05 Jun Ke!677Bits en la rutina diaria: la tecnología como infraestructura personal
Screens everywhere
Este mensaje nace de una cena. Una cena con un político al que no conseguí hacerle entender que en la innovación, en todos los sectores, está la clave del mantenimiento de nuestros estándares de calidad de vida. Me dio la impresión, viéndome a mí mismo «desde arriba», que le estaba explicando un cuento. Que no podía argumentarle «con números» lo que le quería decir.
Voy a imaginarme un día de dentro de poco. Y voy a ver la cantidad de tecnología con la que voy a vivir, sin darme cuenta.
¿Creéis que sueño?
¿Qué economía creéis que viene?
Innovar o nada….
(Tiempo estimado de lectura: 5 minutos)
Este mensaje nace de una cena. Una cena con un político al que no conseguí hacerle entender que en la innovación, en todos los sectores, está la clave del mantenimiento de nuestros estándares de calidad de vida. Me dio la impresión, viéndome a mí mismo «desde arriba», que le estaba explicando un cuento. Que no podía argumentarle «con números» lo que le quería decir: que la economía, en una sociedad occidental, depende de la creación de valor más sofisticado para y con el cliente, y que la clave para hacerlo consiste en invertir en innovar.
La verdad es que ese mismo día había visto uno de los últimos anuncios de Apple, una joya de la comunicación. El mensaje, como podéis ver aquí abajo, es «se acabó el discurso de los bytes»; «ahora el valor está en otra parte». De hecho, me pareció sublime el discurso «en 1 pulgada de grueso tendrás 17 pulgadas de pantalla». Mejor, imposible. Esto es de lo que le quería hablar al político: de una sociedad tecnológicamente más sofisticada, en donde la economía se basa en productos y servicios innovadores, muchos de ellos no ya sólo «útiles», sino «emocionalmente intensos». El nuevo Powerbook de 17 pulgadas es una experiencia, no un producto.
Voy a continuar en la línea de lo que hice en el mensaje http://www.instituteofnext.com/extranet/index.asp?idm=1&idrev=1&num=581. Voy a imaginarme un día de dentro de poco. Y voy a ver la cantidad de tecnología con la que voy a vivir, sin darme cuenta.
Para empezar, me despertaré viendo la hora del despertador proyectada en el techo. No tendré que hacer ya más contorsiones para ver las agujas. Bastará con mirar al techo con un aparato como el Travel Projection Clock, de Oregon Scientific ( http://www2.oregonscientific.com/exactset/rm888.html). Más aún, me olvidaré de ponerlo más en hora, y de cambiarla cuando cambian las estaciones: está conectado por radio a un emisor de señales de sincronización con un reloj atómico. Más preciso imposible.
Travel Projection Clock
Una vez levantado, y aseado, me dispondré a leer los titulares de los periódicos, en un lector digital. No lo haré en el ordenador, que tiene un «bootstrap» (encendido) muy lento, sino que lo haré en una pantalla flexible, polimérica, en la que irán apareciendo una tras otra las páginas conforme las vaya leyendo, ya sea en la cocina, o en el pasillo. Pesará poco, irá conmigo. Quizás utilizaré algo como el Sbook de Matsushita o como el lector basado en la tecnología eink de Philips ( http://www.eink.com/news/releases/pr69.html).
Ya en el coche (aunque preferiría ir en bicicleta), conduciré un aparato lleno de gadgets. Una montaña de tecnología rodante. Entre otras cosas, veré el indicador de velocidad proyectado en el parabrisas, algo que modelos como el nuevo X5 de BMW ya hacen (lástima que nunca tendré, ni desearé, ese coche).
En el trayecto hacia el trabajo, encontraré unas cuantas vallas publicitarias. Estas sabrán que radio estoy escuchando, y, de acuerdo con el perfil promedio de sus oyentes, me propondrán un anuncio u otro. Estas vallas, pues, serán dinámicas, puesto que «sintonizan» con los conductores cercanos. Algo que ya es una realidad en Alaris Media Networks ( http://www.alaris.net).
Ya en el trabajo, lo primero que me interesará es ver cual es la evolución del valor en bolsa de mi empresa, versus el índice general y el del principal competidor, si es que mi empresa nunca cotiza, claro está. Y para hacer ese seguimiento tranquilo, durante todo el día utilizaré una tecnología no intrusiva, «ambiental» (como comentamos en http://www.instituteofnext.com/extranet/index.asp?idm=1&idrev=1&num=656), como el «Wireless information gauge» de Ambientdevices ( http://www.ambientdevices.com/images/logos/FC-meter-closeup.jpg).
Una de las sesiones de trabajo consistirá en una multiconferencia internacional, para lo que usaré diversos instrumentos. Entre ellos, una gran multipantalla, como la de Intelliroom, donde veremos varias aplicaciones abiertas simultáneamente, así como una mesa donde podré escribir directamente de forma que lo que ponga sea visto en los otros puntos de la reunión, estén donde estén en el mundo (la ConnecTable).
http://www.barco.com/projection_systems/intelliroom/
Obviamente, trabajaremos muy familiarizados ya con la videoconferencia. De hecho, haremos teleconferencias muy realista, ya sea con la proyección de nuestra imagen recortada digitalmente sobre la pared, en tamaño real, o con la proyección de una imagen 3D sobre un cristal, en un punto de la mesa de reunión. Algo que ya podemos ver en Teleportec.
Al terminar el trabajo, iré a buscar a mis hijos, que habrán superado la GameBoy para hacerse adictos a las minipelículas MPG, o mejoradas, en su lector MP3.
En casa, un breve rato de descanso, antes de ponerse a escribir mensajes como este. Viendo la TV y navegando al mismo tiempo por Internet mediante una pantalla remota, conectada al servidor doméstico, via WIFI. Unas pantallas ligeras (no tienen disco duro), y con baterías de larga duración. SmartScreens. Véase http://www.press.ce.philips.com/press/20030312_cebit_418.html.
Con el Airpanel de ViewSonic ( http://www.viewsonic.com/airpanel/index.htm)
o el DesXcape de Philips
Por cierto, las pantallas ya no serán de rayos catódicos (CRT) ni de cristal líquido (LCD), sino de polímeros emisores de luz (LEP, light emitting polymers), como ya propone Cambridge Display Technologies ( http://www.cdtltd.co.uk).
Ya acabado el día, por la noche, en la cama, una pequeña ayuda para leer mejor el libro, en papel, claro está. Un iluminador personal de Lightwedge ( http://www.lightwedge.com)
¿Creéis que sueño?
¿Qué economía creéis que viene?
Innovar o nada.
Alfons Cornella
Infonomia.com
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