13 Dic Diagonalización informacional
Resulta paradójico observar lo poco que cambian las estructuras de las organizaciones. Prácticamente, siguen siendo las mismas que utilizábamos al principio de la revolución de la producción, a comienzos del siglo xx, o incluso antes. Así, hemos heredado los departamentos administrativistas de una era en la que no existían los sistemas de información. Un ejemplo para mí especialmente notable lo constituye el departamento de recursos humanos, cuyo propio nombre parece indicar un uso productivista de las personas que no se ajusta con la realidad de una sociedad del talento y de la creatividad.
La verdad es que empiezan a verse cambios. Por ejemplo, recientemente he sabido que el departamento de ventas de un laboratorio farmacéutico ha sido rebautizado como DoubleDigit, con el objetivo de dejar claro que su principal finalidad era crecer anualmente en dos dígitos. También he visto como una televisión pública cambiaba todos los nombres de sus departamentos, para estimular a sus profesionales con un nuevo relato de sus objetivos como organización. Pero, siendo importantes como lo son, creo que estos cambios sólo anuncian cambios más drásticos que están por venir.
Imaginemos por un momento que ponemos en las columnas de una matriz el nombre de los departamentos actuales de una organización. Y que en las filas ponemos los elementos de información que se utilizan en la misma. Un departamento típico sería contabilidad, o producción, o diseño. Una fila podría ser base de datos de clientes, o mapa de instalaciones, o presupuesto. Lo más normal es que una misma información (filas) sea utilizada por diversos departamentos (columnas). Lo atrevido es preguntarse por qué si dos o más departamentos utilizan prácticamente los mismos elementos de información no los repensamos como un mismo departamento.
En términos matemáticos, lo que estamos proponiendo se parece mucho a la diagonalización de esa matriz información-departamentos. ¿Qué ocurriría si juntamos aquellos departamentos que utilizan la misma información? La matriz que resultaría sería diagonal, y seguramente reflejaría mejor la realidad organizativa actual que la heredada de otros momentos más administrativistas, en los que se carecía de los sistemas de información adecuados.
Pongamos como ejemplo un ayuntamiento. Distintos departamentos utilizan una misma información crítica, que es el mapa de la ciudad, aquel sistema en el que está organizada toda la información relevante para la gestión diaria de la ciudad. ¿Y si resultara que lo realmente crítico para el gobierno de la ciudad es invertir en el mapa? ¿Y si lo que hay que hacer es girar la matriz 90 grados, y poner como más relevantes los componentes informacionales (mapa, base de datos de ciudadanos, presupuesto) que los departamentales? ¿Y si resultara que los sistemas de información no son un mero soporte o recurso de una organización, sino que son la organización?
Uno tiene la impresión de que, conforme avanza la densidad informacional de nuestras actividades, o sea, conforme la gestión de los recursos de información está más en el corazón de nuestras organizaciones, más sentido tiene considerarlos como la organización en sí. Dicho de otra forma, quizás ya no tiene sentido hablar de sistemas de información en las organizaciones, sino de organizaciones que son sistemas de información.
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