Ke!652 – La innovación como motor del ave fénix

Ke!652 – La innovación como motor del ave fénix

Muchos dicen que para salir de la presente crisis hay diversas innovaciones críticas: la movilidad, las redes inalámbricas (WiFi, Bluetooth, UltrabandWidth), los videojuegos colaborativos, y el mundo P2P postNapster (nuevas formas de vender directamente, y de manera legal, música o videos a través de la Red).

El mensaje es que, precisamente para salir de la crisis en la que dicen que estamos, la industria de las tecnologías no para de innovar. La innovación es la única posibilidad de resurgir de las cenizas. Una innovación orientada a aportar nuevas soluciones a los problemas y a resolver el gran número de bolsas de ineficiencia con el que convivimos en nuestras rutinas diarias (en casa y en el trabajo).

(Tiempo estimado de lectura: 8 minutos)

PARA PENSAR:

A pesar de la sensación de crisis que existe en la industria informática (incluso Microsoft ha anunciado que va a ser más prudente y conservadora en su política de adquisiciones e inversiones), la verdad es que éste es un momento realmente interesante en este campo.

Vivimos los primeros momentos de una nueva gran época. En la lógica de la evolución del largo plazo, vivimos en su momento la era del «un ordenador en cada empresa» (el mainframe de IBM), para pasar después a la de «un ordenador en cada mesa» (el desktop de Microsoft). Ahora estamos en los inicios de la era de «un ordenador en cada bolsillo» (el ordenador móvil).

Lo curioso es que esta tendencia, donde se unen la idea de la reducción del tamaño de la máquina con la de utilidades ligadas cada vez más a nuestras rutinas diarias, está siendo protagonizada desde dos lados muy distintos: en efecto, tanto la industria informática tradicional (hard&soft) como la de telefonía (en especial, la de móviles), están desarrollando sus propios conceptos de «instrumento móvil», ya sea el PocketPC, los primeros, o el Smartphone, los segundos. Sobre este tema hay un interesante artículo reciente en The Economist ( http://www.economist.com/displaystory.cfm?story_id=1454300).

Desde la industria informática se nos proponen PDAs cada vez más avanzadas (agendas digitales, como la legendaria Palm, o el PocketPC, con el sistema operativo de Microsoft). Verdaderos «ordenadores de mano», llevables en un bolsillo y con capacidades sorprendentes, normalmente en la línea del aumento de la «productividad» personal.

Desde la industria de la telefonía, se nos sugieren teléfonos con nuevas prestaciones, cada vez más en la línea de la «sociabilidad» (la capacidad de llamar se da por supuesta; lo importante ahora es poder enviar fotografías, en forma de SMS multimedia, o participar en conferencias de grupos de amigos). Añádase a esto las pantallas de color y los lectores de música digital, y uno lleva en el bolsillo un pequeño sistema audiovisual (pocket media center?).

Los datos parecen indicar que se venden (y se van a vender en los próximos años) más móviles que PDAs, y que, al menos en Europa, la gente utiliza más los mensajes cortos (SMS) que el email. Es más, es fascinante la cantidad de gadgets ya disponibles para un móvil, como uno que me enseñaron recientemente, el Flash Sticker ( http://www.flashstick.nl/eng_html/fs_all.html), una especie de pegatina que se engancha al móvil y que se ilumina de manera intermitente cuando recibes una llamada (se está utilizando como mecanismo promocional, con el logo de empresas).

Desde el campo de la informática, esta tendencia a la movilidad la estamos viendo también en el lanzamiento del TabletPC ( http://www.microsoft.com/windowsxp/tabletpc/default.asp). Los primeros análisis de este aparato que han salido en la prensa profesional parecen concidir en que se trata de una interesante novedad: un ordenador-pantalla en la que puedes escribir con un lápiz, de manera que lo que escribes puede ser guardado como una imagen o como texto en si (y la captura del texto parece ser buena, aunque debe depender de lo comprensible que sea tu escritura).

En realidad, los TabletPC que han salido al mercado son de dos tipos: los portátiles cuya pantalla puede ser girada de forma que el ordenador queda con una pantalla plana (que algunos denominan «convertibles», como el Compaq tablet PC TC1000, en la imagen izquierda), y los que son una pantalla pura (como el Fujitsu TabletPC ST4000, en la derecha).

                  

Algunos expertos conciden en que, como en otros productos Microsoft, quizás convenga esperar a la «versión 2» del producto. Aunque en algunos sectores, donde se precisa de una captura rutinaria de datos o textos (por ejemplo formularios) realizada por una persona que circula de pie (por ejemplo, en un almacén, o en un hospital), la propuesta del TabletPC puede que ya tenga sentido.

La necesidad de movilidad del ordenador es un hecho incuestionable. Y el TabletPC puede ser una especie crítica en este camino evolutivo. Quizás tenga más suerte que el ebook, que no ha conseguido levantar el vuelo, a pesar de lo atractivo de los últimos diseños del REB de RCA, como ilustra la fotografía de la izquierda. Algunos dicen que una de las bondades del TabletPC es que justamente permite leer mejor un texto (en el formato de pantalla vertical), y, quizás, con la tecnología ClearType de Microsoft ( http://www.microsoft.com/typography/cleartype), que consigue una «textura» y definición de las letras muy parecida a la del texto en papel, como se muestra en la ilustración (3) de la derecha frente al sistema tradicional (2).

                   

Algunos opinan que está en juego la primacía en la industria de las tecnologías de la información de los próximos años. Así, si la era del mainframe fue dominada por IBM, y la del PC por Microsoft, ¿quién va a dominar la del MobilPC?

Obviamente, Microsoft lo está intentando, aunque los principales fabricantes de móviles se han puesto de acuerdo para desarrollar Symbian ( http://www.symbian.com), un «sistema operativo» para los móviles alternativo a la propuesta de Microsoft. Una acción colaborativa muy interesante, en la línea de la «coopetencia» (cooperar en ciertos ámbitos, como en el sistema operativo, competir en otros, como en el diseño o las prestaciones), en la que participan los principales, Nokia, Motorola, Siemens, Sony-Ericsson, etc, que entre todos copan el 80% de los terminales móviles que se venden en el mercado.

Y es que a Microsoft le salen alternativas cada vez más serias, por todos lados. Quizás porque su nuevo esquema de licencias para empresas ha asustado, y no ha gustado a muchos ( http://www.businessweek.com/magazine/content/02_42/b3804074.htm), o porque nuevas propuestas como la de Lindows ( http://www.lindows.com/) son ya una realidad operativa (me lo confirman amigos que lo están usando). En Click-n-run ( http://www.clicknrun.com/) puedes bajarte una suite «equivalente» a la del Office (por ejemplo, la StarOffice de Sun), más el sistema operativo, por sólo 99$. Una interesante propuesta para empresas pequeñas y medianas, que no puedan asumir las licencias de los programas tradicionales.

La tendencia a la movilidad se detecta por todos lados. Así, en un artículo reciente en el Wall Street Journal Europe (22/11/02, pR1), se comentaba el desarrollo de «sensores inalámbricos» por parte de ABB. Se trata de un sensor que monitoriza el estado de una máquina, y que para hacerlo recibe y envía señales por vía inalámbrica. Hasta aquí casi nada nuevo. Lo más interesante es que también recibe de forma inalámbrica la energía que precisa para funcionar. O sea, no precisa estar enchufado a la red eléctrica para desarrollar su cometido. Lo han conseguido reduciendo, por una parte, el consumo de energía del sensor (consume cuando hace algo, pero no cuando está inactivo; una interesante novedad), y transmitiéndole energía a distancia colocando al sensor dentro de un campo magnético (una bobina en el sensor convierte el campo en corriente).

Las implicaciones son potentes, porque ésto nos pone en la línea de salida de «sensores autónomos», absolutamente sin cables (de gran aplicación, por ejemplo, en la industria automovilística).

En fin, el mensaje es que, precisamente para salir de la crisis en la que dicen que estamos, la industria de las tecnologías no para de innovar. La innovación es la única posibilidad de resurgir de las cenizas. Una innovación orientada a aportar nuevas soluciones a los problemas y a resolver el gran número de bolsas de ineficiencia con el que convivimos en nuestras rutinas diarias (en casa y en el trabajo).

Se comentaba en un certero artículo en la portada del Wall Street Journal Europe del 18/10/02 (que este tipo de artículos aparezca en la portada del WSJ es justamemente lo que le distingue de los demás periódicos, y es lo que hace que el lector esté dispuesto a pagar por la versión online del mismo).

El título del artículo ya lo decía todo: «Dejà vu? Technology has risen from dead three times since ’70s». O sea, la tecnología ha resurgido como ave fénix tres veces desde los setenta:

1) En los 70, la industria parecía haber llegado al límite de sus posibilidades: todo estaba controlado por el modelo «monopolístico» del mainframe de IBM. En esta crisis de crecimiento aparece en 1975 el primer PC, el Altair, y en 1976 nace Apple. Una innovación esencial que da pie al surgimiento de toda una nueva industria, la del ordenador personal.

2) En 1985, se produce una sobreproducción mundial de chips, con su consiguiente caída de precios. Resultado, otra crisis informática. La solución vino en ese caso del aumento del número de chips por máquina, o, si se quiere, del aumento de las capacidades del PC, lo que permitió que «corrieran» softwares más complicados, y empiece a verse que el PC puede ser una útil herramienta de incremento de la productividad en el trabajo.

3) En 1990 se frena la venta de PCs, como si el mercado ya estuviera cerca de la saturación. Milagrosamente (?), aparece el invento de la interfaz gráfica gestionada vía ratón (dos innovaciones desarrolladas en Xerox), algo que culmina el 1992 con la presentación de Windows. El resultado, se doblan las ventas de PCs. Aparecen las redes de área local, el e-mail, y un poco más tarde el Web, el navegador Mosaic, y en 1995 el ya legendario Netscape.

Muchos dicen que para salir de la presente crisis hay diversas innovaciones críticas: la movilidad (del que hemos hablado en este mensaje), las redes inalámbricas (WiFi, Bluetooth, UltrabandWidth), los videojuegos colaborativos, y el mundo P2P postNapster (nuevas formas de vender directamente, y de manera legal, música o videos a través de la Red).

Sea como sea: estamos en la «economía de la innovación». La innovación ha sustituido a la productividad como factor crítico de la competitividad, como sugería Joan Majó.

Si tan sólo nos enteraramos de ello!

Una anécdota final. El pasado sábado, en una boda familiar, se me acercó un jóven con aspecto de muy inteligente. Alguien le había dicho que yo trabajaba en «eso de Internet». Me comenta que acaba de presentar su tesis doctoral en la universidad de Illinois sobre «computación ubícua». Me pide consejo.

Mi consejo: «no se te ocurra volver a España». Nadie va a entender lo que haces. Nadie va a apreciar tus conocimientos. La empresa del país no es tan innovadora. Y además, se vuelve todavía más conservadora en tiempos de crisis: justamente lo que no debe hacerse.

Su respuesta: «que curioso: todos me dicen lo mismo». «Bien, quizás tenga que aprovechar la oferta que IBM me ha hecho para uno de sus laboratorios en Nueva York».

Triste, no?

 

 

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