17 Ene Ke!833 Teclados ubicuos
En ocio y negocio, en casa y en la oficina, estamos y estaremos rodeados de máquinas que realizan acciones especializadas. Algunas detectarán nuestro estado y ejecutarán las instrucciones que tengan programadas1. Así, el entorno reconocerá lo que precisamos y ejecutará acciones antes incluso de que nosotros las iniciemos. Al ir a entrar en una habitación se encenderán las luces, o al irnos de casa se cerrará la puerta con llave. Algunas máquinas ya en el mercado son incluso más sofisticadas: pueden detectar olas irregulares en la piscina que indiquen que puede que haya caído a ella un niño que no sabe nadar (combinado, si cabe, con una cámara de vídeo cargada de inteligencia). Ésta ha sido la promesa de la domótica durante décadas, y acabará llegando.
Mientras tanto, la empresa francesa Sensitive Object2 propone poner botones virtuales en los objetos de nuestro entorno, de forma que, por ejemplo, podamos encender las luces dando un golpecito en la pared, o llamar por teléfono pulsando un teclado virtual en el cristal de la ducha. Así, toda superficie sería un teclado (buttons everywhere) yendo un paso más allá de que toda superficie sea una pantalla (screens everywhere). La idea-fuerza del invento de esta empresa es que el sonido es una señal unívoca que puede usarse como instrucción de una acción. Así, cuando golpeamos una mesa se produce un sonido concreto, ligeramente diferente según el lugar y la forma como golpeemos. Un micrófono puesto en el lugar adecuado puede ser utilizado para “escuchar” el sonido y traducir nuestra instrucción en una acción. Ésta puede ser una tecnología revolucionaria, que evitaría montones de cableado, porque entre el punto en el que se ejecuta la acción (golpear) y el punto en que se ejecuta el resultado esperado (encender las luces), no hay cables, sino que es el sonido el que transmite la instrucción3.
En otra línea hay que destacar que los muebles se convertirán en híbridos con instrumentos (serán e-muebles)4. Hoy estamos anclados en el paradigma de que existe una diferencia entre un instrumento y el lugar que ocupa. Así, por ejemplo, una cosa es un equipo de música y otra el mueble en el que lo ponemos. Pero conforme va sofisticándose la calidad de los equipos audiovisuales, llegamos a la conclusión que el siguiente paso está en el diseño de la experiencia. No se trata sólo de tener una fuente de música o imagen, sino que se trata de que nuestra relación con esa fuente sea placentera y ello implica darse cuenta de que el próximo paso es, quizás, que el mueble es el mensaje. Un ejemplo: Philippe Starck ha diseñado un sofá que incorpora un equipo de música, de tal forma que, cuando te sientas, te ves envuelto de música: la vives. Es el M.I.S.S., Music Image Sofa System, de Cassina5.
1 Ver IdeaFuerza Tecnologías Sensitivas.
2 Ver www.sensitive-object.com.
3 Leído en el artículo Good vibrations, The Economist 04/12/04, Technology Quarterly, p. 8.
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