Ke!675 ¿Es Barcelona la ciudad ideal para el lanzamiento del Segway?

Ke!675 ¿Es Barcelona la ciudad ideal para el lanzamiento del Segway?

El uso de los carriles bici en Barcelona debe encontrar una forma de hacer más llevaderas las subidas. Por otra parte, el sistema de movilidad personal Segway precisa, para ser algo utilizado por la gente, una «innovación política» (o legal) que acompañe a la tecnología, sino no habrá innovación «social».

Si unimos los dos puntos de este mensaje, uno puede intuir que Barcelona sería el lugar ideal en el mundo donde probar el Segway a gran escala. La infraestructura existe (los carriles bici), y también la necesidad.

(Tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

PARA PENSAR:

Esta historia empieza en un atasco en Madrid. Algo bastante normal. El taxista es alguien culto. Por lo menos, piensa por si mismo. Y me dice: “no entiendo cómo con la red novísima de metro que tiene la ciudad, la gente insiste en ir con su automóvil». Una reflexión bastante lógica. Más lógica aún su siguiente intervención: «lo que deberían hacer es lanzar una campaña de publicidad con gente conocida, de prestigio, a ser posible rica (cualidades que no tienen porque ir unidas, aporto yo), que toma el metro y explique las virtudes de hacerlo».

En otras palabras, en opinión del taxista, «la gente no toma el metro porque le parece que es cosa de pobres». Y aporta un dato concreto (para que no pensara que se basaba sólo en opiniones): un amigo suyo dispone desde hace unos meses de un trayecto de metro de casa a la oficina, directo, y sin embargo sigue cogiendo su coche.

La verdad es que la reflexión del taxista aparecía en el momento en que estaba pensando este mensaje, aunque yo lo situaba en Barcelona. Soy de los que, algunas veces, se mueve por la ciudad en bicicleta. La red de carriles bici de la ciudad es una maravilla. Quien no ha probado la bajada desde Diagonal hasta el puerto en estas noches frescas de primavera se ha perdido algo bonito de la vida. El problema, claro está, es que para que haya bajadas, debe haber subidas.

El problema del uso de los carriles bici en Barcelona es, quizás, pues, que debe encontrarse una forma de hacer más llevaderas las subidas, que, aunque suaves, requieren su esfuerzo.

Así, pues, y de forma parecida al metro de Madrid, la cuestión esencial no es tanto disponer de la infraestructura, sino que la gente quiera, o tenga un motivo para, usarla. La infraestructura es condición necesaria pero en absoluto suficiente. Sino usar la infraestructura le es al ciudadano más cómodo, o más arriesgado (en términos de hacer una cosa nueva) que lo que ya conoce, no lo hará. Es lo que dice la ley de Mooers extendida: si puedes vivir sin hacer algo, lo haces ( http://www.instituteofnext.com/leyes/index.asp?id=mooers)

Mapa de carriles bici de Barcelona: prácticamente ya se puede ir desde cualquier punto de la ciudad a cualquier otro en bicicleta http://www.bcn.es/bicicleta/cat/index.htm

La verdad es que esta reflexión de las bicicletas me lleva a pensar que el uso de la red de carriles bici sería de verdad una «innovación», o sea, sería «aceptada» por el público que estaría dispuesto a cambiar sus hábitos, si alguien propusiera una forma de moverse más cómodamente en bicicleta. O sea, la cuestión, una vez dispuesta la infraestructura de los carriles, es proponer un vehículo para moverse por ella.

Existen en el mercado distintas propuestas. De hecho, hay algunas con larga historia, como las bicicletas eléctricas o pedelecs. Hay distintas marcas en el mercado. Yo, sin buscar mucho, he encontrado varias. Entre ellas las venerables Solex, de las que se vendieron entre 1941 y 1981 más de cinco millones de ejemplares. Hay muchas más propuestas de este tipo de vehículos, como puede verse en http://www.econvergence.net/pedelec.htm, o en una lista de «vehículos sostenibles» en http://www.terra.org/html/s/rehabilitar/vehiculos/proveedores.html.

Y encima, estos vehículos son atractivos. Y «fashion». En fin, que creo poder afirmar que no tardaremos en verlas por las calles de Barcelona. Con el motor en las subidas, con el pedaleo en las bajadas.

La bicicleta eléctrica de Zerimar ( http://www.zerimar.es).

Las bicicletas Solex ( http://solexin.free.fr/vsi/vsi61/index.html)

Pues bien, casualidades de la vida (la serendipia) me han llevado a leer hoy mismo un interesante artículo de M. Schrage ( http://www.instituteofnext.com/grandes/grandes.asp?id=13150) en el Technology Review de marzo 2003, en el que trata de por qué le está costando tanto al Segway salir al mercado de verdad ( http://www.technologyreview.com/articles/schrage0403.asp).

Sabéis que el Segway es el revolucionario sistema de movilidad personal que Dean Kamen lanzó hace unos meses. Pues bien, parece ser que el principal problema para el lanzamiento del aparato no es técnico, sino legal. Básicamente no está claro por dónde debe circular. De hecho, al parecer en algunas ciudades y estados han prohibido expresamente que circule por las aceras, y también por las calzadas. Aunque otros muchos han legislado que debe circular por carriles especiales, siempre que el usuario lleve casco.

O sea, lo que el Segway precisa para que se convierta en algo utilizado por la gente es una «innovación política». Sin innovación política (o legal), que acompañe a la «tecnológica», no hay innovación «social».

Si unimos, pues, los dos puntos de este mensaje, uno puede intuir que Barcelona sería el lugar ideal en el mundo donde probar el Segway a gran escala. La infraestructura existe (los carriles bici), y también la necesidad.

La moraleja es que a toda innovación tecnológica debe seguirle, o acampañarle una innovación social o económica para que triunfe. Algunos ejemplos breves:

1) He oído estos días de una experta de la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones) que uno de los motivos para el surgimiento de una competencia viable al operador dominante de acceso a Internet en Islandia ha sido la «promesa a los internautas que básicamente juegan (gamers) de un ping rápido, de forma que la interacción con sus colegas sea lo más inmediata posible, desde el punto de vista técnico».

2) Una de las razones por la que ha avanzado tanto la banda ancha en Corea (cerca de 2/3 partes de los hogares disponen de ella) es una campaña del Gobierno basada en la idea de que «speed is everything», que ha hecho que entre las variables para valorar un edificio por parte de los ciudadanos esté su conectividad. En otras palabras, la cédula de habitabilidad «real» que los ciudadanos exigen es que su casa tenga acceso rápido a la red. La infraestructura ya estaba: pero es la exigencia motivada de la gente lo que hace que la gente la use.

La innovación sin aceptación del público es fuegos de artificio.

La cuestión está pues, en pensar qué hay que resolver para que la gente la adopte.

Hay que eliminar los obstáculos…

Alfons Cornella
Infonomia

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