Vilardell Purtí S.A. Convertir las buenas ideas en buenos productos

Vilardell Purtí S.A. Convertir las buenas ideas en buenos productos

por Fernando López Mompó


Proyecto patrocinado por el Ajuntament de Manresa

La innovación entendida de manera integral acaba creando círculos virtuosos en los que las buenas prácticas de unos procesos repercuten en el éxito de otros. Esa ha sido la filosofía de Vilardell Purtí S.A., una empresa fabricante de piezas por decoletaje a la que no asusta el cambio.

Desde puntas de bolígrafos hasta componentes para naves espaciales, la técnica del decoletaje en la que la empresa Vilardell Purtí está especializada, resulta hoy imprescindible en la fabricación de muchos de los elementos que componen los aparatos que utilizamos cotidianamente. Dejando a un lado mayores detalles técnicos, esta forma de producción consiste básicamente en la fabricación de piezas metálicas de precisión a partir de colocar en un torno una barra de metal a la que se le arrancan virutas para darle forma mientras ésta gira.

 

 

Vilardell Purtí tuvo su origen como empresa de carácter familiar a principio de los años 60 en forma de pequeño taller de reparación para motocicletas. Hoy la compañía factura más de 11 millones de euros anuales, el 25 % de ellos gracias a la exportación, y está a punto de inaugurar una sala blanca con tecnologías poco habituales en su entorno industrial.

 

Cultura de innovación integral

 

Los responsables de Vilardell Purtí atribuyen el éxito y crecimiento de su empresa a su cultura de la innovación. La innovación, presente desde el primer día, es la que ha permitido la superación durante sus años de existencia de crisis que han dejado en la cuneta a otras compañías de similares características. Una cultura de la innovación que, tal como se escribe en la editorial de uno de sus boletines internos, ?no consiste tanto en tener ideas, incluso buenas ideas, como en ser capaz de generarlas continuamente y lograr convertirlas en buenos productos o servicios?.

A esta filosofía de la innovación entendida como algo más allá de la mera creatividad se une su concepción como elemento estratégico integral. ?En Vilardell Purtí siempre hemos entendido que la innovación no sólo incumbe a la tecnología sino a todo nuestro quehacer diario, desde el más mínimo detalle de una producción hasta el plan estratégico empresarial? afirma Joan Cortina, Consejero Delegado. Así, hoy es posible distinguir en Vilardell Purtí elementos de innovación en áreas y prácticas tan diversas como la comercial, de organización y procesos o de Recursos Humanos.

 

 

Innovación comercial

 

En el sector de las empresas subcontratistas era habitual que fueran los clientes los que acudieran a estas empresas en busca de sus productos. Vilardell Purtí comenzó en la década de los 80 una política comercial, considerada entonces agresiva, que suponía salir a la calle a buscar a los clientes. También mucho antes de que se pusiera de moda el concepto de organización ?orientada a cliente?, la filosofía comercial de la empresa no se conformaba con encontrar a sus compradores sino que invertía recursos en su cuidado y mantenimiento post-venta.

 

El equipo comercial de Vilardell Purtí sigue visitando sistemáticamente a una cartera de unos 300 clientes de los que casi la mitad han realizado algún pedido durante el último año. Es una manera no sólo de hacerse más cercano al cliente, sino también de conocer sus necesidades futuras y lo que está ofreciendo la competencia.

 

 

Pasados casi veinte años de políticas de orientación al cliente, esta estrategia de cercanía alcanza hoy un estadio superior en el codiseño de algunas piezas o, dicho de otra manera, en el diseño compartido con el cliente, con el que se intenta participar desde el inicio de sus proyectos. Algo muy fácil de decir, pero difícil de estar en condiciones de poder llevar a cabo, según afirma Jordi Roy, Director Comercial y de Industrialización. ?El codiseño puede significar trabajar con un cliente durante un año o dos sin cobrar un euro, aportando nuestra experiencia y conocimiento en sus proyectos. Ahora mismo estamos involucrados en diseños que no verán la luz hasta el 2008 o 2009?.

Con este tipo de colaboración y la especialización en fabricaciones complejas resulta más fácil sobrevivir a las deslocalizaciones de las grandes empresas, a las cuales es difícil encontrar nuevos proveedores aunque se lleven sus cadenas de producción a países con mano de obra más barata. Tal ha sido el caso, por ejemplo, de Hewlet Packard, a cuyos centros en Hungría e India siguen sirviendo componentes.

 

Innovación en los procesos

La importancia que Vilardell Purtí otorga a sus procesos de negocio y a su continua redefinición pasa por organizarse en base a ellos más en base a la tradicional división por departamentos. Cada uno de los procesos definidos por la empresa cuenta con un responsable del mismo y es habitual que en él participen de forma transversal varios departamentos.

La incentivación de la innovación pasa en Vilardell Purtí de manera principal por los mecanismos de control establecidos para el análisis constante de estos procesos. En este sentido existe un comité que periódicamente se reúne con el único objetivo de que los responsables de cada uno de ellos expliquen su funcionamiento. Este comité, en el que continuamente se revisan los procesos y se discuten las posibles maneras para mejorarlos, tiene una estructura de carácter multidisciplinar. ?Por poner un ejemplo- explica Albert Giralt- es perfectamente factible que un comercial pueda realizar una aportación interesante en un comité en el que se discuta el cambio de una determinada maquinaria?.

 

 

Innovación tecnológica

La innovación entendida de manera integral acaba creando círculos virtuosos en los que las buenas prácticas de unos procesos repercuten en el éxito de otros. En esta ocasión, la cercanía y el trabajo conjunto con uno de sus clientes han sido los elementos motivadores de una de las más importantes innovaciones tecnológicas en Viladell Purtí de los últimos años. Se trata de la inauguración de una sala blanca, poco habitual en estos entornos industriales, que permitirá la fabricación de una pieza para el sector automovilístico que precisa de unos requerimientos normalmente no asumibles ni conocidos por una empresa de decoletaje.

 

En esta ocasión ha sido el cliente el que ha provocado la adopción de una nueva tecnología. Ahora, una vez adquirida, la empresa ha podido ponerse a buscar nuevos mercados y está en el proceso de producir también en esta sala blanca una serie de piezas para el sector de la mecánica dental. Un mercado quizás desconocido para la empresa hace no demasiado tiempo, pero para el que ya se está preparando con el capital humano adecuado.
Un mercado en el que quizás los responsables de Vilardell Purtí no hubieran imaginado estar hace apenas un par de años. Pero quizás la innovación constante e integral conlleva siempre este tipo de sorpresas.

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