21 Jul Mapro: Sistemas de ensayos para la industria del automóvil por Fernando L. Mompó
Proyecto patrocinado por el Ajuntament de Manresa
Desde el perfil comercial que caracterizó a la empresa desde su nacimiento en 1956, Mapro decidió hace seis años impulsar su evolución apostando por la innovación, desarrollando sus propios productos y aplicaciones, y acompañando a sus clientes globales allí donde fuera necesario.
Mapro Test Systems es una empresa de ingeniería ubicada en Sant Fruitós del Bages especializada en el diseño y la fabricación de sistemas de ensayo para los componentes y equipos producidos, principalmente, para la industria automovilística. La empresa ofrece a sus clientes líneas y equipos de pruebas que suponen soluciones ?llave en mano? para la comprobación, entre otros, de diseños de direcciones eléctricas, módulos de puertas, asientos, sistemas de seguridad y de refrigeración, así como la comprobación de fatigas estructurales en componentes como la carrocería o el chasis de los vehículos.
Mapro nació en 1956 con una orientación principalmente comercial y como cédula de soporte a pequeños proyectos de ingeniería. Por ello, durante años, su actividad se centró en la compra-venta de sistemas de test de laboratorio y de conducción. Pero la creciente demanda por parte de sus clientes de soluciones cada vez mayores y más complejas llevó a su dirección a apostar hace ahora unos seis años por una estrategia de innovación. Esta estrategia ha llevado a Mapro en la actualidad a diseñar y fabricar sus propios sistemas de pruebas, así como a un proceso de expansión desde su central en Sant Fruitós de Bages que ha supuesto la apertura de delegaciones en Italia, Polonia, Estados Unidos y próximamente también en México.
Apuesta por la innovació
El cambio surgió en 1998 a partir de las demandas de uno de sus clientes. Se instaló entonces en Europa la primera línea de direcciones eléctricas y la compañía ganó la posibilidad de ofrecer los equipos de pruebas. Desde entonces los productos relacionados con la dirección eléctrica de los vehículos continúan siendo una de las principales líneas de negocio y de especialización de la compañía. Los equipos de comprobación de las unidades electrónicas de control han supuesto una buena apuesta de futuro para la empresa, ya que los componentes electrónicos son cada vez más frecuentes, en detrimento de los mecánicos, en los diseños de los vehículos más modernos.
Los principales clientes de Mapro son los llamados subministradores TIER 1, proveedores de primeros equipos de la industria automovilística tales como TRV o Delphi. La empresa ha subministrado también sus productos directamente a las empresas fabricantes de automóviles, aunque esta es una tendencia de mercado a la baja tal como explica Oriol Torn, Director General de Mapro. ?Los fabricantes piden cada vez más a sus proveedores módulos ya acabados, lo que supone pasarles el know-how.
Esto ha significado la necesidad de ensayos y montajes cada vez más complejos por parte de estos subministradores de primer nivel, y que por tanto sean ellos los que demandan nuestros productos en lugar de los propios fabricantes.?
Competencia global, expansión global
Como no podía ser de otra manera en el mercado de la industria automovilística, Mapro compite a nivel global, por lo que su competencia, básicamente extranjera, se encuentra en países como Canadá, los Estados Unidos o Alemania.
En este contexto, la empresa ha apostado desde el principio por la fidelización del cliente, trabajando conjuntamente en sus diseños, personalizando sus equipos según sus demandas y aportando ideas y know-how desde el mismo inicio de los proyectos.
Esta filosofía de servicio al cliente ha determinado también la expansión de la compañía. Durante los últimos años la empresa ha abierto sus nuevas delegaciones acompañando a sus proyectos más importantes, es decir, creando oficinas de soporte y mantenimiento cercanas a las localizaciones de sus clientes. ?El mundo del automóvil es global -explica Oriol Torn- y si no vas donde va el cliente, alguien lo hará en tu lugar.?
Innovación y desarrollo
El equipo de I+D de Mapro está compuesto por cinco ingenieros que trabajan básicamente en el desarrollo del software y los algoritmos de control utilizados en los equipos medidores de vibraciones y fatiga estructural. Este software mide y controla las fuerzas aplicadas a los componentes, permitiendo actuar y medir al mismo tiempo, creando así un bucle de control capaz de corregir las fuerzas aplicadas en tiempo real.
Este equipo se encarga también de mejorar los denominados entornos de usuarios, es decir, el interfaz gráfico de los equipos utilizado por los técnicos a la hora de programar los ensayos.
Mapro quiere utilizar también su equipo de I+D para desarrollar el software de análisis que sirve para realizar las pruebas del propio software utilizado por los vehículos. Se trata, como en el caso de los componentes electrónicos, de una tendencia creciente de mercado ya que son cada vez más los componentes como, por ejemplo, muchos de los mecanismos de seguridad, frenos ABS, etc., que utilizan software en su funcionamiento.
Entre los últimos bancos de pruebas producidos por la empresa se encuentra uno para el control de la columna de dirección y asistencia del nuevo Megane. En este tipo de pruebas la utilización de software resulta también fundamental para poder simular los diferentes tipos de dirección. El programa utilizado puede, en función de lo demandado por el cliente, reproducir una sensación más dura de dirección para modelos deportivos, controlando la respuesta de asistencia y verificando las respuestas de dirección en cada caso.
También para los aviones
Además de servir a la industria automovilística, Mapro ha realizado también sistemas de pruebas para las industrias ferroviaria y aeronáutica. Ejemplos de productos realizados para esta última son los bancos de pruebas de motores para Airbus o las simulaciones de carga en componentes del caza Eurofighter.
La innovación y desarrollo en Mapro está también presente en el apoyo a las nuevas tecnologías utilizadas en cada uno de los proyectos. Ello quiere decir que, además de crear producto, I+D supone para la compañía poder encontrarse en condiciones de prestar soporte a los cada vez más sofisticados equipos de los clientes.
A este particular cabe destacar los estrictos contratos de confidencialidad que exigen a la empresa evitar por completo el cruce de clientes y productos. A causa de estas cláusulas de confidencialidad Mapro ha configurado los varios miles de metros cuadrados de sus instalaciones divididos en cuatro naves diferentes, separadas para poder trabajar con diferentes clientes en cada una de ellas.
Fernando L. Monpó
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