Ke!872 x-casting: tú eres tu emisora

22 Sep Ke!872 x-casting: tú eres tu emisora

En la época de mi revista digital Extra!-net, un lector me comentó que, como no tenía tiempo de leer mis artículos, se había instalado un software que leía los textos (con voz robótica) y, mediante un aparato los almacenaba en una casete, que después escuchaba tranquilamente en su automóvil.

Lo cierto es que se trataba de un pionero de algo que está convirtiéndose en una revolución en la comunicación. El fenómeno de “un individuo, una emisora”, que aquí denominaré “x-casting”. El caso de x-casting que hoy se está difundiendo más rápidamente es el pod-casting. La idea es simple. Primero, por ejemplo, acudes a una página blog en la que alguien va colgando ficheros mp3 como si fuera un programa de radio con introducción, canciones seleccionadas y comentarios1. Te bajas de ese blog los programas que te interesan.

Ahora, imaginemos que estos ficheros en mp3 no los escuchas en tu ordenador, sino que los cargas en un lector mp3, como el iPOD, para escuchar allí donde vayas. Imaginemos más. Imaginemos que disponemos de un programa que automáticamente va bajándose al ordenador los ficheros mp3 del canal de música favorito. O sea, un programa que va al blog de música que tú determinas, y de allí se baja automáticamente los nuevos ficheros que el autor ha “posteado”. La idea es que tu ordenador vaya alimentándose de las novedades del canal2.

La emisión la puede hacer cualquiera que disponga de un buen canal de salida desde su servidor, y el receptor la puede escuchar en múltiples situaciones. El pod-casting, por tanto, mezcla tres de las últimas novedades del mundo digital: el formato de compresión musical mp3, el sistema simple de auto-publicación de blogs, y el sistema de actualización de contenidos del sistema RSS (real simple syndication). La idea es que, en lugar de depender de la cobertura de radio que tengas en un determinado sitio, y de escuchar lo que otros hayan seleccionado, puedas escuchar los programas que quieras, cuando quieras. Y mucho más está por venir cuando dispongamos de otros aparatos para bajarnos ficheros. De aquí el término x-casting (póngase en la x lo que tenga que venir).

Ahora toca a la gente inventarse los usos. Así, podemos imaginarnos un alumno que vende sus grabaciones mp3 de las clases a los que no acuden a ellas, o un telepredicador que postea sus sermones3. McLuhan tenía razón: estamos frente a una nueva revolución brindada por un nuevo medio. Más comunicación personal, más elección, pero también más incertidumbre…y más posibilidades de manipular y ser manipulado.

1 Un ejemplo: Coverville (www.coverville.com), de Brian Ibbot, un blog en el que se emite tres veces por semana un programa de 30 minutos, en mp3, sobre música popular norteamericana.

2 Directorios de lugares en los que bajarse ficheros para actualizar el lector con tu tema favorito (música, sermones, El Quijote, etc., siempre en sonido/voz): iPoder (www.ipodder.org), con centenares de ellos, o The PodcastNetwork (www.thepodcastnetwork.com).

3 Ver la GodCast Network en www.godcast.org.