigación en la Agencia de Salud Pública de Barcelona, ?un proyecto relativamente nuevo en el que se empezaban a buscar educadores jóvenes para la promoción de temas de salud especialmente sensibles, como la educación sexual o el consumo de drogas?, explica. Al cabo de un par de años, Riera entró a formar parte de Europeer, un centro de recursos sobre educación entre iguales para jóvenes creado para sistematizar el método de educación entre iguales (o pares), especialmente en temas de salud sexual y reproductiva. Con sede en Exeter (Devon, Inglaterra), en la última fase del Europeer se realizó una puesta en común sistematizada de potencialidades y límites de la educación entre iguales y se establecieron las bases y criterios de evaluación mínimos que debían reunir los proyectos. Riera entró a formar parte de este equipo, ?hasta que a los 25 años consideré que ya no era joven y que tocaba dar paso a otros?.

Educación entre iguales

?La formación entre iguales se puede utilizar en cualquier ámbito. Si bien hasta el momento los esfuerzos se han centrado en proyectos con jóvenes y especialmente relacionados con la salud sexual, lo cierto es que queda mucho campo por recorrer en otros ámbitos. El fundamento que justifica la utilización de la educación entre iguales es que nuestras conductas dependen de multitud de variables que van más allá de la mera información, como las actitudes, los valores, las intenciones o las habilidades personales. La mayoría de estos determinantes son construcciones sociales, cuya  modificación resulta muy difícil si no se aborda desde dicha construcción social. Sólo desde el propio colectivo sobre el que queremos promover una conducta de salud podemos transmitir unos valores o actitudes adecuados, saber qué habilidades hacen falta o prever con qué barreras nos vamos a encontrar?, asegura esta psicóloga especializada en salud pública y en la aplicación de las TIC en el ámbito socio-sanitario.

Para Riera muchos de los programas que intentan promocionar la salud sexual entre los jóvenes están hechos desde la perspectiva adulta y por tanto no funcionan tan bien como se podría esperar. ?La mayoría de los proyectos continúan otorgando mucha importancia a la información, sin tener en cuenta otros parámetros determinantes en la conducta de salud de los jóvenes?. Según explica, la educación entre iguales introduce como actor principal al propio colectivo y las personas que se implican en el proyecto son formadas adecuadamente; aunque no sean expertos en el tema a trabajar, sino que tan sólo disponen de una base de conocimientos básicos y mínimos, serán capaces de trasmitir una serie de matices a la información a los que sólo se puede acceder si se pertenece al propio colectivo. ?Es una cuestión de lenguaje, de credibilidad del emisor y de creencias y habilidades. Pero también se ha de tener en cuenta que el emisor, en este caso, no puede convertirse en una boca adulta. Como gestores de proyectos de salud no podemos recurrir a la educación entre iguales sin estar dispuestos a ceder terreno (¡y para un técnico no es fácil!). No podemos involucrar a jóvenes pretendiendo que digan y hagan aquello que nosotros consideramos que hay que decir o hacer. Este es un error frecuente, ante el cual hay que estar alerta?.

En el proyecto Europeer, en el que participó pero que actualmente se encuentra parado por falta de fondos, se pudo elaborar un informe sobre los criterios que debían contemplar todos los proyectos para ser considerados como educación entre iguales y qué parámetros de evaluación se deberían seguir. ?Esto permitirá que, cuando se retome este proyecto, se prosiga trabajando en esta línea de calidad. Además, se quiere constituir una asociación que pueda garantizar la evolución de todos los proyectos europeos?, remarca.

Gran potencial

?La educación entre iguales tiene un gran potencial aunque todavía es bastante desconocida. Es una práctica innovadora porque la mayoría de proyectos socio-sanitarios no arriesgan demasiado a la hora de involucrar verdaderamente a los propios protagonistas y muchas veces se quiere implicar al colectivo cuando el proyecto ya está desarrollado?, comenta. ?No se arriesga porque no se deja participar desde el principio. Para arriesgar hay que preguntar al colectivo en qué quiere participar?.

Otro de los retos de esta técnica sería alcanzar a los colectivos más difíciles pues muchas veces sólo se llega a los más ?jóvenes normalizados?. En este sentido, Riera explica el caso de la puesta en marcha en Inglaterra del proyecto RAPP, dirigido a jóvenes con problemas sociales y de integración. No se podía recurrir a la educación entre iguales formando a jóvenes normalizados como peers, por lo que se acudió a jóvenes con problemas también de socialización, concretamente se colaboró con jóvenes en tratamiento en un centro psiquiátrico para resolver temas relacionales y de salud entre otros colectivos de difícil acceso como madres adolescentes o jóvenes internos en cárceles. ?El programa obtuvo excelentes resultados, no sólo por los colectivos a los que se llegó sino por la mejoría que se observó entre los jóvenes que colaboraron como educadores; actualmente el proyecto cuenta con 30 educadores?, asegura Riera.

Para esta psicóloga, siempre que se quiera abordar un tema de salud, cultura y educación dirigido a un colectivo que se puede delimitar por unas características concretas (edad, género o nivel educativo) se debe tener mucho cuidado en no crear mensajes desde el exterior: se ha de integrar este colectivo, involucrándolo desde el principio. ?Y si, además, al final, se les puede implicar para que se formen y sean los agentes del cambio, mucho mejor?, añade.

Colaboración con el Centro de Estudios sobre Promoción de la Salud

Actualmente, Carlota Riera continúa trabajando en temas de promoción de la salud. Colabora con la Asociación CEPS (Centro de Estudios sobre Promoción de la Salud) en la que se tratan temas como la prevención del VIH/sida, la alimentación y las drogas y se diseñan y desarrollan proyectos de educación entre iguales para jóvenes, aunque se plantean la posibilidad de extenderlos también a otros colectivos: ?Estamos pensando en integrar en nuestros proyectos a gente mayor para que eduquen a sus colegas en temas de alimentación y de memoria?. En CEPS, Carlota también se ocupa de los jóvenes con discapacidades psíquicas.

Según explica, la asociación, con sede en Barcelona y que recibe recursos de la Generalitat, trabaja preferentemente en zonas donde hay menos recursos y a las que las ONG prestan menos atención. ?Antes de empezar un proyecto se hace un análisis territorial para dar prioridad a ciertas zonas geográficas. Por ejemplo, en cuestiones de sexualidad nuestra actuación se centra en Tarragona porque allí sólo está la Cruz Roja y no puede llegar a todas las escuelas?. CEPS ha trabajado en el Bages en temas de educación y juventud con la asociación manresana La llum del Bages, centrada en cuestiones relacionadas con el sida y las drogodependencias. Desde CEPS también se forma a inmigrantes para que sean el puente entre el servicio de salud y sus compatriotas.

Importancia de las TIC

Durante el proyecto Europeer se realizó, en paralelo, un análisis de la red telemática y del trabajo en red que se estaba llevando a cabo entre las decenas de entidades que participaban de cada país. Según cuenta Riera, inmediatamente se puso de manifiesto que las plataformas y los recursos de comunicación que se estaban utilizando no eran los adecuados para el trabajo en red que se requería, especialmente para el colectivo de jóvenes implicados. ?Para favorecer el trabajo en red de la gente joven en este proyecto se propuso proporcionarles herramientas para que fueran ellos mismos los que gestionasen sus propias redes a través de portales?.
 
Para Riera, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han sido fundamentales en cuestiones de salud, como fuente de información y de actualización constante, como vía para mantener el anonimato,  como un perfecto canal de comunicación y como lugar de intercambio de experiencias.

Formación online

Otra de las áreas en las que se ha especializado Carlota Riera ha sido en la formación a través de Internet y, en la actualidad, está haciendo un master en e-learning en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), donde además, trabaja como tutora de Psicología. Por otro lado, realiza la coordinación académica del área de formación continuada en materia de salud de la Universidad de Barcelona (UB) donde, desde el área de nuevos proyectos, busca nuevas formas de comunicación orientadas a la formación para profesionales. ?Nosotros buscamos soluciones a las necesidades formativas?, asegura. En breve, se lanzará un proyecto de formación en salud sexual y reproductiva para cooperantes internacionales. ?Aparte de dar los conocimientos básicos, se han de transmitir toda una serie de factores culturales que pueden facilitar o entorpecer el trabajo del cooperante, además de información sobre la gestión de proyectos de cooperación?, comenta.

Adaptación al medio

Los cursos se hacen a través de Internet, en la plataforma de la Universidad de Barcelona para formación continuada y de postgrado y. Para el desarrollo de este tipo de cursos es básico tener unos tutores que sean buenos profesionales. ?Las TIC permiten avanzar mucho pero a veces se les da tanto protagonismo que se pierde de vista qué es lo que se quería hacer y por qué?, apunta Riera. El tutor de un entorno virtual deja de ser el profesor clásico para pasar a ser un facilitador.

En un entorno físico, con un aula cerrada, el profesor es el que tiene el conocimiento y el alumno no siempre tiene otros recursos para consultar. ?Pero en un entorno virtual de aprendizaje, el alumno tiene multitud de fuentes de conocimiento a su disposición y el profesor deja de ser la persona que transmite todo lo que sabe para ser quien orienta y da pistas para la consecución de los objetivos de aprendizaje?.

Según Riera, el e-learning tiene mucha potencialidad dentro de la formación entre iguales, pudiendo resultar muy útil para este tipo de proyectos. ?De la misma forma que podemos formar a peers para la actuación presencial, debemos poder formar a peers para actuar en un entorno virtual?, concluye.

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