Ke!678 Las tecnologías de la información ya no son estratégicas: son sólo infraestructura

Ke!678 Las tecnologías de la información ya no son estratégicas: son sólo infraestructura

Sólo lo notamos cuando falla…

El editor de la Harvard Business Review decía hace unos meses que el objetivo de la revista era introducir ideas que cambiaran las conversaciones en los negocios, “ideas con impacto”. Pues bien, en el número del mes de mayo de 2003 hay un artículo que lo demuestra con creces: “IT doesn’t matter”, de Nicholas Carr.

Este artículo y el “survey” sobre tecnologías de la información que publicó The Economistel 10 de mayo, me sirven para comentar dónde estamos en cuestión de IT y hacia qué tipos de tecnologías vamos en los proximos años.

PARA PENSAR:

(Tiempo estimado de lectura: 8 minutos)

El editor de la Harvard Business Review decía hace unos meses que el objetivo de la revista era introducir ideas que cambiaran las conversaciones en los negocios. O sea, “ideas con impacto”. Pues bien, en el número del mes de mayo de 2003 hay un artículo que creo que lo demuestra con creces.

Se trata del que lleva por título “IT doesn’t matter”, de Nicholas Carr (mayo 2003, p41, resumen en http://harvardbusinessonline.hbsp.harvard.edu/b02/en/common/item_detail.jhtml; jsessionid=1M5KDSMYKSRTCCTEQENSELQ?id=3566). Este artículo, junto con el “survey” sobre tecnologías de la información que publicó The Economist el 10 de mayo, me sirven para comentar donde estamos en esta cuestión.

La tecnología ya no es estratégica, sino que es infraestructura

La principal tesis de Carr es que las tecnologías de la información (TI) ya no constituyen un factor estratégico, sino que son básicamente infraestructura. Dicho de otra forma, cuando todas las empresas ya disponen de TI, dejan de ser un recurso escaso, y, en consecuencia, tenerlo deja de ser estratégico.

Que las TI dejan de ser un recurso escaso lo ilustra como ha ido aumentando la inversión en ellas por parte de las empresas norteamericanas. Representaba un 5% del total en 1965, un 15% en 1980, un 30% en 1990, y en 2000 ya era de más del 50%. Obviamente, no es lo mismo en nuestro país. Muchos expertos señalan la escasez de la inversión en capital tecnológico como nuestro principal defecto económico.

Según datos del observatorio de información tecnológica europea EITO ( http://www.eito.com) España invierte 262 euros al año por habitante en TI, un 40% de la media europea y tan sólo un 17,4% del promedio estadounidense. Parece ser que la principal razón de este desfase consiste en la poca inversión de las pymes, que constituyen el grueso de la empresa española. Según datos de Aniel, “el mercado español de TI alcanzó los 71.153 millones de euros en 2002, con sólo un crecimiento del 2,5 por cien respecto al año 2001”.

Carr señala que, en realidad, se debe hablar de dos tipos principales de tecnologías de la información: tecnologías “de propiedad” (lo que normalmente traducimos mal, por “propietarias”), y tecnologías “de infraestructura”:

Las “de propiedad” son aquellas que tiene una empresa en exclusiva, que puede proteger (por ejemplo, mediante patentes), de forma que puede explotarlas en cierta forma de monopolio (aunque, normalmente, tal monopolio sea sólo temporal). El valor de estas tecnologías proviene, justamente, de tenerlas tú y nadie más. Así, por ejemplo, el sistema “one click” de compra de Amazon (protegido por patente, aunque aún en discusión en los juzgados) es una de sus ventajas.

Las “de infraestructura” son aquellas que todo el mundo usa, y que toda empresa debe tener para ser competitiva. Lo normal en este campo es que acaben estandarizándose, “comoditizándose”. El valor de estas tecnologías aumenta cuanta más gente, más empresas, las usan. Así, por ejemplo, la tecnología IP, los protocolos abiertos, han hecho que hoy no puedas estar en Internet, en la mayoría de industrias y sectores. Forma parte de las nuevas reglas del juego.

Lo “normal” ya es el auto-checking

En un libro mío de 1994 (Los recursos de información, http://www.instituteofnext.com/tienda/recursos.asp) presentaba ejemplos históricos de sistemas de información que habían dado ventajas estratégicas temporales a algunas empresas (el sistema sabre de American Airlines, el de mantenimiento a distancia de ascensores de OTIS, etc). Pues bien, muchas de esas tecnologías ya son parte de las nuevas reglas del juego en sus respectivos sectores. El camino “normal” de toda tecnología es avanzar hacia la estandarización, hacia que todos lo usen, si es que ha desmostrado su utilidad, claro está.

La principal aportación de Carr reside en la siguiente observación. Cuando un recurso se convierte en imprescindible, o sea en infraestructura, no es que tenerlo sea una ventaja, sino que no tenerlo es una desventaja. En otras palabras, no aprecias cuando lo tienes, pero sufres cuando te falla.

Es algo que comentamos en su momento en el modelo de las capas de Hayles ( http://www.instituteofnext.com/leyes/index.asp?id=hayles): la tecnología se va haciendo más complicada, y se van superponiendo capas una encima de otra. Las más profundas son prácticamente invisibles. Sabes que están pero no les prestas atención, quedando el monopolio de la fascinación para las capas más superficiales. Pero cuando las tecnologías “de base” fallan, todo se paraliza.

Pues bien, las TI están en ese estadio. Según Carr. “cuando un recurso se convierte en esencial para competir, pero sin consecuencias sobre la estrategia, los riesgos que crea son más importantes que las ventajas que aporta”.

En otras palabras, cuando ahora nos fallan las TI, todo se para. Hay que ser, pues, conscientes de nuestra vulnerabilidad, y pasar a gestionar las TI como una infraestructura esencial. El elemento crítico hoy es invertir en “robustez” de los sistemas, y medir las inversiones de acuerdo con unos usos demostrables.

El camino de las TI sigue sendas infraestructurales parecidas a las del ferrocarril y del sistema eléctrico: en el fondo, como recuerda Carr, todas son “tecnologías de transporte” (mover cosas, electrones, o bits).

Deben estar… ya no hay opción

Innovatio Interruptus

La idea de Carr me parece muy correcta, en especial en sus latitudes y longitudes. No estoy tan seguro de que sea lo mismo aquí, cerca.

Lo que si es cierto, es que es hoy ya posible dibujar un esquema que organice los distintos sistemas de información que una empresa necesita, tanto en la cadena de valor primaria como secundaria.

Y también es posible ordenar esos sistemas en clave de la relaciones de la empresa con tres agentes principales: proveedores, clientes y partners. 

Pero, más allá, entendemos que están apareciendo muchas innovaciones en TI que podrían tener importantes efectos en las operaciones de las empresas, en cualquiera de los niveles de la cadena de valor y de la cadena de relaciones con los agentes. Así, comentamos cada semana en Infonomia muchas nuevas herramientas de productividad, personal y profesional ( http://www.instituteofnext.com/nettools).

Pero el momento económico parece no ser el mejor para extraer rendimiento de estas tecnologías. Parece como si estuviéramos en una parada técnica, en los “boxes” de la carrera.

Leía hace poco (Wall Street Journal, 30/05/03, pA8) que la economía ha parado la innovación. El articulista citaba algunos ejemplos históricos de ralentización de la asunción de la innovación por parte del sistema económico:

• Así, aunque Philo Farnsworth ( http://www.time.com/time/time100/scientist/profile/farnsworth.html) inventara la televisión en 1927, la Gran Depresión primero, y la Segunda Guerra Mundial después, impidieron que su invento llegara al mercado, y fuera aceptado hasta finales de los 40. 

Farnsworth : Inventor en un mal momento…

• A principios de los 70, unos cuantos pioneros ya “jugaron a los PCs”, montando máquinas muy primitivas, pero que prometían. Pero no fue hasta finales de los 80, y gracias al decidido impulso de IBM, que el PC no prosperó.

• Y ahora, tenemos montones de tecnologías inalámbricas, y de servicios web, ya disponibles y utilizables, que esperan un mejor momento de la economía para desplegarse.

Estamos pues, en un momento de innovatio interruptus.

Lo que viene

Para terminar, en el survey de The Economist de 10/05/03, se comenta ese estado actual de las TI ( http://www.economist.com/surveys/displaystory.cfm?story_id=1747329). Quizás uno de los principales comentarios incluidos en ese documento es el que en su momento hizo Gerstner, presidente de IBM: “el principal beneficiario de la (revolución Internet) está siendo la gran empresa norteamericana”. Y un segundo comentario es que el discurso ha pasado, lógicamente, de la tecnología a su valor, más exactamente, al valor que aportan a empresas y consumidores (o ciudadanos).

Un rápido listado de las tecnologías que más impacto van a tener en los próximos años:

1) Conexión de “cosas”: más y más agentes y componentes conectados de manera inalámbrica. En especial, tendrán especial importancia las etiquetas de radiofrecuencia (RFID). Véase http://www.rfid.org. La clave: una etiqueta RFID cuesta ahora 4 centavos, mientras que hace 4 años costaba 2 dólares.

2) Smart pricing: métodos para que el precio de cada producto o servicio sea el más adecuado en cada momento (precio dinámico).

3) Grid: de conectar un PC a una red, a que los PC en red actuen de manera coordinada (véase http://www.instituteofnext.com/extranet/index.asp?idm=1&idrev=1&num=647). Véase http://www.distributed.net. Un simple ejemplo: el proyecto Mersenne ya ha encontrado a través de su sistema de cálculo voluntario distribuido, el 39avo número de Mersenne (2^13,466,917-1 es primo): lo ha encontrado un joven canadiense de 20 años. Hacia el “griddleware”…

4) 4G: tras el fiasco de la tercera generación de telefonía móvil, viene con fuerza la cuarta: una fusión del wifi y la red celular. Disponer de ancho de banda en cualquier parte, barata.

5) Personalización: procesos de fabricación suficientemente flexibles para permitir el suministro de soluciones personales (productos y servicios) a cada consumidor. Véase, como ejemplo, http://nikeid.nike.com/ o http://www.volvocars.com

6) Simulacro generalizado: técnicas de simulación aplicadas al comportamiento de los consumidores (“experimental economics”).

7) E-learning: del just-in-case (depósito) al just-in-time (aprender durante tu work flow diario)

8) Pago por lo útil: the end of free ( http://www.theendoffree.com/)

Curiosamente, una de las conclusiones del Survey es parecida a la del artículo de Carr con el que empezábamos. Es posible que una de las herencias más claras de la “revolución Internet” sean los estándares abiertos…

¿Punto final a lo cerrado?

La conversión de la estrategia en infraestructura…

Ya no hay glamour… es el “new normal”… (como proponen en Accenture).

Alfons Cornella
Infonomia.com

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.