Ke!853 Semi-personas

Ke!853 Semi-personas

Una parte considerable del servicio que podemos esperar de las empresas y administraciones en los próximos tiempos nos lo deberemos a nosotros mismos. Es un futuro de más y más autoservicio (self-service): hoy nos ponemos la gasolina nosotros mismos, miramos nuestras cuentas bancarias por Internet, nos pesamos las verduras en el supermercado, nos buscamos los libros o discos en las tiendas de ocio, pagamos las autopistas con tarjeta o con un sistema que nos reconozca, pronto, nos deberemos autosatisfacer de energía (producir la que necesitamos), etc. De hecho, cada día más personas agradecen que lo que tiene realmente valor para ellas lo puedan hacer por si mismas, sin tener que sufrir esperas innecesarias.

 

Las máquinas que permiten este sofisticado nivel de autoservicio son cada vez más “complejo-simples”: complejas por dentro pero, para que funcionen bien con los humanos, muy fáciles de utilizar. De aquí la paradoja del enorme esfuerzo que hay que hacer para que una máquina parezca trivialmente simple en su relación con nosotros. Lo muy simple es difícilmente complejo de conseguir.

Pronto veremos en la galaxia del autoservicio cosas como éstas:

• Máquinas que recogerán los productos reciclables de nuestra casa para ordenarlos automáticamente (extendiendo a los domicilios la idea del reverse-vending, ya muy extendido en Escandinavia)[1].

• Robots verbales (verbots) que nos ayuden a encontrar el producto que nos interesa entre las múltiples opciones de una página web (ver el verbot Anne, de IKEA Inglaterra).[2] Son los representantes comerciales virtuales[3].

• Robots de inteligencia artificial con los que puedes hablar para tranquilizarte, en una especie de ciencia ficción del teléfono de la esperanza[4] [5].

 

Son robots cada vez más parecidos a las personas que hacen funciones rutinarias, como hablar por hablar, o que ayudan a encontrar un producto en un catálogo. Son una especie de “semi-personas”. Hoy, los empezamos a tener porque hay grandes empresas con miles de preguntas a responder cada día en su web, algo difícil y costoso de manejar con humanos. ¿Qué no podemos esperar en el futuro, cuando se fusionen los humanos con la tecnología, haciendo realidad la promesa de los ciborgs? Ray Kurzweil pronostica que en 2010 millones de personas gastarán gran parte de su tiempo interactuando en mundos virtuales con otras personas. ¿Serán parte de ellas semi-personas o robots inteligentes? Porque hacer que un robot se mueva como un humano es difícil, pero participar en una conversación trivial, ¿lo es?

La paradoja: hay personas cuyo trabajo actual consiste, literalmente, en entrenar a la gente en el uso de las máquinas que sustituirán mañana a las primeras. Es una especie de suicidio laboral a la que algunas personas están forzadas por el imparable desarrollo del progreso.

 


[1] Ver www.envipco.com/reverse.asp.

[2] Ver www.ikea.co.uk.

[3] Ver también la robot Ramona, ideada por Ray Kurzweil, que inspiró la película S1mone.

[4] Ver el verbot Alice en www.alicebot.org.

[5] Si sabéis alemán, probad a conversar con el gato Robbie (www.katerrobbie.de), o en inglés con Mitsuku, un personaje de cómic (www.mousebreaker.com/games/chatbot/play.php).

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