07 Feb Ke!890 11. Imaginación y tecnología frente al fin de la historia informacional
Google reina. Parece que hayamos llegado al “final de la historia informacional”: todo está online, todo está localizable a través de los buscadores. La exhaustividad finalmente conseguida.
Pero la verdad es que lo que está emergiendo con fuerza es, en realidad, una preocupante paradoja informacional: mientras aumenta sin cesar la capacidad tecnológica para enviarnos más información por unidad de tiempo (i/t), o sea, mientras aumenta sin (aparente) freno el “ancho de banda”, entendido este de manera genérica, nuestra “capacidad de atención”, para absorber, por no decir entender, toda la información que se nos proyecta, en términos del tiempo que podemos dedicar a cada información que recibimos (t/i), no para de decrecer.
Curiosa situación histórica: es más fácil que nunca emitir grandes cantidades de información, pero la tecnología que lo ha hecho posible ha ido más veloz que la evolución de nuestra capacidad para absorberla. La ley de Moore es más acelerada que la evolución biológica de nuestro cerebro.
Frente a esta paradoja, tenemos la suerte de que está emergiendo con fuerza el “negocio de la comprensión”, en una doble forma de soluciones informacionales. Por un lado, tecnologías que permitan manejar mejor el incremento de ancho de banda informacional (∆B), y por otro, psicologías que ayuden al cerebro humano a absorber más rápidamente y mejor la información que se le proyecta (o sea, a superar la disminución de nuestra capacidad de atención, A ).
Algunos ejemplos de lo que viene.
Desde el lado de la tecnología, aparecen instrumentos informacionales que persiguen extender los momentos en los que puedes dedicarte a gestionar el alud informacional.
Un buen ejemplo de ello es la BlackBerry (http://www.blackberry.com). Así, ya nos hemos acostumbrado a ver ejecutivos que caminan como zombis por las “calles” de los aeropuertos mientras están respondiendo al correo electrónico que, sin ningún tipo de perdón, va llegándoles al aparato en cuestión. La idea es simple: si aumenta la cantidad de información que recibes por unidad de tiempo, vamos a necesitar más momentos en los que puedas “responder” a esa información; conexión à la Martini (“dónde estés y a la hora que estés”).
Otro ejemplo menos conocido lo encontramos en las tecnologías ambientales de información. La idea es que “percibes” una información sin que debas interrumpir lo que estás haciendo, y sin que tampoco debas ir a buscarla. Así, por ejemplo, puedas “saber” cómo se están comportando tus activos en la bolsa simplemente observando “de reojo” como está cambiando el color de un globo de cristal, durante toda la mañana de cotización, sin que debas ir a la página de la Bolsa a verlo (lo que sería una acción PULL) ni ser interrumpido en tu trabajo por una alerta en tu móvil (una acción PUSH). Tal tipo de “información ambiental” no intrusiva la proponen en AmbientDevices (http://www.ambientdevices.com), que, por cierto, han propuesto para este punto intermedio entre lo push y lo pull, el término glanceablity (que yo traduciría libremente por reojabilidad).
Otro ejemplo lo proponen en Accentus (http://www.accentus.com) con su apuesta por la música como una forma de información no intrusiva: cuando el cortex visual ya está saturado (por demasiada información por unidad de tiempo), ¿por qué no utilizar música como aportadora de información? Una mesa de contratación bolsaria, muchas pantallas por centímetro cuadrado, operadores estresados: de pronto, cuando los ojos ya no pueden discriminar más información, la música de la Cavalleria Rusticana nos informa de que las acciones de ENDESA están subiendo…
Desde el lado de la psicología, de lo que se trata es de diseño informacional, o sea, de pensar formas en las que presentar la información para que sea más “fácil de entender” (easy to understand). En algunos casos, el “dispositivo informacional” para hacerlo es cómo se organiza o sintetiza la información, por ejemplo, a través de infografías u otras herramientas de visualización de información. Véanse, por ejemplo, las propuestas de Xplane (http://www.xplane.com) o de AlphaChimp (http://www.alphachimp.com), para síntesis de información realizadas desde un paradigma de “pensamiento visual” (visual thinking). Sobre esto, la mejor fuente es, sin duda, la página de Dursteller, Infovis.net (http://www.infovis.net).
Pero se trata también de dispositivos informacionales puramente psicológicos, para reducir la “carga de la comprensión” del receptor. Un fantástico ejemplo lo encontramos, creo, en la tienda de Woot (http://www.woot.com). Frente a otras tiendas donde la “enormidad” del catálogo abruma al comprador, Woot apuesta por vender un sólo producto cada día (“One day, one deal”). Ante un público objetivo potencial de centenares de millones de personas, la probabilidad de que haya unos miles que cada día rompan inventario en esta tienda (sold out!) es ciertamente elevada.
De hecho, no suena su propuesta a la que Infonomía inventó (y registró) ya hace años: “cada día, una idea” (“a new day, a new idea”) ¿?
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