Ke!646 – Entrevista con Emilio Ontiveros: cuando se es joven lo inteligente es endeudarse

Ke!646 – Entrevista con Emilio Ontiveros: cuando se es joven lo inteligente es endeudarse

 

Emilio Ontiveros piensa que por una parte hay cada vez más gente jóven dispuesta a asumir riesgos y por otro lado al mirar el censo de incubadoras uno se da cuenta de que en nuestro país hay más resistencias que en otros a la canalización de energías. La educación tiene un papel fundamental en generar una sociedad emprendedora. Por ello gran responsabilidad recae en el germen, en la Universidad. Cuando se es jóven habría que ser permanentemente rebelde e innovador, perder el miedo a endeudarse. Emilio Ontiveros se considera amigo del futuro.

(Tiempo estimado de lectura: 6 minutos)

PARA PENSAR:

Emilio Ontiveros ( http://www.instituteofnext.com/grandes/grandes.asp?id=11830) es Catedrático de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid. Fundador y consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales, dirige la revista del colegio de Economistas de Madrid. Su último libro: La economía en la Red. Nueva economía, nuevas finanzas ( http://www.instituteofnext.com/portada/recurso.asp?idm=0&rec=8730).

[AC] Nosotros somos muy conscientes de que este es un país, especialmente Cataluña, que puede ser muy creativo y también de que hay una necesidad tremenda de innovación. El salto desde ser creativo hasta innovar es fundamental y supone riesgo. ¿Cómo crees que estamos en capacidad de asunción de riesgo empresarial? Especialmente por parte de los jóvenes o de los empresarios más atrevidos.

[EO] Voy a empezar por las razones para el optimismo relativo. Algunos indicadores recientes del Eurobarómetro y de algunas estadísticas del Eurostat ponen de manifiesto que en los últimos dos años ha habido un repunte de los intentos de creación de empresas en España, frente a lo que era históricamente, y se ha estrechado de forma significativa la distancia frente al resto de Europa. Dicho esto, lo que se pone de manifiesto al mismo tiempo es que las instituciones que apoyan la creación de iniciativas empresariales son mucho menores y más pobres en España que en el resto de Europa. Estamos de alguna forma asistiendo a una paradoja; por un lado tiene un componente perfectamente optimista y es que cada vez hay más gente joven que empieza a considerar de forma seria el poder lanzarse a asumir riesgos. Esto lo vemos en las facultades nuestras. Hace cinco años la mayoría de mis alumnos querían ser economistas del estado o consultores y en los últimos años ya hay gente que tiene ideas y que quisiera ponerlas en práctica.

Pero la paradoja, el contraste, es que en las instituciones que apoyan como, por ejemplo, fondos de capital riesgo en sentido amplio, nos encontramos con una insuficiencia manifiesta. Cuando uno observa el milagro de discontinuidad en la innovación y la productividad en EE.UU., no hubiera sido posible si no hubiera habido fondos suficientes para designarlos a este tipo de iniciativas. Esto llama la atención, sólo de forma episódica, casi testimonial. El sistema financiero español necesita, sino desbancarizarse institucionalmente, sí desbancarizar sus usos. Ahí si que es necesario empezar a asignar capitales de forma importante.

El otro contraste es cuando uno mira el censo de incubadoras. Las tres cuartas partes de las incubadoras están en EE.UU. Dentro de Europa, en España, el censo es también prácticamente testimonial. Ahí tienen que ver bastante los apoyos institucionales, no sólo los apoyos públicos, sino que hay que hacer también autocrítica desde el punto de vista de la Universidad. Hay que empezar a plantearse, por ejemplo, la posibilidad de que instituciones financieras como las Cajas de Ahorros encuentren facilidades para que una parte de su obra social vaya canalizándose hacia ahí.

Yo diría que estamos en ese contraste; por un lado da la impresión de que hay energías y, por otro, la canalización de esas energías encuentra muchas más resistencias en nuestro país que en el resto. De todas formas, yo creo que Cataluña es algo mejor que el promedio. Cuando uno observa que el propio censo de sociedades de capital riesgo es un poquito más amplio que en otros países.

[AC] ¿Qué papel tiene la educación en todo esto?

[EO] Es un papel claro. Eso te lo puedo decir no sólo sobre la presunción sino sobre la propia experiencia. Si en la Universidad, sobretodo en los últimos cursos se empiezan a generar motivaciones, a validar el papel que tiene la innovación, si el proceso de creación de empresas se liga bien a lo que es innovación, si tras eso se ve claramente la generación de riqueza y de bienestar…entonces, la gente, sobre todo los jóvenes, empiezan a contemplar el mundo de una forma bien distinta. No sólo vale con los mensajes de los docentes sino también con el esfuerzo institucional que hagan las propias universidades en los sistemas de creación en su seno de incubadoras e incluso de unidades de capital riesgo. En EE.UU. hay muchas universidades que comprometen una parte de su presupuesto ahí. Pero también sistemas de incentivación, de estímulo a los profesores. Es decir, que se diga “oiga si usted crea empresas exitosas usted va a ser mejor remunerado que este señor que se limita a explicar la clase como lo hacía hace veinte años; sin generar motivación, sin apoyar, sin asesorar etc.” …Yo creo que el papel aquí de la educación es clave.

[AC] Entiendo lo que dices porque hay también una cuestión que es conseguir socialmente que el emprendedor sea visto en Europa y en España no como un loco sino más como un héroe, como en EE.UU.

[EO] Claro, claro. Ahí se están dando pasos porque en España había una época en la que se consideraba no sólo como un loco sino incluso como un “chorizo”. Yo creo que ya estamos empezando a subir. La primera solución se tiene que dar donde nace el germen, que es en la Universidad. Y es el propio profesor quien en los centros de Economía y Administración de Empresas tiene que transmitir eso que tú señalas, que es muy importante. Si no es por una serie de gente que en su momento asume riesgos y lidia obstáculos y se empeña en seguir adelante con una idea, el resto de la sociedad americana no estaría ahora disfrutando de eso.

[AC] Ligando con una cosa que has dicho, que es quizás la frase que más me ha impresionado; “cuando se es joven lo inteligente es atreverse”

[EO] Claro. Cuando se es joven habría que tener la obligación de ser permanentemente rebelde, innovador. Es decir, uno no puede asumir esto que nos decían los abuelos de: “endeudarse: jamás”. No, “endeudarse: claro!”. Para crear. En ese sentido yo creo que estamos en buenas condiciones cuando nos comparamos con otras fases de la Historia. Aun cuando hay una reticencia hacia el riesgo, el precio del dinero es tan bajo que es relativamente fácil canalizar estímulos hasta ahí. No conviene revestir de religiosidad decisiones como la de endeudarse o la de invertir.

[AC] Entre amigos del futuro o críticos del futuro; ¿dónde te sitúas?

[EO] Yo, claramente amigo del futuro. Yo creo en el progreso en el que estamos metidos, a no ser que cometamos errores humanos como complicarnos la vida en guerras…etc. La dinámica en la que las modernas sociedades están metidas es esperanzadora.

Emilio Ontiveros estará con nosotros en el ¿qué pasará en Internet en el 2003? que muy pronto anunciaremos ( http://www.instituteofnext.com/conferencias)

Agradezco la colaboración de Laura Miñano en la transcripción de la entrevista realizada a Emilio Ontiveros.

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