GIJ. El poder de la imaginación

GIJ. El poder de la imaginación

 

Por Epi Amiguet
 
La imaginación al poder fue uno de los lemas de la revolución del Mayo del 68 y casi 40 años después, con la creación del Gabinete de Iniciativa Joven (GIJ), la Junta de Extremadura ha apostado por el poder de la imaginación como la revolución socioeconómica para impulsar el sistema productivo de la región todavía menos desarrollada de España. Un salto o atajo evolutivo al futuro -es decir, sin haber pasado por la industrialización-, gracias a la imaginación aplicada a la innovación sin que ésta tenga que ser necesariamente de base tecnológica. Un modelo innovador que merece un espacio algo más extenso de lo habitual en esta sección debido a su excepcional interés.

La fórmula, liderada por el Presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, parece sencilla: impulsar un modelo pionero -la denominada Sociedad de la Imaginación- para lograr que, en una comunidad agraria con escasas infraestructuras industriales y científicas, se pueda crear una auténtica cultura de la innovación que vertebre en esta línea al conjunto del tejido socioeconómico de Extremadura. En otras palabras, la configuración de un nuevo territorio creativo o quinario a partir del apoyo, formación y ayudas a los emprendedores con iniciativas innovadoras que constituya un modelo alternativo al dependiente, únicamente, del sector de las nuevas tecnologías.

La imaginación como fuerza motora de un movimiento de innovación a todos los niveles, protagonizado por la propia sociedad civil extremeña, para lograr un modelo de crecimiento alternativo y diferenciado y, por tanto, más competitivo, que posicione a Extremadura con una oferta única, y unos valores propios, frente a un mundo y un mercado cada vez más globalizados.

El GIJ fue creado, el 16 de noviembre de 2004, a partir de un plan director diseñado con la ayuda de figuras de prestigio internacional como el estadounidense Joseph Pine, consultor internacional que asesora a las principales compañías de la lista Fortune 500; o el danés Rolf Jensen, creador de la empresa Dream Society, ex director del Instituto de Estudios Futuros de Copenhague y autor del libro La sociedad de los sueños. Expertos que, junto a otros practitioners de reconocida trayectoria, como el economista y divulgador científico Eduard Punset o Alfons Cornella, fundador y presidente de Infonomia, acudieron a apadrinarlo durante el acto de presentación en el marco del Encuentro Internacional de la Sociedad de la Imaginación, celebrado en abril del 2005, en el Palacio de Congresos de Mérida. Un edificio de audaz arquitectura, que acoge desde entonces la sede del Gabinete, convertido así en ?el gran cubo de la imaginación de Extremadura?.

?Se trataba de sentar las bases de un modelo de catálisis de la innovación a nivel territorial que nunca se había probado antes en ningún sitio, por lo que, ante la duda, siempre nos hemos guiado por el sentido común -explica David Sánchez, Coordinador del Área de Atención del GIJ que participó en el plan director del mismo-. Además, como empresa pública de una región como Extremadura, potenciamos al máximo el aprovechamiento de los recursos ya existentes?.

En efecto, operativamente, el GIJ está estructurado como una gran red que optimiza la malla formada por los grupos de desarrollo rural desplegados en las 24 comarcas extremeñas; las universidades populares y cámaras de comercio ubicadas en las principales poblaciones; y los cientos de entidades, instituciones, asociaciones y empresas que acaban de configurar este mapa de colaboradores activos.

 En el centro se encuentra el núcleo ejecutivo del Gabinete. Un equipo multidisciplinar formado por una veintena de jóvenes profesionales que trabajan en el Qbo coordinando todos los procesos: el primer filtrado de las consultas que se reciben, el control de las tareas de seguimiento y formación de los innovadores, así como el lanzamiento final de los proyectos al mercado y a la sociedad.

Como iniciativa directamente impulsada desde presidencia, el GIJ también trabaja estrechamente y en red con el resto de organismos e instituciones de la Junta, como puede ser Fomento de Emprendedores, intercambiándose mutuamente proyectos según su perfil; empresas públicas como SOFIEX (Sociedad para el Fomento Industrial de Extremadura), a la hora de encontrar financiación para los proyectos, o la recién creada Fundación Universidad Empresa con la que colabora en la localización de los jóvenes talentos de las facultades extremeñas y en tender puentes entre las universidad y las empresas para poner en marcha spin-off y otras iniciativas innovadoras.

El recorrido de una idea
Desde su creación, el Gabinete ha atendido ya más de un millar de consultas. De ellas, muchas sólo querían información, otras eran proyectos empresariales, pero no innovadores como tales, por lo que se desviaron a diferentes organismos extremeños como Fomento de Emprendedores. Finalmente, más de cuatrocientas iniciativas han realizado la entrevista de inicio porque se ha detectado que pueden ser innovadoras (al menos a nivel regional) y, en la actualidad, el balance de de proyectos materializados supera el medio centenar.
Pero ¿cómo funciona este proceso?
Pese al nombre, el Gabinete de Iniciativa Joven está abierto a todas las ideas, sin límite de edad, y vengan de donde vengan, con la única condición de que sean proyectos genuinamente innovadores, al menos a nivel de Extremadura, y que sirvan para el progreso económico, social o cultural de la región.

El contacto puede producirse a través de algunos de los grupos y entidades que colaboran con el Gabinete o directamente, ya sea por teléfono (902 511 902), por la página web del GIJ (iniciativajoven.org) o con una visita personal a la sede.

En todos los casos se recopila la información necesaria para conocer con más detalle cuáles son las características exactas de la idea innovadora y el estado en que se encuentra. A partir de ahí, comienza un análisis en el que se indaga sobre el impacto innovador, la utilidad, el valor estratégico para la región y la viabilidad de la propuesta.

?Sabemos de la soledad o la incomprensión que siente muchas veces el innovador y tenemos mucho cuidado de que, en ningún momento, se vean amenazados por el fantasma del fracaso. Porque un error, bien documentado, es el aprendizaje y la base de futuros éxitos?, apunta David Sánchez. No es mera casualidad que los miembros del Gabinete que trabajan en contacto con los innovadores tengan estudios de psicología.

Su compromiso es que toda consulta será contestada por correo electrónico en el plazo de 48 horas y, en el caso de concertar una entrevista personal, se realiza en menos de una semana. Ciertamente, algo innovador en el trato con la administración pública. ?Nos guiamos por el sentido común y práctico para evitar trámites burocráticos innecesarios y ofrecer un servicio lo más rápido y flexible?, señala Guillermo Varela, Coordinador Operativo del GIJ. ?Somos una especie de ventanilla única, ágil y con cara humana para los innovadores?.
Esta labor de selección previa, en la que son filtrados casos como el de un presunto interlocutor con extraterrestres o quienes trabajan en un producto o proceso ignorantes de que ya ha sido patentado, fundamenta gran parte de la credibilidad del GIJ. Junto con todos los rigurosos estudios de viabilidad ulteriores llevados a cabo por los expertos de cada sector, es la garantía que convierte a los proyectos avalados por el Gabinete en dignos merecedores de la inversión necesaria por parte del capital riesgo.

La figura del facilitador
Tras ese análisis preliminar es cuando se concierta una primera toma de contacto personal en la sede de Qbo de Mérida. Una vez llegado a este punto, se le asigna al innovador una persona de contacto, denominada el facilitador, que será su interlocutor en el Gabinete y que se encargará de hacer un seguimiento de la idea hasta su consecución, con un plan hecho a su medida.
Como su nombre indica, la figura del facilitador tutela al innovador en todo su proceso, orientándolo y animándolo a proseguir o moderando expectativas desmesuradas, según sea el caso, creando una especie de vínculo afectivo. ?Aunque sin caer en el paternalismo? -subraya el Gerente del GIJ, Juan Pastor-, ?porque luego, han de ser capaces de salir adelante por sí mismos como empresarios?.

A la hora de diseñar este plan de trabajo, se parte del estado de gestación en que se encuentra la idea y que determinará el grado de ayuda necesaria: si se ha de acabar de desarrollar en determinados aspectos ya sean técnicos, legales o de comercialización; la formación empresarial o de cualquier otro tipo recomendable para el innovador; o si bien, ya sólo necesita el contacto directo con las fuentes de inversión.
Para convertir la imaginación en realidad, se cuenta con una consultoría en creatividad, asesorías diversas y un ciclo formativo (denominado Ciclón Formativo) conducidos por practitioners, en los que se ayuda al innovador a desarrollar su creatividad, cambiando su percepción de las cosas. Un proceso mayéutico en el que él mismo ha de encontrar la mayoría de las respuestas a través de su propio esfuerzo e iniciativa personales.

El Plan de tus sueños
Para los que acuden al GIJ con una buena idea, pero que aún ha de madurar, el proceso de formación empieza por la participación en los seminarios de la imaginación que se desarrollan durante un fin de semana en uno de los laboratorios de ideas: poblaciones como Trujillo o Zafra, cuyo casco urbano se convierte en un recorrido por diferentes locales innovadores, convertidos en aulas prácticas, en las que se comparten ideas y experiencias entre los asistentes.
Los deberes para casa que tienen realizar los asistentes son el Plan de tus Sueños, un primer esbozo, que tras ser evaluado por los expertos sectoriales que colaboran con el Gabinete, será la base de su futuro plan de empresa.

Los proyectos avalados por el GIJ pueden aspirar a una de las denominadas ayudas del Decreto, que la Junta concede anualmente por un importe de hasta 30.000 ?, en forma de dotaciones para infraestructuras e inversiones técnicas diversas o como becas para ayudar al innovador a dedicarse a su proyecto durante ese impasse laboral que supone poner en marcha su propia empresa.
Para aquellos proyectos que ya están muy definidos y que sólo necesitan encontrar inversores se organizan encuentros sectoriales con empresas inversoras de capital riesgo tanto públicas como privadas, y su difusión en los medios de comunicación. También pueden entrar en juego ahí los denominados Créditos a la imaginación, concertados con diversas cajas de ahorros de la región.

Otros proyectos, también muy desarrollados conceptualmente, pero paralizados ante los kafkianos trámites burocráticos a los que tenían que hacer frente, se han dirigido al GIJ buscando su respaldo institucional. Como la primera granja de lagartos ocelotes (una delicatessen de la tradición gastronómica extremeña) que, por lo visto, plantea un problema conceptual a las autoridades sanitarias o un revolucionario sistema para fumigar los campos con un simple parapente a motor, pero que resulta de difícil catalogación para Aviación Civil.

Casos en los que el Gabinete acaba ejerciendo un papel de Defensor del innovador, convirtiéndose en un agente dinamizador de aquellas estructuras administrativas que todavía puedan obstaculizar la libre iniciativa de los innovadores.

Entre las empresas que ha logrado impulsar hasta ahora el GIJ destacan las que dinamizan determinados colectivos sociales y actividades propias del modelo alternativo que se pretende para Extremadura; como una cooperativa de reciclaje para integrar laboralmente a las mujeres de pequeñas poblaciones; una consultora de ingenieros agrónomos que asesorarán a los agricultores en su apuesta por los productos ecológicos de calidad y varias iniciativas para dar un valor añadido y desestacionalizar el turismo rural de la región. Pero también, algunos proyectos radicalmente innovadores a nivel internacional, como, por ejemplo, una fábrica de hormigón inteligente o una empresa que depurará las aguas residuales por medio de juncos.

Divulgar la cultura de la innovación
Aprovechando la creciente repercusión del Gabinete en los medios de comunicación de esta comunidad, se están llevando acciones más genéricas de divulgación, como el concurso Imagina Extremadura 2030, el programa ?Imagina tu empresa?, dirigido a institutos, o el concurso de Creación de Empresas en la Sociedad de la Imaginación destinado a la comunidad universitaria.

Por otro lado, el GIJ siempre ha trabajado como una red y uno de sus objetivos es que el fruto de sus esfuerzos converja en otra red. Se consolidará así una comunidad en red de Innovadores de Extremadura que colaboren activamente entre sí y aprovechen todas las sinergias posibles para impulsar a su vez nuevos proyectos. Una red con la que habrá que contar en el futuro, tanto dentro como fuera de Extremadura.

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