Ke!933 La información como gas

Ke!933 La información como gas

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Para el espíritu informacionalmente inquieto, el momento presente es tanto el paraíso como el infierno. No sólo puede buscar y encontrar prácticamente cualquier información al instante (un ejemplo siempre sorprendente es cómo Google nos sirve incluso para encontrar la página de una empresa de la que sólo sabemos el número de teléfono; pruébalo) sino que puede hurgar y hojear una infinidad de páginas, en centenares de lenguas, con textos, fotos, vídeos, etc. Es el paraíso de la información encontrable, pero el infierno de la información excesiva.

Algunos ejemplos, tomados al azar, de algunos artículos que he “separado” en las últimas dos semanas:

El próximo 25 de abril (2007) se recreará en Almansa la batalla definitiva de la Guerra de Sucesión española (batalla tristemente recordada por los austriacistas y por los defensores de la pluralidad lingüística del país, ambos perdedores en la misma). Una información que puede ser tomada como mera anécdota, o analizada como una muestra más de la tendencia a un nuevo tipo de turismo experiencial, en la que los “turistas” pueden “vivir” la experiencia en primera persona, en forma de figurantes; algo para lo que las batallas parecen ser ideales, como lo demuestra que este tipo de “reescenificaciones” abunda en el campo de las batallas, puesto que también se hace en Waterloo y en Gettysburg. Más aquí: http://www.elpais.com/articulo/viajes/Turistas/campo/batalla/elpcanviavia/20070324elpviavje_3/Tes

Un especialista en banca de inversión deja en 1978 su empleo llamado por su histórico apellido: se trata del Conde Anton Wolfgang von Faber-Castell. Toma el lápiz leyenda en sus manos, y lo proyecta hasta el punto económicamente más remarcable desde su fundación en 1856. Dieciséis factorías dispersas por el mundo, para una fabricación de 2000 millones de lápices al año. ¿Alguien dudaba de que puedan facturarse 400 millones de dólares haciendo lápices? Eso sí, los mejores lápices del mundo. De nuevo, ¿una mera anécdota, o un “business case” del que podemos aprender mucho: de cualquier producto se puede derivar valor económico a escala global? Más aquí: http://www.economist.com/printedition/displayStory.cfm?story_id=8770415&fsrc=RSS

Faber-Castell

Dos italianos, Massino Gaggi y Edoardo Narduzzi, proponen en un novedoso texto, “El fin de la clase media”, que eso, la clase media, está desapareciendo, sustituida por los neoproletarios, profesionales que, aunque usan su cerebro como herramienta de producción, no consiguen más que apenas sobrevivir en una sociedad tremendamente exigente, y encima cara, gracias a los productos de bajo coste. Es, pues, una sociedad del bajo coste. Puedes amueblar tu piso gracias a Ikea. Ir de vacaciones gracias a RyanAir. Vestirte gracias a Zara. Comer gracias a Mercadona. Tienes de todo, gracias a tu endeudamiento personal y a comprar barato bienes de consumo que nunca vas a poder vender. O sea, no eres pobre a presente porque lo serás en el futuro.

Más aún, esta noticia toma otro rumbo si se “hibrida”, se cruza, con la que sintetiza el informe del Ministerio de Defensa británico sobre amenazas futuras, entre las que se anuncia que:

“Destaca el papel que los militares británicos prevén para la clase media. «Las clases medias podrían convertirse en revolucionarios, tomando el papel pronosticado por Marx», afirma el informe, basando la tesis en el creciente abismo que separa a las clases medias de los más ricos. Según el documento, la clase media podría «unirse, usando el acceso que tiene al conocimiento, los recursos y la habilidad para modelar a su antojo procesos transnacionales». Prevé una resurrección de ideologías como el marxismo y estima que la tendencia hacia el relativismo moral y hacia valores pragmáticos llevará a que la gente busque «el santuario de sistemas de creencias más rígidos, lo que incluye mayor ortodoxia religiosa e ideologías políticas doctrinarias, como el populismo y el marxismo».”

Más aquí: http://www.elpais.com/articulo/internacional/Chips/cerebrales/bombas/electromagneticas/peores/noticias/elpepuint/20070409elpepuint_5/Tes

¿Dos notas anecdóticas, o información sobre la que hay que trabajar, conectándolas, en clave de lo que mi empresa puede derivar como oportunidad?

La aparición de miles de blogs, que pronto serán quizás millones, unida a la información que ya generan millones de medios “convencionales”, convertirá la información en una especie de gas. Todo lo llenará. Y cada molécula irá por libre, como radical flotante, buscando recorrer tanto espacio como pueda. Como consecuencia, la temperatura informacional del mundo aumentará. Más información, más incertidumbre.

En este sentido, la información es como el software. Baste un simple recordatorio aquí de la ley del “software como gas” que propuso en su día Nathan Myhrvold, ley que incluí en mi texto de las 100 principales leyes informacionales, kNewton (adquirible aquí: http://www.instituteofnext.com/blog/perm.php?id=2265):

Software is a gas-it expands to fit the size of its container

Software grows until it hits the memory and processing limits of the current computer technology (o sea, el software crece hasta que se ve limitado por la ley de Moore)

Software growth drives hardware growth. People buy new models because their old ones are bogging down. (o sea, el crecimiento del software hace posible que exijamos que la ley de Moore sea una realidad)

Software is limited only by human ambition and expectations.

Y no podremos sacar provecho de este “gas informacional” hasta que se desarrolle una especie de termodinámica informacional. O sea, una manera sistemática de “hacer trabajar”, de convertir en trabajo el potencial de ese gas que es la información. Hoy por hoy, esto es una fantasía.

Hoy, la única manera de sacar rendimiento de toda la información a tu alcance consiste en dedicar mucho tiempo de búsqueda y análisis, combinarlo con la experiencia que te dicta “qué es potencialmente interesante”, conectar las diferentes ideas, y presentarlas de manera que se pueda actuar sobre ellas. Algo tremendamente complicado y caro. Los bien informados en el mundo son muy muy pocos. No nos engañemos.

Quién convierte el gas informacional caótico (browniano) en “vapor” que mueve los pistones de las organizaciones es hoy un humano. Por eso desde Infonomía hemos lanzado nuestro Update (http://www.instituteofnext.com/update/update.pdf), un evento breve que sintetiza para 150 directivos de qué se está hablando en el mundo de los negocios. Leemos un montón, sintetizamos, conectamos ideas y las comunicamos.

Pero es obvio que es realmente urgente que esta función se automatice. Esta será una revolución muy superior a la de Internet, y, en particular, a la de Google, y a la de la participación de millones de personas en la creación de la actual inteligencia colectiva.

Precisamos de un nuevo paradigma que supere el pagerank de Google, y permita conectar ideas de acuerdo con lo que una persona y una organización precisan. No precisamos de más RSS, sino de algo que nos permita derivar sobre qué actuar de entre todo lo que un lector de feeds nos suministra. Precisamos máquinas que destilen la información crítica necesaria para el cumplimiento de nuestros objetivos.

Y no veo nada significativo en el entorno que me indique que vamos en esta dirección. Por tanto, a sobrevivir en el gas intentando no intoxicarse…

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