Ke!638 – Innovaciones incrementales: el par productividad-valor

Ke!638 – Innovaciones incrementales: el par productividad-valor

En las sofisticadas economías occidentales la riqueza aumenta gracias al incremento de productividad y, paralelamente, gracias al incremento del consumo. Esto da lugar a que estas economías se basen en objetos o productos de bajo coste y alto valor.

Últimamente me he encontrado con una serie de objetos en esta línea: un cepillo de dientes de un sólo uso, un eficaz sistema de pago mediante el llavero, zepelines gigantes para apagar incendios…

El par productividad-valor también se extiende al mundo de la empresa con productos como una pantalla panorámica para varias aplicaciones informáticas a la vez.

Ya no estamos en la era de la información sino en la era de la innovación. Tal y como decíamos en la «Ley de Demi Moore»; la innovación crece más rápidamente que nuestra capacidad para absorberla. Ante tanta innovación será cada vez más importante determinar el ROI…

(Tiempo estimado de lectura: 6 minutos)

PARA PENSAR:

En economías cada vez más sofisticadas, como las occidentales, la riqueza aumenta gracias al incremento permanente de productividad, por un lado (cada persona produce más con el mismo coste, lo que ayuda a bajar los precios), y también gracias al consumo (nos empeñamos en comprar más y más productos, para satisfacer necesidades reales y no tan reales).

La clave de la sostenibilidad en la creación de riqueza se deriva, dicen, de que seamos capaces de producir a coste bajo productos que nos aporten más valor. De lo primero se encargan los ingenieros, y de lo segundo se encargan los diseñadores (por una parte) y los de marketing (gente que debe persuadirnos de que lo que nos ofrecen nos interesa).

En las últimas semanas me he tropezado con una serie de objetos, o me he enterado de productos (que aun no he podido tocar), que muestran claramente esta tendencia de productos de bajo coste y alto valor.

Un ejemplo. Hace unos días, al entrar en el servicio de un bar en el que comía, me encontré con una nueva máquina de vending. En ella, y por sólo un euro, podías adquirir un cepillo de dientes de un sólo uso. La innovación en cuanto al “uso” (la situación en la que usarlo estaba perfectamente definida: no vas, normalmente, con el cepillo de dientes a todas partes) venía acompañada con una innovación de “forma”: la pasta dentífrica surge al apretar un pequeño depósito de plástico.

Una gran idea, ciertamente. Este ejemplo me sirve además para mostrar un uso de Internet que no reconocemos ya por su evidencia: mucha de la información que alguien pueda necesitar sobre este producto se encuentra en su página web (Flashdent, http://www.flashdent.com/espanol/index.html), accesible desde cualquier parte del mundo. Una trivialidad que ya no nos sorprende, pero que está resultando ser una de las grandes transformaciones generadas por la Red:la página web como soporte informativo universal.

Otro día, saliendo de una reunión, me tropiezo con el nuevo tipo de semáforos que se están instalando en las calles de Barcelona. Se trata de un soporte en el que se pueden colgar diversos objetos, desde el propio indicador luminoso del semáforo, hasta las señales de circulación, o un farol de luz. El objetivo es el de reducir la cantidad de objetos que dificultan la circulación de los peatones. Cuatro o cinco de esos objetos ocupan ahora un sólo espacio de la acera. Una innovación que puede ahorrar costes por un lado (menos obras a hacer) aumentando al mismo tiempo el valor al ciudadano (menos tropiezos).

En una línea más sofisticada, he descubierto recientemente un juguetito que me gustaría probar. Se trata de un cohete, como una pequeña maqueta de avión, que se puede reutilizar varias veces (unas 20), que realiza una fotografía desde el aire mientras desciende en paracaídas. O sea, se lanza encendiendo una mecha, sube hasta una cierta altura, y al bajar en paracaídas saca algunas fotos. Más en Astrocam ( http://www.ehobbies.com/1001-1835.html).

Tampoco he podido probar, porque aún no está accesible aquí, el sistema de pago rápido vía llavero. Se trata de una interesante innovación por la que, en lugar de dejar el automóvil parado tras poner gasolina, para ir a pagar al cajero en la gasolinera, y esperar que pase tu tarjeta de crédito, etc, etc, etc, simplemente, tras poner gasolina, aprietas un botón en tu llavero y eso transfiere tus datos a un receptor, de forma que el pago ya es realizado automáticamente.

El sistema ya está teniendo mucho éxito en los Estados Unidos: En concreto, el sistema del que más se habla es SpeedPass, que han lanzado Exxon y Mobil ( http://www.speedpass.com). Un sistema que ya permite el pago en determinadas tiendas (en McDonald’s, por ejemplo), y que ya tiene una versión en forma de reloj (un Timex que incorpora la función “pago”).

Una innovación que va en la dirección de aumento de la productividad (los coches no bloquean la gasolinera mientras se espera la aceptación de la tarjeta de crédito), y del aumento de valor (mucho más cómodo para el conductor).

Me han hablado también de un sistema aun mejor en Israel, que no he podido documentar aún. En este caso, en el que en lugar de un llavero o reloj se utiliza una especie de etiqueta pegada al coche, se puede llevar un control de qué vehículo ha puesto gasolina, en qué momento, etc. Una herramienta útil para la gestión de flotas.

Más atrevida aún, aunque también de un tremenda lógica, me ha parecido la propuesta de la empresa WetZone Engineering (no he encontrado su web). En un año especialmente malo en lo que a incendios forestales se refiere, proponen un sistema de zepelines gigantes que, literalmente, hagan de “nubes móviles” que lluevan donde se precise. Más en http://abcnews.go.com/sections/scitech/CuttingEdge/cuttingedge020705.html

Es curioso, pero es la n-ésima vez que me encuentro en los últimos meses con alguna innovación relacionada con este olvidado medio de transporte. Véase lo que está ocurriendo en este mundo en las páginas de empresas como Cargolifter ( http://www.cargolifter.com) o SkyCat ( http://www.skycattech.com/).

Si volvemos al mundo del día a día, de la empresa con su carga angustiante de reuniones, están apareciendo innovaciones en este par “productividad-valor”, que estamos comentando en este artículo, realmente muy interesantes.

Una de las que mas espero ver es el Intelliroom de Barco ( http://www.barco.com/projection_systems/IntelliRoom/en/solutions/intelliRoom_home.asp). Se trata de una pantalla de proyección panorámica, en la que se proyectan varias aplicaciones de un ordenador, de forma que se puedan ver simultáneamente (un excel, un powerpoint, las notas tomadas con un Mimio, una imagen de una videoconferencia, etc). Este producto responde a una necesidad muy clara detectada en las reuniones: hay que poder ver varias cosas al mismo tiempo para poder trabajar mejor. Saltar de una aplicación a otra durante una reunión crea confusión a los participantes, y, en consecuencia, disminuye la productividad.

Bueno, podríamos continuar indefinidamente porque, como ya dijimos en su momento, esta ya no es la “era de la información” sino la “era de la innovación” ( http://www.instituteofnext.com/extranet/index.asp?idm=1&idrev=1&num=609).

Creo que debemos prepararnos para un futuro lleno de nuevas herramientas de productividad y de nuevas propuestas de generación de valor. En forma de productos y servicios. Y las innovaciones productividad-valor vendrán en muchos casos juntas.

Para terminar, una anotación sobre una cuestión de creciente interés en este campo. Dado que la innovación crece más rápidamente que nuestra capacidad para entenderla y absorberla (lo que alguien ha denominado “ley de demi Moore”, http://www.instituteofnext.com/leyes/demi.asp), será cada vez más preciso ayudar al posible cliente a determinar el ROI (retorno de la inversión), o sea, a determinar si vale la pena o no adoptar la innovación.

Un buen ejemplo nos lo da Segway ( http://www.segway.com), el vehículo que debe revolucionar, nos dice su inventor, la forma en que nos movemos. En su página encontramos un magnífico ejemplo de “Productivity calculator” http://www.segway.com/segway/roi.html.

Yo ya me lo habría comprado, si estuviera disponible en Europa… O si no, probaré, tarde o temprano, con algún patinete eléctrico de los que empiezan abundar en el mercado (véase Electric scooters, http://www.awesome-electric-scooters.com/morescootspage.htm).

Y si no, siempre nos queda un rato agradable en un Drip Cafe http://www.dripcafe.com…

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