29 Sep Fabricación instantánea
Cojamos un documento. Pongámoslo en una fotocopiadora. Apretemos el botón adecuado. Resultado: una copia del original (de mayor o menor calidad según la máquina, B/N, color, etc.). Pregunta: ¿podemos pensar en algo parecido con un objeto tridimensional? ¿O sea, tiene sentido el concepto de fotocopia 3D? La respuesta es que sí, o al menos en parte, hoy por hoy. Pero es muy probable que avancemos rápidamente en este campo, uno de aquellos en los que podemos esperar más innovación en las dos próximas décadas.
Las fotocopiadoras tridimensionales o, como se les llama en realidad, sistemas de estereolitografía son aparatos que “escanean” un objeto, elaboran un mapa 3D del mismo, y, a partir de distintos materiales, básicamente componentes plásticos (o metálicos) en polvo, hacen una copia del original, al menos de su aspecto exterior, o sea, de su volumen. Facilitando, pues, lo que podríamos denominar fabricación instantánea. En realidad, por tanto, se trata sólo de la combinación de una copiadora 3D y de una impresora 3D. Esta tecnología ya existe y estará en el “mainstream” empresarial (o sea, será de uso habitual) y más tarde en el social en muy poco tiempo. Permitirán todo un nuevo espectro de posibilidades en la manufactura, incluso en el de la fabricación personal.
La aplicación, hoy por hoy, es clara: reproducción (copia) de productos que, en principio, no “contengan” nada dentro, o sea, que sean meros resultados de moldeado. Por ejemplo, “copias” de huesos para implantes de prótesis, pequeñas piezas mecánicas unicomponentes (por ejemplo, un engranaje), moldes exactos del canal auditivo para poder hacer audífonos personalizados, etc. O piezas (puentes) dentales que se fabrican literalmente mientras esperas en el dentista. O modelos 3D físicos de partes del cuerpo humano, como por ejemplo, de un cráneo humano, con el fin de permitir la planificación de operaciones quirúrgicas complejas (medical modeling).
Pero quizás la aplicación más inmediata es en la realización de prototipos de diseño, o sea, en la “impresión” en 3D de objetos diseñados en un ordenador, evitando así la elaboración manual de los primeros modelos, proceso normalmente caro y lento. Aplicación, por tanto, al prototipaje rápido (rapid prototyping), así como a la fabricación de piezas únicas sin necesidad de construir un costoso molde. Quedará para el futuro remoto hacer copias de objetos multicomponente (por ejemplo, una copia exacta de un chip).
Ver Technology Review en su artículo “instant manufacturing” (de pago).
Sistemas de este tipo ya se han usado en la Guerra de Iraq por el Ejército de los Estados Unidos, para “fabricar” en local determinados repuestos evitando así tener que esperar una cadena logística especialmente complicada.
Ver IdeaFuerza Fabricación Personal.
Más sobre este tema en el MIT Three Dimensional Printing Laboratory, o en las empresas 3Dsystems, en Zcorp, o en Stratasys.
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