23 Ene Atrápalo: Atrapa la oferta y corre
Atrápalo merecería un premio en el mundo del naming. Ningún otro nombre sería mejor para definir la filosofía de esta puntocom barcelonesa, centrada en ofrecer soluciones de ocio a bajo coste o con grandes ventajas a sus dos millones de usuarios. Su logotipo, una silueta en posición de carrera, nos invita a pensar “atrápalo y corre, antes de que se te escape esta oferta”. Y es así como viene a funcionar esta firma totalmente on line. Atrápalo es el líder nacional en la contratación de actividades de ocio y tiempo libre, desde espectáculos hasta viajes. “Eso creemos, que Atrápalo es un líder”, asegura uno de sus cuatro socios fundadores, Ignasi Sala. “Sobretodo a la hora de proponer ofertas o planes innovadores para conseguir resolver el problema: ‘qué hago esta noche, qué hago este fin de semana, qué hago en el puente de la Purísima, qué hago en mis vacaciones’. Y tratando siempre de combinar lo que sería una oferta de viaje con una actividad, o con una oferta de gastronomía, y a partir de ahí conseguir que estas actividades las haga con precio lo más económico posible”.
Atrápalo cuenta con 140 trabajadores y 160 millones de euros de facturación anual, pero nació hace ocho años de un garabato en la servilleta de un bar. Sus cuatro fundadores se hicieron eco de la cantidad de butacas vacías en los teatros de toda España, e inventaron un negocio on line que permitiera llenar las salas con buenas ofertas y acercar propuestas culturales a los jóvenes. Con ello, no sólo consiguieron llenar los teatros y aportar grandes ingresos a un sector cultural en horas bajas. También consiguieron despertar entre nuevos públicos, esencialmente jóvenes, el interés por el ocio de calidad.
De ahí, y del éxito logrado, clonaron la idea para restaurantes, más tarde para hoteles de verano que en invierno quedaban vacíos y, finalmente, irrumpieron en el sector de los viajes por mar, tierra y aire. Hoy, su secreto consiste en combinar propuestas completas, desde escapadas de fin de semana que incorporan viaje, hotel y agenda de actividades, hasta viajes a destinos exóticos con alquiler de vehículos y exclusivas propuestas gastronómicas.
Sus números, de clientes y de facturación, avalan la confianza del usuario en la oferta de Atrápalo, pero no fue fácil convencer al cliente de la seguridad de adquirir sus servicios y reservas pagando por Internet. De hecho, Ignasi Sala reconoce que “todavía existe, aunque muy poco, una cierta reticencia” al pago on line con targeta, razón por lo cual todavía existe la posibilidad de pagar espectáculos en taquilla. Cuando eso sucede, el usuario comprueba que cuesta lo mismo pagar en un sitio que en otro, y acaba por convencerse de que lo más cómodo es llegar a destino con todos los pagos realizados.
Desde Barcelona pero con proyección, de momento, en España e Italia, el personal de Atrápalo reparte sus tareas por áreas especializadas. De hecho, el gran secreto de Atrápalo reside en la competencia de un personal altamente cualificado para encontrar ofertas repartidas por todo el mundo, negociar paquetes de precios y comunicar lo mejor posible todas las ventajas a los usuarios. Paralelamente, un equipo de creativos se dedica a pensar de qué forma pueden llamar la atención al usuario, con campañas de publicidad, estrategias de comunicación de nuevas ofertas y concursos como la última promoción: la organización de la luna de miel de tus sueños. Y mientras todo eso sucede, el laboratorio tecnológico de Atrápalo continúa desarrollando el software propio de la compañía para adaptarlo a las nuevas necesidades del usuario y a las nuevas posibilidades. Y es que el futuro no sólo reside en Internet sinó también en el móvil. Este grupo de cerebros está desarrollando un sistema mediante el cual podremos recibir ofertas de ocio cerca de la zona en dónde nos encontramos. Bastará con enviar un SMS desde el sitio, y recibiremos otro mensaje con la lista de posibilidades de tiempo libre, espectáculos, restaurantes o alojamiento.
Otra novedad de Atrápalo para 2009 es la Lanzadera. Entramos en el apartado en cuestión de la web, indicamos en qué momento nos gustaría viajar y a qué continente, y nos aparece un mapa con etiquetas en los destinos con ofertas, con colores diferentes en función del precio. Este nuevo método, recientemente puesto en marcha, surgió cuando “nos dimos cuenta de que muchas veces la gente no está buscando entre un listado de destinos, sino que le resulta mucho más fácil ver un mapa con ofertas”, argumenta Sala. Una vez visualizado el mapa de sitios interesantes, “la tendencia de destinos que a priori no eran demasiado populares, al verlos ubicados en un mapa, la gente dice ‘hombre, pero si está cerca de un lago, o cerca de la costa, no lo hubiera dicho nunca’, y entonces se animan a consumirlo porque, además, existe una buena oferta”.
Algunos pueden considerar Atrápalo, si cabe, como el low cost del low cost, porque es capaz de encontrar las mejores ofertas de entre las mejores ofertas (valga la redundancia). Pero, de hecho, el fenómeno de las aerolíneas de bajo coste (Ryanair, Vueling, ClickAir y compañía) ha beneficiado enormemente portales de ofertas como este. Pero en este caso, Ignasi Sala insiste en que la clave ha sido la de “ser capaces de combinar ofertas”, como, por poner un ejemplo, un viaje a Holanda volando en EasyJet hasta Amsterdam y volviendo desde Eindhoven con Ryanair. De por medio, Atrápalo nos podría buscar noches en diferentes hoteles de este pequeño país, montar una ruta de actividades en cada ciudad en donde dormiremos, buscarnos los restaurantes apropiados y alquilarnos un coche acorde con nuestras posibilidades económicas. Cuando llegáramos, todo serían oídos para conocer nuestra experiencia y tomar buena nota de cara a los futuros viajeros.
Atrápalo ha abierto un blog, Atrápalopuntoblog, tal como suena, porque tal como suena es como se pueden expresar sus clientes. De hecho, la gran clave de Atrápalo a nivel cualitativo, según sus responsables, es el enorme feedback entre ellos y los usuarios, que en todo momento tienen la oportunidad de comentar su experiencia en hoteles, viajes, espectáculos o restaurantes. O sea, no es que Atrápalo no tenga departamento de control de calidad, sino que dos millones de usuarios deciden constantemente por qué productos y proveedores vale la pena apostar.
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