Ke!756 Podcasting

Ke!756 Podcasting

Hace unos años, en la época (legendaria) de mi revista extra!-net, un lector me comentó que, como no tenía tiempo de leer mis artículos, se había instalado un software que leía los textos (voz robótica) y, mediante algún aparato que no recuerdo bien que era (pero que era algo pensado para ciegos) los almacenaba en una cassette (alguien se acuerda de lo que eran?), que después escuchaba tranquilamente en su automóvil (era viajante: se pasaba muchas horas del día al volante).

A algunos lectores esta historia les parecerá antidiluviana. Pero la verdad es que no era más que un pionero de algo que está convirtiéndose en una (potencial) revolución en la comunicación. El fenómeno de “un individuo, una emisora”, que aquí denominaré “x-casting”, y que explico con algún detalle a continuación.

El caso que hoy se está difundiendo más rápidamente del x-casting es el pod-casting.

La idea es simple. Primero, acudes a una página tipo blog en la que alguien, por ejemplo, que aprecia un determinado estilo musical, va “posteando” ficheros mp3 de esa música, en forma de una especie de programa de radio: su introducción, sus canciones seleccionadas, sus comentarios.

Un ejemplo: Coverville ( http://www.coverville.com/), de un tal Brian Ibbot, un blog en el que se emite tres veces por semana un programa de 30 minutos, en mp3, sobre “música popular” norteamericana. Un típico “programa” de estos ocupa unos 32 megas. O sea, que es imprescindible disponer de una buena conexión para disfrutar de ello (con cable yo he tardado 6 minutos en bajar uno de ellos: muy bueno, por cierto).

Hasta aquí, fácil. Ahora, imagina que estos ficheros en mp3 no los escuchas en tu ordenador, sino que los cargas en tu lector mp3, como el iPOD, para escuchar la música allí donde vayas: en el metro (donde, por cierto, no captas (casi) ninguna emisora de radio. O en la calle mientras caminas. O en el coche (si, además, dispones ya de una radio capaz de recibir inalámbricamente (por ejemplo, vía bluetooth) los ficheros mp3 de tu lector).

tu nueva radio…

Imaginemos más. Imagina que dispones de un programa que automáticamente va bajándote al ordenador los ficheros mp3 de tu “canal” de música favorito. O sea, un programa que va al blog de música que tu determinas (el que tiene el estilo que te gusta), y que se baja sin que debas hacer nada los nuevos ficheros que el “autor” ha colgado.

La idea es, pues, que obtengas “feeds” de las novedades del “canal”. O sea, que el canal vaya alimentándote con las novedades que vaya emitiendo.

La novedad es que la emisión la puede hacer prácticamente cualquiera (que disponga de un buen canal de salida desde su servidor: hay quien ofrece un buen canal, de 75 gigabits al mes, por menos de 7 dólares al mes) 

http://www.bluehost.com/

El pod-casting, por tanto, mezcla tres de las últimas “novedades” del mundo digital: el formato de compresión musical mp3, el sistema simple de auto-publicación de los blogs, y el sistema de actualización de contenidos del sistema RSS (real simple syndication).

Dos breves notas. Sobre blogs ya se ha escrito mucho. Recordémos aquí que se trata de un sistema que permite tener rápidamente un “cuaderno” digital en el que escribir tus opiniones( ver blogger.com), o en el que volcar tus fotos (photoblog), o en el que ir anotando lo que vas encontrando mientras te mueves por el mundo, actualizando desde tu teléfono móvil (moblog).

Sobre RSS. La idea es que te mantienes al día de las “noticias” que “emisores” de tu interés van publicando. Si no lo has probado, ves a un lector de RSS como Sharpreader ( http://www.sharpreader.com/) e instálatelo (debo la recomendación de este lector de RSS a José Antonio Céspedes, de u-company, http://www.u-company.com). Y después, ves a un sitio como Technology Review, busca el icono

Copia la dirección que hay “debajo” (botón derecho del ratón) del icono, e insértala en el espacio de direcciones del lector de RSS:

y si te gustan los “feeds” que ves (los titulares de la noticias) puedes entonces suscribirte con el botón “subscribe”. A partir de entonces, cuando “refresques” el lector, irás recibiendo los “feeds” de las noticias que vayan generando. Un buen sistema de “vigilancia tecnológica” que te evita tener que ir web por web buscando y rebuscando.

Más aún, ahora puedes suscribirte a blogs en los que actualizarte automáticamente de música. En este caso, te puedes bajar un lector de RSS especialmente pensado para música, como el ipodder ( http://ipodder.sourceforge.net/index.php). Y puedes probarlo en una página en la que encuentres el icono 

como en la emisora de radio californiana kcrw ( http://www.kcrw.org/podcast/).

Pones la dirección que hay al lado del icono POD en la barra de direcciones del ipodder, y así te puedes suscribir a los feeds de música, deporte, o al programa que quieras de esa emisora.

En fin, la idea es que en lugar de depender de la cobertura de radio que tengas en un determinado sitio, y de escuchar “lo que te echen”, puedas escuchar los programas que quieras, cuando quieras, a través de tu lector de mp3. Si este es un iPOD de Apple, el resultado es el pod-casting (frente al broad-casting tradicional de la radio). Lo único que debes hacer es ir alimentando tu lector cuando estés en casa (aunque también podemos pensar en que acaberemos haciéndolo inalámbricamente, estemos donde estemos).

Directorios de lugares en los que bajarse ficheros para actualizar el lector con tu tema favorito (música, sermones, el quijote, etc, siempre en sonido/voz): iPoder ( http://www.ipodder.org/), con centenares de ellos (el tema crece que asusta), o The PodcastNetwork ( http://www.thepodcastnetwork.com/).

Ver también ODEO ( http://www.odeo.com/account/betalogin): Somewhere in an apartment in San Francisco, we’re making it easy for you to discover, create, and subscribe to fresh, independent audio content for your iPod (or whatever MP3-player-type-deal you prefer). Mas sobre su historia en: http://query.nytimes.com/gst/abstract.html?res=F40F15F63C590C768EDDAB0894DD404482

Moraleja de todo esto:

1) Cada persona se puede convertir en una emisora (como titulaba en su artículo sobre el tema Claudia de Guerra, en el MacWorld de marzo 2005: debo el artículo a Jordi Blasco).

2) Como oyente, tienes la opción de ir a buscar “alimento” a aquellas “emisoras” que emiten (seleccionan) exactamente aquel estilo que a ti te interesa (por ejemplo, hay un podcaster sobre temas religiosos, o sea sermones, en el GodCast Network, en http://www.godcast.org/)

3) No hay idea aún de dónde puede estar el modelo de negocio, pero lo que está claro es que las emisoras “convencionales” tiene un problema… este nuevo sistema es un “bypass” total a lo que hoy hacen.

4) Pueden aumentar así exponencialmente las “emisoras” disponibles, con lo que dominará aún más “la tiranía de la elección” (más donde elegir el usuario, peor para el monopolio de los emisores).

5) Nos podemos imaginar muchas nuevas aplicaciones: un alumno empollón que “vende” sus grabaciones mp3 de las clases a los colegas que no van a clase?

Una nota final. Cuando aun no hemos ni empezado a entender esto del pod-casting, hay quien ya propone en PSP-casting, como nos anunciaba en nuestro Blog Esteve Almirall:

“Aún no ha salido aquí la personal playstation (psp) – de hecho acaba de salir en USA y hace tres meses que está disponible en Japón – y ya hay programas de PSPcasting, similares a los de iPODcasting, que distribuyen videos en este caso a través de redes p2p y RSS. Sin duda un fenómeno de la nueva era de la comunicación en Internet, en el mismo contexto que el RSS y los blogs. No va a ser éste un fenómeno multitudinario (especialmente dadas las limitaciones propietarias de la psp) pero quizás sí la antesala de un futuro, y que duda cabe que va a ser usado con profusión en determinados ambientes. Recientemente una banda de rock – Decemberist – ya utilizó bit torrent (una conocida red p2p) para distribuir su último trabajo y así conseguir una audiencia imposible por los canales tradicionales”.

Si McLuhan tenía razón, estamos frente a una nueva revolución brindada por un nuevo medio… más comunicación personal, más elección, pero también más incertidumbre.

Alfons Cornella
Infonomia.com

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