Teléfonos sociales

13 Abr Teléfonos sociales

Aunque inicialmente los teléfonos móviles fueron diseñados para efectuar y recibir llamadas, posteriormente ofrecieron servicios de mensajería y, más tarde, incorporaron muchas otras aplicaciones, tales como mensajería instantánea, radio, mp3, cámara fotográfica/vídeo, conexión a internet, etc., para ofrecer un valor añadido al usuario y distinguirse de la competencia. De entre esos servicios, el acceso al mundo virtual -y, más concretamente, a las redes sociales- ha supuesto la redefinición de los dispositivos y un cambio de formato para adaptarse a las nuevas demandas de los usuarios.

Por ello, Microsoft acaba de presentar Kin, su nuevo smartphone pensado específicamente para aquellas personas con una vida social muy activa. De esta forma, y gracias al diseño del hardware (el terminal se basa en Windows Phone 7 y ha sido desarrollado en colaboración con Sharp), los internautas pueden publicar las novedades de su día a día. Microsoft ha creado el sistema Kin Loop para que el usuario pueda consultar en su perfil de Facebook o Twitter todas las novedades producidas en su círculo social, pueda gestionarlas y estar conectado permanentemente al internet de banda ancha a través de su dispositivo. El gigante informático ha desarrollado dos modelos: el Kin One y el Kin Two, ambos, de formas redondeadas, pantalla multitáctil y un teclado deslizante para facilitar su uso. Los terminales se pusieron a la venta en EE.UU. el pasado mes de mayo y en España, Italia, Alemania y el Reino Unido llegarán en otoño con Vodafone.

Además del Kin, otros móviles como el Android U8300, fabricado por la operadora china Huawei, también se dirigen al público joven e incorporan herramientas sociales como Facebook y Twitter y un teclado Qwerty. Ello constata que el ascenso de las redes sociales en la actualidad es imparable, ya que no sólo han modificado los modelos de socialización −especialmente entre este segmento de mercado− sino que están cambiando incluso el diseño y los usos de la tecnología.