Ke!803 Dividual

Ke!803 Dividual

Alexander Bard y Jan Söderqvist (autores del texto Netocracy) presentan en su libro Global Empire la idea de la muerte progresiva de los individuos, de la gente que es siempre la misma. Si ayer tener dos personalidades estaba mal visto y era, de hecho, negocio para los terapeutas psicológicos, hoy todos somos por lo menos dos: somos “dividuos”, no individuos.

Somos uno en el trabajo. Otro en casa. Otro por la noche. Quizás otro en Internet. Otro en vacaciones. Abogado brillante en el despacho, músico con talento frente a la batería durante las fiestas. Ejecutivo de ventas en la empresa, DragQueen por la noche. Financiero aquí, montañero allá. Se dirá que siempre ha sido así, que ha habido una clara diferencia entre tu vida en el negocio y en el ocio. Pero no está ocurriendo exactamente lo mismo

Porque aparece la siguiente paradoja. Para cada vez más gente no hay diferencia entre el trabajo y su vida. Por ejemplo, no hay ruptura entre el horario laboral y el personal: si soy un creativo freelance puede que esta mañana me la haya pasado en la playa mientras que los próximos siete días y noches no salga casi de casa porque estaré trabajando. Si perteneces a la “clase creativa”, no puedes vivir una vida creativa de 8 a 5. La inspiración manda: estés en la ducha, con tus hijos en el colegio, yendo en bicicleta o ante un ordenador, durante la semana o en fin de semana. Somos el mismo durante toda la jornada; la estructura del trabajo moderno (especialmente en la clase creativa pero, cada vez más, para cualquier trabajador) no nos permite decir “hasta aquí estoy trabajando”, “a partir de esta hora estoy descansando”. Por tanto, somos uno, siempre el mismo.

Pero, al mismo tiempo, y aquí está la paradoja, necesitamos ser dos o más. Necesitamos encontrarnos con otro cuando nos miramos al espejo. Queremos vivir la vida en más de una forma; la unicidad de nuestra vida impulsada por la no distancia entre trabajo y ocio nos impulsa al extremismo: en algunos momentos buscamos hacer algo tan realmente diferente, tan radicalmente distinto, que acabamos siendo dos personas en una misma.

Tu personalidad es doble (o múltiple) porque quieres, necesitas, una vida con diversas facetas, todas ellas con la misma importancia. NO eres uno. Eres varios. Antes tenías el trabajo y el ocio. Al estar hoy mezclados por la dinámica de la vida moderna, tienes que buscar la manera de “di-vidirte”.

Más aún, quizás en el futuro lo mal visto no será la duplicidad de personalidades (“ve al psiquiatra”) sino tener sólo una. Ser monótono será, definitivamente, poco sexy. Lo bi- se lleva.1

1 Esta IdeaFuerza está inspirada un párrafo del libro Karaoke Capitalism de Ridderstrale y Nordstrom. 

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